Teatro

Poseídos. Una historia de fantasmas en el Círculo Teatral

Por: Enrique R. Mirabal — 27 de mayo, 2016

Poseidos con direccion de Marta Luna, se reestena en el Circulo Teatral, mayo 2016 Varias novelas han significado una vuelta de tuerca en el quehacer narrativo del siglo XX. Antes de Proust, Kafka y Joyce, algunos autores como Edgar Allan Poe en el siglo XIX, anticipaban corrientes estéticas que sentarían sus reales en el siguiente siglo y serían referentes obligados para las vanguardias, incluido el surrealismo.

El norteamericano Henry James (1843-1916), anclado en la cultura británica por afinidad electiva ha sido y permanece como uno de los grandes baluartes de la literatura en lengua inglesa a ambos lados del Atlántico y como motor de cambios en la novela como género que asimila las principales corrientes estéticas y sociales de su tiempo.

Otra vuelta de tuerca o La vuelta de tuerca, según como se quiera traducir al castellano The Turn of the Screw, vio la luz en 1898, a la vuelta del siglo XIX al XX y, fielmente, reproduce el espíritu de su época. Novela de obligada lectura para todo aquel que presuma de un paladar exquisito en cuestión de libros, encontró, con el auge de los relatos y cuentos de misterio/terror que inundaron el cine y la tele a partir de los años 50 del pasado siglo, un nicho ideal para reaparecer ante los ojos maravillados de un público mayoritario cuando el cineasta Jack Clayton dirigió The Innocents en el año 1961.

Poseidos con direccion de Marta Luna, se reestena en el Circulo Teatral, mayo 2016 A partir de la película de Clayton, surgieron otras adaptaciones de Otra vuelta de tuerca para cine y tele con desigual fortuna, incluida una precuela ambiciosa y proporcionalmente fallida, The Nightcomers en 1971 con Marlon Brando como el perverso Peter Quint.

En el terreno de la música, es preciso mencionar la ópera que compusiera en 1954 el británico Benjamin Britten (1913-1976) con un libreto de su habitual colaboradora Myfanwy Piper basado, con algunas licencias, en la novela de James.

Ahora con el título de Poseídos –que se estrenó en El Lunario en abril de este año con gran éxito–, se reestrena el fin de semana del 4 de junio en el Círculo Teatral de la Colonia Condesa. La obra encuentra en un espacio más íntimo en una ambientación ideal para desarrollar la historia de aparecidos y/o poseídos.

En palabras de Marta Luna, directora de esta puesta, “no veremos una mise en scène tradicional, el público asistente podrá, al igual que hizo James en su novela, contar con diferentes puntos de vista sobre los personajes y la trama en que están inmersos”. La extensa y fructífera carrera de la maestra Luna en el teatro mexicano alcanza casi cinco décadas de trabajo y no se ha privado de ningún género.

Poseidos con direccion de Marta Luna, se reestena en el Circulo Teatral, mayo 2016 Con la misma fortuna, Luna ha estrenado obras mexicanas como ha acometido textos de otro James, en este caso James Joyce con Exiliados. Si de Shakespeare hablamos, su reciente Macbeth, también en el Círculo Teatral, es una clase magistral de economía de recursos para producir mayores resonancias teatrales.

Cómo olvidar la mejor aproximación a Harold Pinter en el teatro mexicano con su estupenda y canónica puesta de Traición a principios de la década de 1980 en el Teatro Reforma. Ahora nos llega con Henry James y, por descontado, encontraremos muchas sorpresas –y sustos de los buenos– en esta adaptación de Otra vuelta de tuerca.

Hablando de adaptación o más bien, de recreación, nos encontramos con el escritor, periodista cultural, crítico, guionista y experto en cine, teatro y televisión mexicanas y universales, Luis Terán. Profundo conocedor, como pocos, de la buena literatura, nadie mejor que él para adaptar Otra vuelta… al igual que hizo con su magnífica versión de Los papeles de Los papeles de Aspern del propio James.

Poseidos con direccion de Marta Luna, se reestena en el Circulo Teatral, mayo 2016 Poseedor de un timing imprescindible en todo libreto o guión, Terán dosifica los momentos de máxima tensión con recreaciones de evocadoras escenas que ponen en primer plano las sutilezas literarias de James.

Una feliz conjunción literario/planetaria en la mancuerna Luna-Terán, la manera óptima para que salga adelante un proyecto de tal envergadura como teatralizar un texto narrativo abierto a interpretaciones diversas, a inferir dudas, no tanto ontológicas pero sí vivenciales.

Luis Terán, maestro en el manejo de la sicología de los personajes, en la ironía tamizada por el buen gusto, autor de frases y parlamentos antológicos puede asustarnos sin que lo percibamos como una agresión sino como un guiño con el espectador que ha de permanecer atento a cada línea para así disfrutar al máximo el potencial fantasmagórico de la obra.

En el papel principal de Poseídos, la Institutriz, a partir de cuya mirada conoceremos el entramado sicológicamente complejo de la obra, recae en una de las más sensibles e inteligentes actrices del teatro mexicano, Ángeles Marín. De presencia y voz ideales para la escena, Ángeles es la elección idónea para este personaje que le demanda sacar todos sus recursos dramáticos y una búsqueda inevitable en el subconsciente para encarnar a su, a ratos, inasible personaje, tan rico como ambiguo y digno de varias sesiones en el diván del doctor Freud. Fotos: Jose Jorge Carreon/ Auditorio Nacional.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.