El Lunario presenta Hombre y superhombre de George Bernard Shaw

Por: Enrique R. Mirabal — 17 de junio, 2015

Una muestra del mejor teatro británico de la primera mitad del siglo XX… National Theater en vivo desde Londres.

La oportunidad de ver teatro londinense grabado en vivo y con subtítulos en español que consuetudinariamente se proyecta en El Lunario, nos acerca a las tendencias actuales, a una alternativa para conocer aquellas obras que no se han estrenado en México –quizás y por diversas razones no se estrenen nunca– y a la posibilidad de revisitar algunos clásicos de la dramaturgia en lengua inglesa como es el caso que nos ocupa este domingo 21 y lunes 22 de junio.

El autor de Hombre y superhombre es nada menos que el irlandés George Bernard Shaw (1856-1950), un hombre sabio, amante y defensor de la lengua inglesa, innovador sin llegar a integrarse a las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX pero con algunas convergencias con ellas y nada más y nada menos que Premio Nobel de Literatura en 1925.

Shaw es ante todo, pese a su activismo laborista y sus ideas socialistas, un gran comediante de afilado lenguaje y con un sentido del humor que oscila entre apuntes críticos a la sociedad hasta el sarcasmo. Algunas de sus obras tempranas, a partir de 1892, han querido relacionarse con el teatro de otro irlandés, Oscar Wilde, al cual le debe Shaw, sin duda alguna, la sonrisa cómplice con tintes de burla a una burguesía y a una aristocracia inglesa en la recta final de la era victoriana con brillantes juegos de palabras y pruebas de ingenio de las que Wilde es un maestro.

Entre los temas sobre los que basó sus obras, George Bernard Shaw se atreve a un enfoque analítico de la prostitución ajeno a la estigmatización en La profesión de la señora Warren (1898), critica fuertemente al ejército de salvación en Major Barbara (1905), se aproxima a las dudas razonables sobre la sagrada institución del matrimonio en Cándida (1898).

Muchas de sus piezas fueron llevadas al cine con resultados dispares, desde el gran éxito de la magistral Pigmalión con Wendy Hiller y Leslie Howard de 1938 sobre la obra homónima de 1913, pasando por César y Cleopatra (1901) llevada al cine en 1945 hasta una versión prescindible de Santa Juana que en 1957 dirigió Otto Preminger a partir de la obra de 1923.

De Pigmalión salió el libreto para el musical My Fair Lady y es la más directa referencia para el gran público sobre quién es George Bernard Shaw. Con toda justicia, el musical aprovecha los mejores momentos del original literario y los acompaña de una música de altos vuelos.

Tanto en el cine como en las versiones hechas en el West End londinense y en Broadway, el éxito está garantizado. En México, Mi bella dama corrió con igual suerte desde la puesta con Manolo Fábregas como el Profesor Higgins en el Palacio de Bellas Artes hasta la última de la que tengamos noticia con Olivia Bucio en el Teatro de los Insurgentes.

Hombre y superhombre, en el original Man and Superman, data de 1903 y ahora regresa a la escena con una puesta de Simon Godwin en el National Theater de Londres. El rol protagónico es interpretado por el muy activo y respetado actor de cine y teatro Ralph Fiennes, miembro de una familia estrechamente vinculada al mundo de la interpretación y la creación.

La obra de Shaw es, en apariencia, una comedia de costumbres y enredos afectivos que, más allá de las situaciones dramáticas, explora con conocimiento de causa la esencia del hombre, toma ideas de Nietzsche y, algunos, han querido ver la influencia de la teoría evolucionista de Darwin. En esta puesta del National Theater, se ha rescatado una escena generalmente omitida que transcurre en el Infierno con la aparición del mítico y arquetípico Don Juan. En resumen, veremos, una versión lo más apegada al texto original.

Después de disfrutar de Hombre y superhombre, estaremos pendientes de las próximas trasmisiones desde Londres y les adelantaremos los títulos de la siguiente temporada en El Lunario. Fotos: Johan Persson.