Cocinando con Elisa, un viaje a través de la miseria humana sin mayores condimentos

Por: Roberto Sosa — 25 de julio, 2011

Cocinar es un arte que requiere de la habilidad para conocer con el olfato la hierba y la especia adecuada que requiere el platillo que se ha de preparar; hay que tener un paladar muy sensible y el toque preciso en la preparación de un guiso exquisito; la degustación del vino adecuado que habrá de dar la sazón que sólo con la experiencia de los años se adquiere, así como tener la sapiencia en la elaboración del alimento preferido de los señores de la casa. El arte culinario demanda de toda la atención, de todo el tiempo y no permite involucrase a los que son ajenos.

En este sagrado espacio se encuentran los frascos con especias, vegetales, cuchillas y ollas, el fuego en la vieja estufa de leña; liebres y aves cuelgan de una viga desangrándose en espera de ser preparados con alguna receta especial, el ambiente parece que desprende olores, todo un universo culinario que comparte los sabores con las botellas de vino…

Cocinando con Elisa, obra de la dramaturga argentina Lucía Laragione –por la que obtuvo el Premio María Teresa León para Autoras Dramáticas 1994, que se otorga en España– es una pieza que ha sido estudiada y reconocida por su magistral empleo de los recursos de la metáfora culinaria y la intertextualidad para aludir a los mecanismos de violencia represiva sin recurrir a referentes históricos temporales.

Es un texto que en la adaptación de Jaime Chabaud y la dimensión teatral de Enrique Singer, traslada al escenario a dos mujeres en una lucha de poderes, una historia que se relata entre sartenes y ollas de hierro para introducir al espectador a una cocina que se reserva un lugar muy importante en la casa de Madame y Monsieur.

Un hogar muy particular donde la vida en matrimonio termina o continúa a partir de lo que se prepara para comer y la forma en que se elaboran los alimentos.

Es el fuego en la estufa que desprende aromas; es un contenedor de sensaciones, es el lugar donde se guardan las recetas para preparar tordos, liebres, patos, cangrejos, caracoles y una cabeza de jabalí; vinagres para macerar, sal, pimienta, el aceite de oliva, es todo aquello relacionado al mundo culinario que la escena teatral reproduce de manera fiel y puntual para contar una historia que recorre todos los rincones de un espacio que en el imaginario colectivo se llena de olores y sabores y sitúa a dos personajes disímbolos: Elisa y Nicole.

Una cocina donde se encuentran todos los elementos para la preparación de los alimentos; donde Madame y Monsieur son atendidos de manera puntual por Nicole, la cocinera que por años ha trabajado en la preparación de los platillos más exquisitos de la cocina francesa.

Elisa es una joven negra y analfabeta quien ha llegado a esta casa en la campiña francesa por recomendación de Madame, quien pretende que Nicole le enseñe todos los secretos que guarda su cocina y su conocimiento en la elaboración de los alimentos.

Empero para Nicole, la cocina es un territorio donde resguarda con recelo los secretos culinarios, que puede ser que revele a gritos y con maltratos. Es así que esta matrona campesina especializada en gastronomía francesa goza con el sufrimiento de Elisa, quien ha llegado a esta finca en busca de su novio que la dejó embarazada.

Nicole y Elisa establecen una relación de odio y resentimiento, víctima y victimario, donde la joven e inexperta negra, tendrá que lidiar con la perversa xenofobia de Nicole. La caza del jabalí alunado, le dará un giro al relato.

Cocinando con Elisa, un recorrido por los sabores de la cocina francesa y sinsabores de la vida cotidiana con las actuaciones de María del Carmen Farías y la actriz afro-colombiana Marisol Castillo, se presenta lunes y martes (hasta el 30 de agosto) en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.

Una convocatoria a la reflexión y a la indagación acerca de los anhelos más elevados del ser humano. Es una incitación a romper las cadenas que impiden perseguir los sueños, así como una travesía por la cocina francesa que esconde una obra profunda, para disfrutar y pensar.