Javier Camarena celebra con la OFUNAM la música de Gioachino Rossini

Por: Enrique R. Mirabal — 4 de febrero, 2016

Ivan Lopez Reynoso a la OFUNAM, un concierto que celebra la musica de Gioachino Rossini, Sala Nezhualcoyotl, febrero 2016 En concierto extraordinario en el marco de la celebración de los 80 años de su creación, la OFUNAM ha dedicado un programa a la música de Gioachino Rossini (Pésaro, 1792- París, 1868), un compositor cuya obra ha sorteado los vaivenes que del siglo XIX al XXI han cambiado el gusto del público por determinado tipo de música, en este caso, el bel canto, escuela y estilo que predominó desde finales del siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX.

Es conocido de todos que los primeros grandes intérpretes del bel canto e impulsores de la corriente fueron los castrati que con su peculiar timbre, sus ornamentados trinos y una celeridad ajena al común de los mortales hacían las delicias tanto de aristócratas, monarcas y nobles como de las clases bajas en una curiosa y democrática coincidencia que duró hasta la decadencia de la nobleza.

Rossini cocinó (un verbo que a él le queda a la medida) un estilo que devino en escuela o fórmula entre sus sucesores pero que debía mucho a los recursos del barroco y el rococó que explotó Mozart a un grado superior y también a las estructuras del clasicismo que los vieneses e italianos definieron como tal, sin obviar el distinguido linaje que los italianos venían acumulando desde Monteverdi.

Gabriela Herrera, celebra con la OFUNAM la musica de Gioachino Rossini, Sala Nezhualcoyotl, febrero 2016 En las primeras obras de Rossini puede rastrearse esta evolución y, precisamente, en la primera parte de los conciertos del sábado 6 y el domingo 7 de febrero en la Sala Nezahualcóyotl, la Orquesta Filarmónica de la Universidad, OFUNAM, por más señas, tocará dos obras rossinianas que raras veces se escuchan en vivo y que tampoco ocupan mucho lugar en catálogos de grabaciones.

Según se señala en la programación de la Orquesta, las obras a interpretarse en la primera parte del concierto son de estreno en México y no es nada raro que así sea porque ninguna de ellas goza del favor de directores e intérpretes: la primera, Ermione, ópera seria de Rossini, estrenada en 1819 –de tema mitológico como su personaje epónimo denota- ha logrado motivar a algunos cantantes pero no ha fructificado la iniciativa en las grandes casas de ópera. Sólo escucharemos la Obertura en esta ocasión.

El maestro Iván López Reynoso, asociado a la OFUNAM en las últimas temporadas, decidió junto al tenor Javier Camarena la inclusión para la segunda interpretación de una olvidada cantata de Rossini (la primera cantata canónica y de formato complejo del autor), Il pianto d’Armonia sulla morte di Orfeo (El llanto de Harmonía sobre la muerte de Orfeo) estrenada en 1808, a los 16 años de Rossini.

Guadalupe Paz, mezzosoprano, celebra con la OFUNAM la musica de Gioachino Rossini, Sala Nezhualcoyotl, febrero 2016 Con anterioridad a Camarena, el tenor peruano Juan Diego Flórez ya se había encargado del rescate y, en esta provechosa carrera para ambos tenores y para el público, ahora será estrenada en México. Es breve, incluye un coro masculino que aporta gratos momentos además de aria y cavatina para lucimiento del tenor.

La segunda parte del programa la ocupa en su totalidad, ahora sí, una muy conocida y admirada obra de Rossini, su Stabat Mater, quizás el segundo más cantado después del de Pergolesi que data de 1736. Adelantándose a la Semana Santa, los músicos nos ofrecen un obligado de la Pascua de Resurrección, lo que no debe importar en lo más mínimo al auditorio como si se cantara el Mesías de Haendel en julio.

Esta obra sigue la liturgia católica con textos en latín. La música podrá no sonar muy sacra en algunos pasajes cuyo dramatismo estaría más cerca de la ópera pero la intensidad es suficiente para calar en el público amén de los momentos de virtuosismo obligado para los solistas: Gabriela Herrera, soprano; Guadalupe Paz, mezzo, Javier Camarena, tenor y Alejandro López, bajo más el Coro sinfónico Cantarte, dirigido por Manuel Flores, todos, incluida la OFUNAM, bajo la batuta de Iván López Reynoso.

Para los seguidores de Javier Camarena, ésta es una magnífica oportunidad para escucharlo en un programa donde canta el Stabat Mater y El llanto de Armonía por la muerte de Orfeo, dos piezas que exigen además de buenos agudos y centros, el acercamiento a un género diverso aunque no muy apartado de la ópera.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.