Por: Claudia Magun — 7 de julio, 2018
Con motivo del 150 aniversario luctuoso del compositor italiano Gioachino Rossini, la CompañÃa Nacional de Ópera del INBA revisita La italiana en Argel, un suceso de la ópera italiana que en palabras de Alonso Escalante, (director de la CNO): “tiene caracterÃsticas muy particulares en términos musicales, dramatúrgicos e interpretativos que demuestra la genialidad musical y la exigencia que requiere de cada uno de los intérpretes”.
Una nueva producción de Ópera de Bellas Artes donde el público podrá apreciar la exigencia lÃrica que demanda Rossini a través de un elenco encabezado por el joven tenor mexicano Édgar Villalba que personifica a Lindoro. Además, de las voces de Josué Cerón, Angélica Alejandre, Luis Rodarte, Mariel Reyes y Guadalupe Paz, mezzosoprano mexicana especialista en el repertorio rossiniano que caracteriza a una intrépida italiana llamada Isabela.
“Muchas mujeres del siglo XXI quisiéramos tener sus virtudes, debido a que defiende su patria, el honor y el amor sin lÃmites. En ella se refleja una mujer llena de picardÃa, astucia e inteligencia, por eso alcanza la felicidad a pulso, nada le cae del cielo, sino que todo lo hace por sus propios medios. Lo difÃcil es llevar todos estos sentimientos a lo vocal, sin embargo, es un goce hacer música rossiniana”, Guadalupe Paz.
Al frente de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, el maestro Srba Dinic es quien lleva la dirección concertadora de La italiana en Argel, es él quien debe lograr que la orquestación, las voces corales y las interpretaciones solistas encuentren el trasfondo que encierra este “dramma giocoso” que seduce a través de la música de Rossini.
“Siempre se necesitan cantantes con un nivel técnico e interpretativo muy alto, asà como contar con una orquesta que debe cuidar un estilo que va de lo muy ligero a lo muy rápido, es decir, integrada por músicos virtuosos”, Srba Dinic.
Como la gran estrella para esta representación en el escenario de Bellas Artes, ha sido invitado Ricardo Seguel, quien en su primera vez en nuestro paÃs encarna a Mustafá, interpretación que ha sido celebrada en diferentes escenarios del mundo; la ocasión más reciente fue hace apenas unas semanas, en el Teatro Colón de Buenos Aires, un protagónico que para el cantante, “representa grandes desafÃos, ya que toda la partitura está llena de retos, desde el primer compás hasta el último, y esto abarca a la orquesta, el coro y los solistas”.
“Para mÃ, Mustafá es un personaje ‘muy querible’, pues está lleno de inocencia, es porfiado y obstinado; a pesar de que tiene todo lo que el mundo le puede ofrecer, su único deseo es Isabela, quien le hará cometer muchas imprudencias”, Ricardo Seguel.
Es en la voz del chileno que el público podrá descubrir al otomano de Argel, personaje que representaba la seducción penetrada en la cultura europea de principios del siglo XIX por lo turco. Un alboroto por lo exótico y lo extraño que se suscribe en esta exitosa ópera que desde su estreno -1813- en el Teatro San Benedetto de Venecia significó sin duda el máximo entretenimiento para la sociedad de la época.
Sin embargo, La italiana en Argel, serÃa desplazada por el Barbero de Sevilla y conforme avanzaba el siglo XIX los escenarios de la ópera se olvidaron de ella y, fue hasta el siglo XX que regresó para ser reconsiderada por las grandes orquestas, intérpretes y escenarios como uno de los tÃtulos más representativos de Rossini.
Regresó para quedarse en el corazón de los amantes de este bello género, ya que se trata de una obra que además de la importancia histórica que representa en la ópera italiana, es el divertimento perfecto. Es una partitura fresca, energética y de elegantes melodÃas que en su concepción teatral encierra una ocurrente farsa plagada de situaciones confusas, faltas de lógica y sobre todo de muchas artimañas que dan pie a una historia que pareciera desprenderse de la fantasiosa recopilación medieval de Las mil y una noches, una celebración a la cultura árabe donde los personajes principales son Lindoro, Isabella, Mustafá y Elvira, ese cuarteto que en su tiempo conquistaron el corazón de los italianos.
“Gioachino Rossini es uno de los autores capitales de la historia operÃstica de todos los tiempos. En México, puedo asegurar, es el compositor que más veces se ha interpretado. La ópera es música y teatro, y el teatro de Rossini contiene rasgos particulares, que no pueden soslayarse. A mi entender, su música nos va muy bien a los latinos, por las voces, el temperamento y los timbres”, Alonso Escalante.
AsÃ, La italiana en Argel es la orquestación y las melodÃas que convergen en una estructura completa que delinea una crónica que más allá de una comedia de enredos descubre aspectos cotidianos y culturales de una época que son utilizados por el autor para crear escenas de gran hilaridad a través del libreto de Angelo Anelli, poeta y libretista italiano que a través de su narrativa logra plasmar el sentido romántico y a la vez pÃcaro de una ópera cómica a partir de la aventura de Isabela, una mujer enamorada que se embarca hacia Argelia para conseguir la libertad de su amado, Lindoro, preso y esclavo en el palacio de Mustafá rey de Argel, hombre poderoso y esposo de la desdeñada Elvira, como consecuencia de su amor por Isabela.
La dirección de escena es responsabilidad de Hernán del Riego, para quien, como el perfecto cómplice del humor agudo y a veces negro de Rossini, el autor italiano representa “un ser con mucha inteligencia y humor ya que para él la tragedia y la comedia eran géneros serios y sólidos. Toda la pirotecnia vocal rossiniana, a diferencia de Bellini, Donizetti y otros, tiene que ver mucho con sus giros musicales”
“Llevo la partitura al escenario con el fin de que el público descubra la limpieza y la agilidad de las cuerdas y los cantantes. Sin olvidar que se trata de una puesta escénica en función de la música, aunque también requiere mucha exigencia escénica”, Hernán del Riego.
La italiana en Argel ofrece funciones los domingos 8 y 15, el martes 10 y el jueves 12 de julio en el Palacio de Bellas Artes, una nueva producción con escenografÃa de Jorge Ballina, iluminación de Ingrid Sac y vestuario de Emilio Rebollar, tres elementos básicos para dar vida a esta obra que recuerda el valor intrÃnseco de Gioachino Rossini como el notable autor de la ópera italiana, que la CompañÃa Nacional de Ópera celebra en el marco de la conmemoración del 150 aniversario de su muerte. Fotos: Bernardo Arcos Mijailidis.
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