Haochen Zhang se encuentra con Beethoven en la Sala Netzahualcóyotl

Por: Claudia Magun — 2 de octubre, 2015

“Tal combinación de encantamiento, sensibilidad lírica y contundencia hipnotizante se dan muy rara vez”, Ury Eppstein, Jerusalem Post.

Para el tercer programa de su Temporada, la Orquesta Filarmónica de la UNAM tiene como invitado a uno de los nuevos talentos de la escena orquestal, Haochen Zhang quien interpretará el Concierto para piano No. 4 de Ludwig van Beethoven, una de las partituras más importantes de la literatura orquestal creada para este bello instrumento que concede al intérprete la perfecta interacción sonora.

Con más de 70 recitales en su agenda de este año, Haochen Zhang quien es un gustoso del romanticismo alemán y desde los 19 años ya fue reconocido con la Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Piano Van Cliburn 2009, ha llevado su carrera a un nivel que como la espuma ha desbordado el horizonte de los escenarios orquestales del mundo, como puede ser el Royal Albert Hall, donde con su técnica, talento y carisma interpretativa ha cautivado al público más crítico.

Sus actuaciones son apreciadas por su profunda sensibilidad musical e impresionante virtuosismo y precisión, cualidades que son avaladas por una intensa educación que desde los once años inició en la Escuela de Artes Shenzhen y más tarde en el Conservatorio de Shanghái. Después su talento lo llevó al Instituto de Música Curtis en Filadelfia, donde fue alumno de Gary Graffman, quien fue quien le descubrió el estilo que hoy impera en sus interpretaciones.

“Fue mi madre quien inculcó esta pasión que siento por la música. Un día apareció en mi casa un mueble que nunca antes había visto. No sabía lo que era un piano. Desconocía su existencia. Ese fue mi primer contacto con el piano, un instrumento que, como decía mi madre, ayuda al crecimiento y desarrollo intelectual del individuo”, Haochen Zhang.

Su curricula ostenta participaciones con destacadas orquestas como la Filarmónica de Varsovia, la Filarmónica de los Ángeles, la de Filadelfia y la Nacional del País del Loira; así como, las Filarmónicas de Israel, Londres, Japón, Singapur y Hong Kong; además de invirtaciones con las sinfónicas de San Francisco, Seattle, Kansas City y Sidney.

Haochen Zhang se presenta con la Orquesta Filarmónica de la UNAM, este fin de semana en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, un programa bajo la dirección del maestro Srba Dinic donde también se podrán apreciar la Obertura de Las bodas de Fígaro de Mozart, estrenada en Viena el 1 de mayo de 1786 bajo la dirección del mismo compositor.

Una de las óperas consentidas del público basada en la obra homónima del dramaturgo francés Pierre-Augustin de Beaumarchais, en un libreto creado por el genio austriaco en íntima armonía con el poeta y libretista italiano Lorenzo da Ponte, con quien Mozart conformará una memorable dupla para la construcción de esta ópera y las dos siguientes, Don Giovanni y Cossi fan tutte.

Para cerrar el concierto, la OFUNAM interpretará la Sinfonía No. 2 de Jean Sibelius, uno de los últimos exponentes del romanticismo musical del siglo XIX, quien estrenó su obra en Helsinki, el 8 de marzo de 1902, en un concierto exclusivamente dedicado a su música. Ésta obra marca el final del primer período romántico de Sibelius, durante el cual el compositor sintió la fuerte influencia de Chaikovski, y en su contexto encuentra la primera manifestación madura de sus composiciones.

Además, el martes 6 de octubre a las 20:30 horas, Haochen Zhang ofrecerá en el mismo recinto universitario un recital con obras de Janacek, Schumann, Beethoven, Scriabin y Ginastera.

A pesar de su juventud, este pianista chino es considerado como uno de los instrumentistas más prometedores de los últimos tiempos que con los años y esa pasión que siente por la música y la experiencia que dan los escenarios logrará establecerse como uno de más apreciados en la escena de la música clásica.

“Haochen Zhang posee tanto temperamento poético como poderío técnico… Es un pianista con inagotables reservas de fuerza, cuya imaginación es inspirada por una sutil delicadeza”, Mateo Guerrieri, Boston Globe