Por: Enrique R. Mirabal — 1 de mayo, 2015
Concierto AmnistÃa Internacional: “Tomemos la injusticia como algo personal…â€
La delgada lÃnea que divide la polÃtica, la ideologÃa, la religión y el arte ha sido transgredida a través de la historia de la humanidad, al extremo de crear una especie de ósmosis con resultados no siempre satisfactorios.
En algunos casos, ha sido una acción voluntaria de los propios artistas; en la mayorÃa, responden a una imposición de regÃmenes o doctrinas totalitarios. La afinación entre músicos y poder registra una escala que va de la indolencia, pasa por la complicidad y puede terminar en la total rebeldÃa aun a costa de consecuencias como la expatriación.
Ejemplos, hay muchos, de todo signo y con intensidad variable, desde la Edad Media y el Renacimiento cuando la Iglesia fue ama y señora de las artes hasta el siglo XX con la llegada del comunismo y la stalinización de la cultura en la Unión Soviética asà como el nazismo alemán y sus apéndices en España e Italia. Por el camino, odas a Napoleón, a Lenin, a Lincoln y a todos los héroes de libro de texto.
En esta América nuestra, desde antes de la Conquista y hasta el dÃa de hoy, hemos transitado por una historia cargada de violaciones sistemáticas a los derechos de los seres vivos, incluyendo flora y fauna. Paradójicamente, y como rasgo distintivo del barroco que nos identifica, la injusticia y el caudillismo han echado raÃces en estas tierras junto a brotes artÃsticos y culturales de alto nivel y a la sombra de personalidades y comunidades que dignifican el concepto de lo humano.
Por suerte, contra el tirano y sus injusticias, siempre hay, como mÃnimo, un ser sensible que alza su voz contra la opresión. AmnistÃa Internacional ha organizado un Concierto que reconoce y se solidariza con los reclamos y exigencias de quienes, perseguidos, encarcelados o asesinados no han tenido defensa posible en su propia tierra.
La Orquesta Sinfónica de MinerÃa, bajo la dirección de Iván López Reynoso, ha invitado a la pianista venezolana Gabriela Montero, cuya excelencia interpretativa ha sido reconocida a ambos lados del Atlántico, para que podamos sentir algo más allá de las notas musicales.
Montero es venezolana pero, a diferencia de otros músicos de su paÃs, con Dudamel a la cabeza, no presta oÃdos sordos a la desventura que sufren sus paisanos, en especial, los presos de conciencia que se enferman y mueren en prisiones que emulan en crueldad con las de la Santa Inquisición.
No sólo se tortura o se torturaba en el Cono Sur. Pinochet y los gorilas argentinos comparten el cartel con los Castro, Maduro y el pajarito-espÃritu santo de Chávez. Cada quien ve y oye lo que le conviene a su carrera polÃtica y obvia lo que le incomoda. Asà como en México padecimos una matanza de cuarenta y tantos estudiantes en Guerrero, hubo un Caracazo con innumerables opositores muertos a manos de francotiradores mercenarios. ¿De dónde serán los cantantes?
AmnistÃa Internacional es una organización con millones de activistas repartidos por todo el mundo pero que carece de representantes en los paÃses que más los necesitan, precisamente, porque en estos paÃses ser disidente y alzar la voz contra las injusticias puede costar caro, tanto como la propia vida.
En México, siempre hemos sido solidarios con los perseguidos de Latinoamérica. Es la hora de dirigir la mirada hacia el norte de Sudamérica, a Venezuela. Tal vez encontremos, en lo que sucede allá, una imagen reveladora de un futuro posible.
El Concierto de la Orquesta Sinfónica de MinerÃa que tendrá lugar en el Centro Cultural Roberto Cantoral, el viernes 8 de mayo a las 20:00 horas, conjuga el principio artÃstico con las causas nobles. Comienza con la música de un grande que, irónicamente, no tuvo oÃdos sordos al momento de la autoproclamación de Napoleón como Emperador.
Beethoven arrancó su dedicatoria al enano corso de su SinfonÃa Eroica cuando se convenció de que los caudillos iluminados no son más que tiranos potenciales con piel de oveja. La obertura Egmont y el Concierto Emperador (nada tiene que ver con Napoleón) y la obra de Gabriela Montero ExPatria conforman un programa en el que la pianista y compositora, en franca complicidad con el público, también improvisará al piano con las melodÃas que le sugieran desde el auditorio. Ella sà sabe escuchar las demandas de su público.
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