Asier Polo invitado de la Orquesta Sinfónica Nacional

Por: Ingrid Higuera — 29 de abril, 2016

Asier Polo, solista invitado de la Orquesta Sinfonica Nacional. Palacio de Bellas Artes, abril 2016 El pasado viernes 21 de Abril abrió sus puertas el Palacio de Bellas Artes a la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) que en el sexto programa evocó el Concierto para violonchelo No. 2 de Alberto Ginastera, además de la impresionante Carmina Burana de Carl Orff, con la participación de la soprano Anabel de la Mora, el tenor Víctor Hernández y el barítono Enríque Ángeles, un elenco de voces enmarcados por el Coro del Teatro de Bellas Artes, la Schola Cantorum de México y el apoyo de miembros del Coro de la Escuela Nacional de Música (ENM).

La noche empezó con la pieza del compositor Alberto Ginastera, considerado uno de los más importantes del Siglo XX en Latinoamérica. Esta obra neo-expresionista integra una composición aleatoria y microtonal (Microtonal se refiere a cualquier frecuencia o sonido que esté entre los 12 semitonos que comprenden la música occidental) proyectada dentro de una estética que hacen de ésta un gran ejemplo de la música contemporánea.

Asier Polo y Carlos Miguel Prieto. Orquesta Sinfonica Nacional. Palacio de Bellas Artes, abril 2016 Asier Polo, notable violonchelista español, fue el solista invitado que fundido en su cello (Francisco Rugieri, cremona 1689) acresció la noche en una emotiva interpretación y un encanto personal hacia esta estridente y romántica melodía. Su interpretación resguardó el encanto de este concierto que escribió el creador argentino para su esposa Nátola con motivo de su décimo aniversario de matrimonio.

Al finalizar el intermedio, el director de la OSN, Carlos Miguel Prieto pidió al público que lo acompañáramos en un aplauso en reconocimiento a los 32 miembros del Coro de la Escuela Nacional de Música que apoyaron el concierto.

La OSN comenzó la segunda parte del concierto con la música del alemán Carl Orff –compositor, director, pedagogo e investigador de música antigua, de corriente neoclasicista–, quien basa su Carmina Burana en una colección de cantos de amor goliardescos (adjetivo que se utilizó en la Edad Media para referirse a clérigos desordenados y estudiantes pícaros) que datan de los Siglos XII y XIII, un contenido poético y profano escrito en latín.

Anabel de la Mora, solista invitada de la Orquesta Sinfonica Nacional. Palacio de Bellas Artes, abril 2016 Desde el poderoso himno a la Diosa Fortuna, la música de Carmina Burana recuerda a la Edad Media y a los cantos Gregorianos. Con canciones como La primavera, escuchamos campanas de regocijo, la canción de diversión y exceso en la taberna, el canto lírico de amor y todo ese movimiento de emociones para terminar con el gran Himno a Fortuna.

Así se escuchó, O Fortuna y de pronto nos cubrió un ilusionismo musical al ver la cantata escénica, el director bailó con las notas mientras el tenor Víctor Hernández interactúo con los músicos y con el director mismo, interpretando el gran dolor de su aria. Por su parte, la voz de Enrique Ángeles nos transmitió el tormentoso, doloroso e inclemente y un tanto oscuro vivir de su personaje.

Anabel de la Mora, como en todos los conciertos en los que he tenido la oportunidad de escucharla, estuvo armoniosa, empática, limpia, expuso los deseos y miedos al cantar con una afinación estremecedora.

El gran cierre de Carmina Burana se escuchó con todas las voces juntas, solistas acompañados por el Coro del Teatro de Bellas Artes, el Coro de la Escuela Nacional de Música y la Schola Cantorum no dejaron nada que desear a los espectadores, pues la potencia de la obra se hizo destacar una vez más en una velada de gran satisfacción musical.

Orquesta Sinfonica Nacional. Palacio de Bellas Artes, abril 2016 Cabe mencionar que el Coro de Niños de la Schola Cantorum de México cuentan con corta edad pero poseen una voz que denota gran entrenamiento y preparación técnica bien encaminada con la que indudablemente dan la talla para estar en un concierto de tal nivel y expectación. Los pequeños y adolescentes cantantes son dirigidos por la maestra Paola Aguilera y el tenor Alfredo Rodríguez.

Así, finalizó un concierto más de la Orquesta Sinfónica Nacional dirigida por Carlos Miguel Prieto, una velada de maravillosa polifonía en el Palacio de Bellas Artes, un recinto cultural magnífico que nunca nos va a desencantar.

Para el séptimo programa este fin de semana, la Orquesta Sinfónica Nacional invita al Concierto Homenaje a Luis Samuel Saloma, una despedida al violinista y director de orquesta mexicano, quien ha vivido una trayectoria por seis décadas como concertino del ensamble nacional.

Con casi 80 años de edad, Luis Samuel Saloma le dirá adiós a la Orquesta Sinfónica Nacional en un programa conformado por la obertura de La fuerza del destino de Giuseppe Verdi, la Serenata para cuerdas en do mayor op. 48 de Piotr Ilich Chaikovski, la Sinfonía No. 1 en re mayor op. 25 de Serguei Prokofiev y la Rapsodia rumana No. 1 en la mayor op. 11 de George Enescu. Un concierto especial dedicado a Luis Samuel Saloma, un intérprete reconocido por su férrea disciplina y afán de superación, que se retira para dar oportunidad a las nuevas generaciones.

Una respuesta a “Asier Polo invitado de la Orquesta Sinfónica Nacional”

  1. Ro dice:

    Maravillosa reseña!!

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.