Academy of St. Martin in the Fields y Joshua Bell como director y solista

Por: Enrique R. Mirabal — 1 de junio, 2015

Academy of St. Martin in the Fields, Joshua Bell, Bellas Artes junio 2015 2 B “La música es mi religión, es una forma de expresión que me hace sentir vivo, por lo que podría escribir un libro completo sobre lo que siento por ella; es belleza y el ser humano la necesita en un contexto tan caótico como el actual. Nos habla de emociones universales que hoy en día sentimos tan cercanas; no nos habla de política o de otros aspectos similares, sino de la naturaleza humana, así como de otras emociones que las mismas palabras no nos pueden decir”, Joshua Bell.

Todas las grandes orquestas tienen un sello indiscutible por el que son identificadas y –casi siempre– admiradas. Desde lo compacto del conjunto hasta la predominancia de alguna de sus secciones, cuerdas o metales, por ejemplo, o por el repertorio y el apego ortodoxo o todo lo contrario de los cánones académicos, es posible reconocer, de una misma composición, qué orquesta o qué director es el encargado del brillo sonoro o del manejo caprichoso de los tempi, v. gr. Karajan.

Joshua Bell dirige a la Academy of St. Martin in the Fields. Palacio de Bellas Artes, junio 2015.  De la Academy of St. Martin in the Fields, por consenso, se admira la pureza del sonido y el cuidado extremo por respetar los detalles estilísticos de la época de las partituras a interpretar, generalmente las que van del barroco a las primeras décadas del siglo XX y por la especial dedicación a la música inglesa o británica, si se prefiere un adjetivo más incluyente.

Referencia obligada es mencionar la figura y el trabajo del fundador de la orquesta, el londinense Sir Neville Marriner (1924), un hombre cuya pasión por la música lo identificó desde sus juveniles inicios como violinista en dos de las principales orquestas de Gran Bretaña, la Philarmonia Orchestra y la London Symphony Orchestra.

Más tarde, continúo sus estudios bajo la guía de Pierre Monteux, un hombre insustituible en la historia musical del siglo XX por haber dirigido el estreno mundial de La consagración de la primavera de Stravinsky en 1913, entre otras obras maestras del siglo XX, y por haber formado a batutas tan célebres como el propio Marriner, Maazel, Ozawa e Igor Markevtich.

Joshua Bell dirige a la Academy of St. Martin in the Fields. Palacio de Bellas Artes, junio 2015.  Foto Chis Christodoulou Con un mentor tal, es lógico que Marriner se decidiera a fundar en 1958 una orquesta en la cual pudiera volcar sus derroteros artísticos: la Academy of St. Martin, institución que consolidó y dirigió hasta 1992, convirtiéndola en un ensamble emblemático de la segunda mitad del siglo XX y, por lo visto, con larga proyección en el XXI.

Inicialmente un conjunto de cámara especializado en un repertorio clásico y tradicional, se ha destacado, gracias a su fundador, por una autenticidad cada vez más huidiza en nuestros días y por un buen gusto en la ejecución, congruente con el arte inglés hasta bien entrado el siglo XX.

No es la única orquesta dedicada a este tipo de música pero sí la más perseverante. Con los años, la Academy… ha ampliado su dotación de ejecutantes al nivel de una sinfónica tradicional y ha ampliado su programación en cuanto a épocas y procedencia de los músicos, sin temor a incursionar en lenguajes y expresiones más audaces pero la razón de ser de esta agrupación sigue siendo el clasicismo como manifestación de lo más elevado del arte musical. Con admiración y, como es de suponer, cuestionamientos de público, críticos y empresarios.

Joshua Bell dirige a la Academy of St. Martin in the Fields. Palacio de Bellas Artes, junio 2015.  Foto Richard Ascroft Desde 2011, la conducción de la orquesta está en manos del violinista norteamericano Joshua Bell (1967). Si tomamos en cuenta que Sir Neville Marriner conserva un cargo honorario en la institución, se infiere que Bell cuenta con la anuencia del fundador, con el que comparte la pasión por el violín.

Quienes hemos seguido la carrera incesante y de sostenido alto nivel de Joshua Bell, suena como una elección inteligente que lo equipara con otros grandes concertistas contemporáneos que, sin dejar su vocación original por un instrumento determinado, han desarrollado, en paralelo, una buena carrera como directores orquestales.

Vienen a la memoria Zukerman, Ashkenazy, Barenboim, Spivakov y la antigua tradición de las orquestas vienesas con violinistas en el podio, tocando y dirigiendo como Johann Strauss hijo y Willy Boskowsky.

El par de programas que tocará la orquesta londinense en la Ciudad de México están compuestos por obras que oscilan entre el clasicismo y el romanticismo, lo cual constata su vocación original. En ambos días, sábado 6 y lunes 8 de junio, el plato fuerte orquestal recae en sinfonías de Beethoven, la Eroica el sábado y la danzante N0. 7 el lunes.

Academy of St. Martin in the Fields, Joshua Bell, director. Palacio de Bellas Artes, junio 2015. Foto Chis Christodoulou Con estos monumentos sinfónicos favoritos de los grandes directores como muestra de empoderamiento y control absoluto de sus huestes, Joshua Bell podrá demostrar cuán calificado está para seguir al mando de la Academy of St. Martin in the Fields.

En estos conciertos, Bell también se hará cargo de interpretar dos de los más difíciles, por perfectos, canónicos y de gran dificultad técnica, conciertos para violín y orquesta del siglo XIX: el único escrito por Mendelssohn y el primero de los tres compuestos por Max Bruch. Bienvenidos sean.

“Conducir a la Academy of St. Martin in the Fields es algo así como manejar un Ferrari o tocar un Stradivarius. La ventaja de este ensamble es que puede explorar nuevos colores musicales y yo les puedo solicitar nuevas sutilezas para llegar a otros extremos. Para mi como músico es un gran lujo dirigir a una orquesta de larga tradición y prestigio mundial”, Joshua Bell

Academy of St. Martin in the Fields
Joshua Bell, director y violín.
Palacio De Bellas Artes

Programa 1
Joshua Bell, director y violín.
* Wolfgang Amadeus Mozart: Obertura de Las bodas de Fígaro
* Felix Mendelssohn: Concierto para violín en mi menor
* Ludwig van Beethoven: Sinfonía No.2 Heroica
Sábado 6 de junio, 19:00 horas $250 a $1,500

Programa 2
* Sergei Prokofiev: Sinfonía clásica
* Max Bruch: Concierto para violín No.1
* Ludwig van Beethoven: Sinfonía No.7
Lunes 8 de junio, 20:00 horas $250 a $1,500

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.