Escuadrón Jitomate Bola presenta Entre bufón, payaso y clown, una singular aventura donde se descubre quién es quién

Por: Marcela Chávez — 12 de octubre, 2012

A ver… a ver… a ver… con quienes nos reímos el domingo pasado, ¿con un payaso? ¿con un bufón? ¿con un clown? Y luego me salen con que hay tres clowns, uno blanco, otro negro y para terminar uno rojo. Que confusión. Y para acabarla de amolar después me dicen que hay colchoneros. ¿y esos quiénes son? Pues, ¿de qué se trata?

Toda esta confusión se la debemos al Escuadrón Jitomate Bola, un función de teatro, creo, que cada domingo toma por asalto –hasta el 28 de octubre– el Teatro Helénico para invitarnos a disfrutar Entre bufón, payaso y clown. El festival, un espectáculo muy diferente inventado para hacernos reír como no tienen una idea.

Porque te has preguntado ¿cuál es la diferencia entre un payaso, un clown y un bufón?, ¿de dónde surge cada uno de éstos términos?, si un payaso no tiene la nariz roja ¿sigue siendo payaso?

Entre Bufón, Payaso y Clown es un espectáculo creado por Anatoli Lokachtchouk que introduce al público a la naturaleza de cada uno de estos personajes, permitiéndo a los niños conocer de manera ocurrente cómo son, qué hacen y cómo piensan; una fiesta de la risa creada a través de números excéntricos, técnicas circenses y trucos acrobáticos.

¿Por dónde empiezo a contarles? Si ya sé que por el principio. Pero, ¿por la bienvenida de colores cuando llegas a comprar tu boleto, o por la divertida fiesta que te encuentras al llegar a tu asiento? O tal vez quieres saber qué pasa cuando dan la tercera llamada… tercera y comineza la diversión en escena… y entonces se apagan las luces y empieza una singular aventura donde se descubre quién es quién.

Porque Entre bufón, payaso y clown hay payasos que parecen muñecos de paja que llaman la atención por los colores de su vestimenta y de su maquillaje; pero también encontras al ingenuo, gracioso y algo torpe que es el primer clown (uno de los personajes que nacieron hace más de 200 años allá en Inglaterra); pero también se presenta el clown blanco, ese otro personaje que se pinta de blanco, que se hace pasar por fantasma y que juega a espantar a los otros; o al clown negro, un tercer sujeto vestido como vagabundo, que es melancólico y cínico.

Si pones atención y te fijas bien verás al clown rojo, un diablillo travieso y un elegante rey de la calamidad. Y claro que no se queda atrás el “colchonero”, un gran personaje clásico del circo tradicional, gran improvisador que se dedica a entretretener al público entre cada acto.

Todos estos inividuos forman parte de este espectáculo circense único y genial, en el que le dan prioridad al gesto y a los movimientos corporales con un solo propósito: alejarnos de nuestras preocupaciones y hacernos sentir en libertad (que mucha falta nos hace).

Lo padre de esta puesta en escena es que cada domingo es diferente. Porque para el Escuadrón Jitomate Bola no hay domingos iguales. Un día hay danza, y al otro la diversión se torna en acrobacia, malabarismo o equilibristas… En fin, son un sinfín de disciplinas circenses que transitan en el escenario a partir de la dirección del ucraniano (el general) Anatoli Lokachtchouk, que nos lleva a vivir en cada acto un juego especial que provoca risa, sorpresa, una que otra ilusión y un total deleite del alma.

Porque así es este Festival donde de un momento al otro te das cuenta que no te habías reído así, tanto y tan seguido y sin para un sólo minuto. En cada sketch hay risas tuyas y de quien está a tu lado, y esas carcajadas se contagian y descubres –una vez más– que todo el teatro lleno de niños y de sus papás, también está riendo a carcajadas.

Así que, si quieres reír y contagiarte de buen humor y felicidad, encuentrate con el Escuadrón Jitomate Bola y toma por asalto el Teatro Helénico. La verdad no te arrepentirás. Fotos: Enid Hernández.