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Les 7 Doigts de la Main celebra seis décadas del Auditorio Nacional con el estreno de A muse

Por: Susana Fernández — 1 de julio, 2012

Les 7 Doigts de la Main, celebra seis décadas del Auditorio Nacional con el espectáculo A muse, julio 2012 El circo ha llegado al Auditorio Nacional con A muse, un sorprendente espectáculo creado especialmente para celebración de 60 años de este espacio que ha sido testigo y protagonista de la vida cultural, política y social de nuestro país.

En un verano donde las altas temperaturas mantienen los ánimos arriba, el Auditorio decidió poner su granito de arena para inyectar de vitalidad al público que -según los productores- desde el momento en que cruzarán la entrada del Coloso de Reforma se encontrarán con algo parecido a un portal que promete transportarnos a un mundo mágico.

Pero qué es A muse y por qué tanto entusiasmo por su estreno. Habría que empezar por decir que es una producción creada por la empresa quebequense Les 7 Doigts de la Main (conocidos en nuestro país por proyectos como Fibonacci y Traces) bajo el concepto y dirección de la talentosa Gypsy Snider –fundadora del grupo y además colaboradora del Cirque du Soleil, por mencionar sólo algunas de sus credenciales– y fue creada especialmente para que el Auditorio se vistiera de gala de ésta tan especial celebración .

A muse es una historia de fantasía donde un Maestro de Ceremonias y una niña cruzan sus caminos en un viaje hacia un mundo donde todo puede suceder. Acrobacias, desafíos a la gravedad con sorprendentes vuelos, espectaculares números donde la precisión y exactitud de saltos, fuerza y sincronía –con objetos que van desde aros y pelotas hasta sillas– serán los ingredientes que harán que cada uno de los asistentes contengan la respiración y sientan cómo se acelera el pulso en cada acto, un show a gran escala inspirado en ese sentimiento mágico que se experimenta en la niñez ante la fascinación que despierta la palabra “circo”.

Les 7 Doigts de la Main, celebra seis décadas del Auditorio Nacional con el espectáculo A muse, julio 2012 Una fusión donde las nuevas prácticas circenses –más enfocas a la espectacularidad de actos de gran esfuerzo físico– se funden con una historia (que a diferencia de otros trabajos como los del Cirque du Soleil donde cuasí todo gira en torno a un hecho fantástico) de seres humanos comunes.

Una narración que nos muestra, los dos sentidos de la vida, la niña que crece e inicia un viaje hacia la etapa adulta con peligro de convertirse en todo lo que no quería; mientras, por el otro lado, está la historia de un hombre maduro que decide abandonar todo aquello que lo hace infeliz e inicia un recorrido para reencontrar la libertad e ilusión que tuvo de niño.

Es así que, los alcances del show se anuncian con gran entusiasmo desde la entrada al recinto, cuando niños y grandes podrán participar de un levantamiento de imágenes y posar con sus caras más divertidas y extrañas para que después puedan verlas en pantalla como parte de este sorprende espectáculo donde la multimedia le agrega sorpresas. Un juego de intercambio de sonrisas y entusiasmo que comenzará a levantar los ánimos para vivir una experiencia diferente.

A muse iniciará temporada a partir del próximo 26 de julio y se presentará hasta el 5 de agosto, una súper producción para toda la familia que reafirma la vocación del Auditorio Nacional como ícono de entretenimiento en esta nuestra Ciudad de los Palacios.

Les 7 Doigts de la Main, celebra seis décadas del Auditorio Nacional con el espectáculo A muse, julio 2012 La magia de este espectáculo que inicia a la entrada del Auditorio, donde los niños y adultos podrán compartir sus sueños, lo que quieren ser de grandes, a dónde le gustaría viajar, sus juegos preferidos y también tendrán la oportunidad de posar para la cámara con su mejor sonrisa o su más original gesto para formar parte del espectáculo de Les 7 Doigts de la Main. Imágenes que llevarán a los protagonistas por la búsqueda de la pureza que todos llevamos dentro.

A Muse, una producción de Génifère Legrand con la dirección de escena de Dominique Mercier, es la puerta abierta a un mundo lleno de sorpresas, maravillas, aciertos y asombros. Arropado con sueños, acrobacia, música en vivo, danza y baile, esta propuesta nos hará vibrar y regresar a aquellos años en donde ser niño era un verdadero placer. Es un pretexto para celebrar la creatividad y la imaginación. Esa libertad creativa que los adultos pierden pero que anhelan reencontrar.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.