Niño malo, un monólogo que nos recuerda que infancia es destino.

Por: Interescena informa — 12 de agosto, 2016

Después de una exitosa temporada en el Foro de las Artes del Cenart, Niño malo llega al Teatro La Capilla, una intervención escénica que se enlaza con un seminario académico y una instalación plástica donde el propósito es reírse de las familias donde crecimos y a las que la sicología se ha encargado de poner nombre a sus errores.

Un monólogo con la dramaturgia y actuación de Jorge Aguilar que nos recuerda que no hay familias armónicas y que la infancia es destino. Una constante que él, como escritor e intérprete, reafirma con este ejercicio, porque para él, si la infancia significa el destino que nos depara la vida, entonces la sala, la recámara, el baño o el comedor de nuestra casa familiar son las incubadoras de aquellos que llegarán a ser los médicos, actores, albañiles, abogadas, profesores, meseras, políticos, desempleados o criminales del futuro…

En el escenario, Jorge Aguilar interpreta a cinco personajes, cinco hermanos invocados para saldar cuentas pendientes. No se han visto hace mucho tiempo. Todos creen ser exitosos aunque algunos no llegaron a ninguna meta. Los cinco están tocados en cuerpo y corazón por haber crecido entre los estragos morales de una clase media aspiracional y pretenciosa. Realmente son cinco niños castigados, cinco adultos encerrados.

Asi, armarán juntos un rompecabezas que dejará como telón de fondo una certeza: la fuerza del cariño avanza, indestructible, por encima de las amenazas de nuestra calamidad personal.

Con la dirección de Pilar Cerecedo, la asesoría dramatúrgica de Guillermo León y el arte plástico de Roy Suárez Patiño, Niño malo ofrecerá tres únicas funciones los viernes 12, 19 y 26 de agosto, a las 20:30 horas, en el espacio de La Capilla en Coyoacán. Un viaje nostálgico, en el cual el espectador es transportado a la infancia y deja ver al adulto que reclama por el niño perdido en el pasado… Una historia que nos remite a los tiempos de antaño donde Parque Delta no era un centro comercial y El Llanero Solitario estaba en el top ten de los más vistos.

Concebida como una exploración de los roles familiares que ejercemos desde pequeños, Niño malo es una narrativa escénica que hurga en la psicopatología familiar y representa la vida de cinco niños y su transformación en adultos.

Niño Malo subraya que la familia es donde se forman los lazos emocionales y las visiones racionales con las que cada individuo observamos la vida y el mundo: niños reyes que se vuelven políticos, chivos expiatorios que hacen brujería o niños invisibles que son intelectuales.