Por: Interescena informa — 12 de agosto, 2016
La compañÃa Onirismos presentan Los minutos se vierten, creación colectiva basada en el texto homónimo de Carolina Estrada, que surgió a partir de un brote de nostalgÃa que atravesó la memoria de Adrián Asdrúbal Galindo, director de escena, quien al hablar sobre su abuela, sin hacerlo explÃcitamente, pensó en utilizar el texto original de Carolina Estrada para hacer en una remembranza escénica que, aunada al testimonio de los actores, quienes también aportaron recuerdos y anécdotas en torno a sus abuelas, llevará al espectador a una comunión entre pasado y presente.
AsÃ, surgió Los minutos se vierten, una narrativa escénica que apoyada por la música de Pablo Hernández y la iluminación de Sergio Écatl, se proyecta como propuesta de danza-teatro donde las vivencias y los recuerdos son protagonistas de una especie de homenaje a lo sabio y antiguo; una revalorización del pasado y su justa reubicación en el presente.
“Me interesa lo que la gente tiene que decir, por eso me alejo del lenguaje ya construido”, comenta Adrián Asdrúbal Galindo, quien, a partir de la mezcla de las historias, las coreografÃas, los recursos multimedia y la participación del público, crea una narrativa escénica para hablarle al espectador sobre un llamado al viento, un perdón por todo lo que no hemos hecho con nuestras abuelas, un “no me gusta” de su carácter, una reconciliación con nuestra familia a través de un presente que apenas vivido ya es un bello y melancólico recuerdo.
Con la participación de Iván Caldera Ãlvarez, Gabriela del RÃo, Marisol Paredes, Yollotl Manzur, Alejandra DÃaz y Natalia Alanis, Los minutos se vierten de la compañÃa Onirismos concluye temporada este fin de semana en el Teatro Julio Jiménez Rueda, un ejercicio en el que Adrián Asdrúbal Galindo aborda los derechos de las mujeres sin hacerlo de manera panfletaria, ya que él considera que la mayorÃa de nuestras antecesoras estuvieron expuestas al machismo, matrimonios arreglados, falta de estudios y de oportunidades laborales y otros problemas propios de su época.
“Al final de la obra, los espectadores salen pensando sobre sus antecesoras, pues todo mundo tiene algún recuerdo de su abuela, aunque no la haya conocido. AsÃ, pueden compartir historias, lo que da pie a variadas reacciones, desde remordimientos hasta reconciliaciones”, Adrián Asdrúbal Galindo.
Los minutos se vierten, una propuesta escénica que habla de lenguaje contemporáneo y, al mismo tiempo ofrece un acercamiento a nuevas formas de expresión teatral en un diálogo que descubre la comprensión, la aceptación y el perdón. Fotos: Blenda
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