Por: Interescena informa — 1 de julio, 2015
David Psalmon lleva a escena 1.12, una visión cruda y violenta donde el teatro se vuelve un gran espejo sin ambages ni mentiras para tratar de entender un poco más quiénes somos.
“Esta propuesta surgió de un laboratorio de teatro que impartà en la UNAM, al tener como lÃmite el 1 de diciembre para elegir el tema a desarrollar y ante los hechos ocurridos el mismo dÃa decidieron hacerlo sobre la marcha y las evidentes arbitrariedades; aunado a lo anterior, además por el interés que tienen por los temas sociales”, David Psalmon.
Un texto escrito por las nóveles dramaturgas Mariana Montero y Paulina Villaseñor que lleva el tÃtulo de 1.12 como sÃmbolo a la oleada de manifestaciones que tuvieron lugar el 1 de diciembre de 2012, donde la concurrencia popular suscitó un fenómeno social poco común y muchos civiles fueron detenidos injustamente o por encontrarse en el lugar equivocado.
Nueve personajes femeninos de diferentes estratos sociales, económicos y culturales que hablan o mejor dicho gritan, por la desesperación de haber sido privadas de su libertad, por la violación a su integridad, por no respetárseles sus derechos, por no saber de qué se les acusa y por no saber si saldrán de ahà o si serán un número más para la estadÃstica de las personas desaparecidas.
AsÃ, en un dispositivo escénico sencillo, David Psalmon apuesta a la fuerza y capacidad actoral de Paola Córdova, Leonora Cohen, Miriam Romero, Itzé Mota, Idalà Osnaya, Melanie Borgez, Mariana Morado, Viviana Amaya, Karla Sánchez y Karim Torres para conducirnos a través de una celda insalubre donde conviven estas diez mujeres que nos narran cómo inició su tragedia.
1.12, una creación del colectivo TeatroSinParedes, se presenta los miércoles (hasta el 15 de julio) en el marco del ciclo Ópera Prima que celebra el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, un trabajo que si bien recurre a la necesaria interpretación e imaginación se documenta en uno de más de los trágicos capÃtulos en la historia del México del siglo XXI.
Quizá podrÃa parecer profundamente pesimista, pero más allá de la visión inevitablemente trágica que ofrece de nuestra sociedad, 1.12 nos recuerda que la mejor salvación ha sido y seguirá siendo la imaginación y que, a pesar de la violencia, uno debe seguir luchando para conquistar sus derechos y construir su libertad.
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