Macho Man XXI… la belleza de la danza contra el horror de la violencia de género

Por: Jonathan Maldonado — 16 de julio, 2016

“Quiero que el público se de cuenta que el cuerpo puede decir más cosas que la palabra. Por mi parte, gracias a la danza he podido resolver las preguntas que me hago como ser humano, a partir del largo proceso coreográfico, compartirlas y revisarlas. A veces, los momentos que vivo no puedo expresarlos través de un texto o la voz, entonces lo digo con la danza”, Tania Pérez Salas.

En el marco de la Temporada de Danza 2016 que lleva a cabo el Palacio de Bellas Artes, la Compañía Tania Pérez Salas presentó, la noche del viernes 15 de julio, el estreno de Macho Man XXI, un programa que se complementó por la obra homónima que dio título al espectáculo y dos piezas más: 3.Catorce Dieciséis y Las aguas del olvido.

Una gala que inició con 3.Catorce Dieciséis, una pieza –realizada en el 2002– visual acompañada por música de compositores clásicos y barrocos como: Marais, Frescobalti, Vivaldi, Couperin y Battista. Un trabajo que la misma Tania describió en el programa de mano como “una obra que salió de mis entrañas. Nada estaba predeterminado y todo cabía en una sola circunferencia”.

Con una escenografía que habitaba el espacio otorgando diversas alturas y marcando las áreas del escenario, se descubría una notable transformación en la evolución de la coreografía. Una alta concepción de la belleza y del movimiento desató la danza al más alto nivel artístico.

El desplazamiento rasgaba el tiempo y el espacio en cada movimiento de los intérpretes, quienes en su fuerza y fragilidad dieron vida a una pieza redonda en la que el encuentro y la gestualidad se transformaban en expresión de claridad y pasión.

Al final del primer intermedio de la noche, los pasillos del Palacio hervían de comentarios y expresiones, a favor y en contra como sucede con toda propuesta arriesgada, el intercambio de ideas fluía como el movimiento y aún estaba por llegar el anunciado estreno.

Con un gran sentido del humor que toma como punto de partida la temática de violencia de género y de la violencia per se, vinculada a lo caótico, surrealista y hasta exótica que puede ser nuestra cultura llegó la coreografía que dio título al programa, Macho Man XXI, un proyecto que inició hace siete años, y que ha tenido diferentes etapas y búsquedas hacía la creación, con el cual la maestra abordó de manera frontal el abuso psicológico, verbal y físico hacia la mujer.

Sobre Macho Man XXI, Tania Pérez Salas reflexionó: “Nace de México, de esas formas de hablar, cosas particulares nuestras, de ese machismo que hay en mi país. Me sorprende que se pueden escuchar cosas como: es su culpa, siempre es su culpa, la culpa que carga la mujer sobre cualquier situación”.

El tema de la violencia, particularmente la de género es un problema que nos afecta y concierne a todos en el país. Se ha abordado desde distintas expresiones creativas y dispositivos escénicos, a decir de Tania Pérez Salas: el cuerpo que danza tiene un poder especial para expresar situaciones tan complejas.

“Se ha tratado mucho este tema del feminismo, pero la danza siempre llega a otra capa de nuestra conciencia porque tiene la capacidad de transmitir de otra forma temáticas universales como el machismo y en este caso el feminismo. La danza tiene una forma distinta de llegar a cada uno de nosotros, crea puentes de contacto con el espectador de una forma distinta a través de la mirada de una particular mujer que ha vivido toda su vida en la Ciudad de México y ha padecido experiencias buenas y malas”, Tania Pérez Salas.

En Macho Man XXI descubrimos un nuevo paisaje sonoro por el que Tania Pérez Salas hizo su primera incursión con letras en español. Con su obra nos llevó por un recorrido musical alegre que nos es propio, mientras fuimos testigos de las múltiples maneras de violencia a la que son sometidas las mujeres en la sociedad contemporánea. No por tratarse de un tema y de una selección musical muy nuestra la coreógrafa perdió la factura meticulosa y fina a la que nos tiene acostumbrados.

Con una sutil y casi imperceptible transición nos recordó que cada mujer en el mundo es un universo maravilloso al que hay que respetar, amar y cuidar, todo con el lenguaje del cuerpo, sin moraleja, sin regaños. Macho Man XXI es danza y música de altísima calidad, es la diversidad para otorgarle a la mujer el lugar que se merece, en está y en cualquier otra sociedad.

Finalmente, para cerrar con broche de oro, llegó Las aguas del olvido –1998–, espectacular producción que requirió la instalación de un espejo de agua en el escenario de Bellas Artes, una escenografía en la que se dibujó una danza que es un natural y hermoso tributo a ese elemento del que depende la existencia de todo ser vivo en la Tierra. Con un claro entendimiento del elemento y la ya mencionada potencia, belleza y precisión de sus bailarines, Las aguas del olvido cerró un programa que seguro estará en la lista de lo mejor del año.

Tania Pérez Salas no se guardó nada y nos entregó una función que en cada momento nos recordó la fuerza artística del lenguaje corporal; con la muy escasa virtud de interesarse por el público. Trabajo sofisticado y accesible, claro y profundo, de ideas y emociones. Arte, fuerza y el gozo del espectador en un solo programa es lo que se presentará también hoy sábado –en dos funciones, una de la tarde y siete de la noche– en el Palacio de Bellas Artes.

Previamente, a estas actuaciones, InterEscena tuvo la oportunidad de hablar con la creadora sobre el momento que vive como artista y su relación con las obras que presentó en el Palacio de Bellas Artes, esta es la perfecta descripción de quien es Tania Pérez Salas.

“La historias de mis obras siempre han representado los diferentes momentos que tienen que ver con mi papel como mujer y con la relación que tengo con la gente que me rodea, con la tristeza, la felicidad, la añoranza, la fe de cambio, la preocupación… El lenguaje que se ve en escena es aquel que al bailarín le da una sensación específica, esa sensación es la que estoy buscando experimentar con el público. Esa es mi lealtad hacía la danza, ese proceso es como mi salvación”.