FIDCDMX… el compromiso con la danza contemporánea

Por: Gabriela Jiménez Bernal — 28 de julio, 2016

“Un proyecto que no sólo es pionero en la Capital de nuestro país, sino que es el primero de carácter internacional que le apuesta a espectáculos creados a partir de una investigación profunda sobre el movimiento y la biomecánica corporal…”

Del 29 de julio al 14 de agosto se lleva a cabo el Primer Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México (FIDCDMX), un evento con la participación de alrededor de 20 compañías procedentes de Japón, Siria, Estados Unidos, Italia, Venezuela, Israel, Taiwan, Escocia, España, Austria y la República Mexicana.

Una iniciativa impulsada por Rising Art bajo la dirección del bailarín y coreógrafo Rodrigo González y Raúl Taméz, gerente general del proyecto, dos destacadas figuras de la danza nacional que han logrado sobresalir dentro del gremio por su talento, profesionalismo y entrega a la danza.

El FIDCDMX, surge como una propuesta que busca enmarcar la danza contemporánea con el objetivo de fomentar el contacto con una diversidad de propuestas dancísticas de calidad, así como dar la oportunidad de exposición a grupos nacionales que en un mismo evento coexistan con las propuestas que se presentan de otros países.

Por otro lado, el Festival busca la programación de apuestas artísticas innovadoras, de contenidos sólidos que se sustenten en el trabajo riguroso del cuerpo. Además, busca la inclusión de jóvenes talentos y artistas experimentados, así como de compañías de pequeño y gran formato, siendo prioridad para su curaduría, la solidez de las piezas más allá de la trayectoria de los creadores.

Para el FIDCDMX es importante seguir fomentando la creación de públicos para la danza contemporánea y la pertinencia como detonador del acercamiento de los visitantes y habitantes de la Ciudad de México, en el marco de una megalópolis ávida de eventos culturales públicos.

En esta primera edición, las compañías participantes serán: Rachel Erdos (Israel), Tomas Danielis (Austria), Ahmad Shaaban (Siria), Anna Borrás (España), Gennaro Maione (Italia), Tomohiko Kyogoku (Japón), Iona Kewney (Escocia), Tanz Company (Austria) y Agente Libre (Venezuela).

De Estados Unidos, se cuenta con la participación de los ensambles: Almanac, Colby Damnon, Carmen Caceres, Imee Dance Company y Danceable Projects. Mientras que nuestro país es representado por Óscar Ruvalcaba Compañía, Proyecto Finisterra, Axioma Project Dance Company, La Manga Video y Danza, Patricia Marín, Convexux Ballet, Elisa Rodríguez Ostuni, Alexandra Pereda.

Las sedes del FIDCDMX serán: el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la Sala del Centro Cultural del Bosque, el Centro Cultural del Bosque, el Salón de Danza de la Dirección de Danza UNAM, la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM, el foro chilango La Cantera, y Un Teatro Alternativa Escénica.

En entrevista con Rodrigo González, declaró: “Este Festival nace de una necesidad personal de emprender una iniciativa que le diera cabida a proyectos que abordan de manera diferente el tema de la danza, a partir de investigaciones rigurosas sobre el movimiento y las biomecánicas corporales”.

La esencia del FIDCDMX
La curaduría del Festival se rige en la idea de la investigación del movimiento. De ahí que los protagonistas de este evento serán bailarines y coreógrafos que están involucrados profundamente en la investigación del movimiento, es decir, sus propuestas escénicas son totalmente distintas a los que se acostumbra a programar en cartelera.

“Pensé que necesitábamos de una retroalimentación de esta naturaleza con gente que comprometida con la investigación en torno al cuerpo, el movimiento, la biomecánica y los discursos físicos. Si bien en la actualidad hay muchas tendencias en la danza contemporánea, nosotros le estamos apostando al compromiso con el cuerpo en movimiento, a la búsqueda de biomecánicas distintas a lo que siempre vemos”, Rodrigo González.

El aporte
Al preguntarle a González si el FIDCDMX tiene el propósito de motivar a pensar la danza, esto dijo: “Por supuesto que hay una idea de concientizar, pero sobretodo queremos que se lleve al hecho escénico, porque puede haber muchos coloquios sobre la danza pero se quedan en la teoría, y nosotros con el Festival queremos mostrar aquellos montajes que son resultado de una profunda concientización de la danza. Queremos que las reflexiones filosóficas sobre la danza se plasmen en escena y hagamos un compromiso verdadero con el movimiento”.

¿Qué pensarías de esas propuestas de danza contemporánea que no están sustentadas en una investigación profunda?
R.G. “Que no están mal. Simplemente son formas distintas de hacer danza. Son diferentes quehaceres escénicos, pero no son de mi interés. Yo le estoy proponiendo al público y a la comunidad dancística un encuentro con espectáculos muy bien sustentados en la investigación del cuerpo y el movimiento”.

¿Cuál sería la lectura que te gustaría que hicieran los espectadores?
R.G. “El Festival es un pretexto para que la gente se acerque con otros ojos a la danza contemporánea. Que traten de entenderla y comprender qué motivaciones tuvo el coreógrafo para hacer tal o cual pieza y qué es lo que está tratando de decir a través de su obra. No olvidemos que el gran reclamo del público que va a ver danza contemporánea es que no le entiende, así que nuestro reto es demostrarles que este género tiene mucho que decir. Me encantaría que la gente que asista al Festival salga trastocada, reflexiva, transformada”.

¿Cuál fue el criterio para elegir a los participantes?
R.G. “Justamente que fueran compañías comprometidas con la investigación del movimiento y que tuvieran la idea de que el cuerpo debe arriesgarse en el escenario”.

Cabe destacar que todas las funciones serán compartidas, es decir, en una sola función se presentarán dos o tres propuestas, de tal manera que el público tendrá la oportunidad de apreciar diferentes estéticas, al mismo tiempo que las compañías podrán convivir con sus colegas y así, retroalimentarse en lo personal y en lo profesional.

¿Habría un plato fuerte en la programación?
R.G. “Yo diría que todo el Festival lo es. Es como una ensalada, donde cada ingrediente le da un toque especial y si falta alguno ya no sabrá igual”.

González se dice más que satisfecho con el programa conformado, ya que jamás pensó que sería tan positiva la respuesta a la convocatoria que lanzó meses atrás para realizar el FIDCDMX. Comparte que fueron más de 300 compañías de todo el mundo las que buscaron ser parte de este gran proyecto capitalino.

El futuro de este encuentro capitalino
Para Rodrigo González, lo ideal sería que se realizara de manera permanente cada año y que se convirtiera en una referencia para ver danza de calidad. Además, que sirviera como un recordatorio para hacer un tipo de danza en específico: “Serviría para no olvidar que hay que investigar con profundidad el movimiento y así no quedarnos en una zona de comodidad; a veces pasa que generas un estilo y como te va muy bien, prefieres quedarte estancado. Nuestro Festival podría ser un punto de encuentro para innovar en la creación dancística”.

¿Qué tan fuerte es el compromiso que asumes con la organización del FIDCDMX?
R.G. “El compromiso es primero conmigo mismo. Necesitaba ser honesto con la danza que quiero compartir. Tampoco busco quedar bien con nadie; quizá habrá amigos o colegas que se molestaron porque no los programé pero deben entender que no fue cuestión personal, sino que no encajaban con el perfil que se buscaba. El otro compromiso es con los artistas, de respetar sus propuestas, y con el público, de ofrecerles montajes de calidad. El compromiso también es abrir nuevos canales de reflexión en torno al quehacer dancístico contemporáneo”.