Delfos… el universo de la danza se abrió en punto de la medianoche

Por: Amanda García L. — 29 de septiembre, 2018

“El desnudo de las almas y los cuerpos que viven a través de una vez que no es la suya y, en ello, la paradoja de la existencia…”

La oscuridad de la noche esculpe siluetas sin identidad. Aquella que como cómplice de las sombras se desprende del cuerpo apenas llega la medianoche para transfromarse en escenadas iluminadas por el reflector de la Luna. Aquellas, que se ocultan justo cuando el Sol se asoma.

Personajes sin nombre sustraídos del televisor, la radio o algún pasaje de la historia mexicana habitaron la Sala Miguel Covarrubias para descubrir Es Medianoche… variedades nocturnas, un espectáculo cargado de humor, drama e ironía, como elementos característicos de la visión de Marcela Sánchez Mota y Octavio Zeivy, de Foco al Aire Producciones.

Se trata de una propuesta que surge a partir de la fusión de Delfos Danza Contemporánea y Foco al Aire, para celebrar 25 años de vida artística de Claudia Lavista y Víctor Manuel Ruiz en una breve gira por la Ciudad de México que este mes continúo con presentaciones en la Sala Miguel Covarrubias, donde la semana pasada ofrecieron tres funciones de este nuevo concepto que conjunta recursos teatrales, dancísticos y musicales para dar paso a una explosión escénica llena de color y emociones.

Es Medianoche…, representa, como dice Víctor Manuel Ruiz, “una exploración a través de máscaras corporales y un intenso laboratorio de creación que partió del proceso que vivieron los intérpretes para dibujar en el escenario un espectáculo donde la magia desnuda las almas y los cuerpos de aquellos seres de la noche que permiten apreciar la individualidad del hombre”

Cuerpos sin rostro que se preparan para salir a cazar justo cuando la oscuridad anuncia su llegada. Sin embargo, su transformación es casi imperceptible y al mismo tiempo drástica, una mutuación sorpresiva y casi inesperada para el espectador. Personajes que mediante diferentes recursos expresivos como el gesto, la voz y el movimiento corporal hacen posible la interrelación de seres con naturaleza completamente opuesta.

Un universo interpretativo donde la narrativa amplía y enriquece una historia donde concursantes de belleza, cantantes, toreros, presentadores de televisión, bailarines y poetas se muestran al público de manera distinta a la ya concebida en la realidad. De esta manera, los creadores cuestionan la identidad humana, así como la capacidad de evolución que un intérprete puede tener tanto en una puesta en escena como en la cotidianidad de la vida.

Tres funciones de Es Medianoche… variedades nocturnas en el recinto universitario donde Delfos, de principio a fin, nos ofreció la sensación de un collage de personajes que dejaron atrás el pasado. Escenas que sucedían en el momento y dejaban en puntos suspensivos lo que pudo haber ocurrido una vez que la profundidad de la noche era penetrada por la luz. Un cabaret donde todo permanecía tal y como lo conocemos.

Después del proyecto con Marcela Sánchez Mota y Octavio Zeivy, llega –como parte de esta celebración del grupo mazatleco– este fin de semana al escenario del Teatro Sergio Magaña, Entre sueños y flores, una colaboración entre Delfos y Danza Experimental Lola Lince bajo la dirección de Víctor Manuel Ruiz que nos participa un dueto, de Lola Lince y Claudia Lavista, que hace de la danza una fantasía en un espacio habitado por dos mujeres en su tránsito entre la vida y la muerte.

“Entre sueños y flores hace de la experiencia de la muerte un lugar frío, inhóspito, tenue, pero inconmensurablemente bello… y crea en el escenario una experiencia estética que conmueve, que fluye y aterriza la belleza”, Víctor Manuel Ruiz.

El martes 9 de octubre, Delfos continuará el festejo en su participación en el Festival Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez/FIMNME, una única presentación en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, donde en mancuerna con el Ensemble Dal Niente y el compositor argentino Tomás Gueglio, presentarán Proa, un proyecto de colaboración interdisciplinario que comenzó en 2017 a raíz de una serie de residencias artísticas que el ensamble mazatleco realizó en Chicago y Mazatlán y se estrenó el pasado mes de agosto en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

Una coreografía de Claudia Lavista que versa sobre la trayectoria que emprendemos como seres humanos hasta llegar a ciertos puntos donde debemos tomar decisiones trascendentales para nuestra vida. Una constancia que como dice la coreógrafa: “como creación, Proa ejemplifica el eje medular de Delfos, ese punto en la vida que tiene que ver con la visión que desde un principio tuvimos al decidir que Delfos sería un proyecto de vida que giraría alrededor de la danza“.

“Cuando celebramos 20 años hicimos una retrospectiva, ahora no quisimos hacer lo mismo, no quisimos presentar trabajos viejos y todas las obras tienen menos de un año de creadas. Decidimos celebrar 25 años con lo que somos hoy, con lo que estamos haciendo en este momento y lo que queremos hacer en el futuro. Este programa cierra un ciclo y abre otro”, Claudia Lavista.