Dead FIRE, ilusiones coreográficas que surgen del imaginario de Wang Yuanyuan

Por: Claudia Magun — 18 de abril, 2015

Para celebrar el arte coreográfico, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris invitó a una las máximas representantes de este género en China, Beijing Dance Theater, que en su primera presentación en el recinto de Donceles, ayer viernes 17 de abril, ofreció una cátedra de aquello que se define como construcción coreográfica en la escena: estructura en movimiento que utiliza el cuerpo como instrumento técnico para transforma el lenguaje corporal en narrativa.

En esta presentación llevaron a escena Dead FIRE, poesía en movimiento que como hilo conductor de la historia suscribe reflexiones sobre la sociedad contemporánea a partir de escenas abstractas visualmente impactantes que llevan al espectador por el imaginario creativo de Wang Yuanyuan, directora de este ensamble y creadora de las tres piezas que integran el programa.

Yuanyuan, es una de las principales coreógrafas de su país, su conocimiento profundo de la danza clásica, además de su dominio sobre los estilos contemporáneos, descubren una perfecta técnica y una sutileza interpretativa que juega con la ambivalencia de la vida, energía y esencia que lleva la cultura oriental a un paralelo occidental donde el drama de la ópera china, la mística del tai chi, el misterioso de los templos y los dioses se entremezclan con un paralelo occidental de sonidos electrónicos, hip hop y música incidental para hacer de la danza un texto poético que deja la reflexión en el imaginario del espectador.

Con la participación de 17 bailarines en el escenario, todos egresados de la Academia de Danza de Pekín, entre estos destaca la interpretación de Wu Shanshan, Zhang Qiang, Feng Linshu, Sun Jing, Li Cai, Luan Tingting, Wang Yinan, Beijing Dance Theater presenta, Dead fire, una propuesta dividida en tres piezas: Crossing, ilustración escénica que lleva al público por una danza donde los interpretes en libertad encuentran en el Tai Chi, el equilibrio físico y síquico del ser humano.

La segunda, Farewell Shadows y la tercera pieza, que da nombre al espectáculo, Dead FIRE, parten de la coreografía Wild Grass, inspirada en la antología Dead fire de Lu Xun (1881-1936), en la cual el escritor chino refleja la lucha por la supervivencia en un mundo en el que se cuestiona la contradicción de la libertad y el autocontrol que el ser humano experimenta en su transición a la vida contemporánea.

“La poesía de Lu Xun fue es mi inspiración para llevar a escena los cánones de vida que, desde hace más de dos décadas, se instalaron fuertemente en China y la colocaron en la disyuntiva de ajustarse a una vida moderna que devenía del crecimiento económico y social de mi país”, Wang Yuanyuan.

En el caso de Farewell Shadows, Yuanyuan realiza una exploración donde los bailarines como marionetas controlados por hilos invisibles deambulan en una vertiente que coexiste entre una alteración energica y una visión etérea creando imágenes que emulan el devenir de la modernidad, una constante que va de lo económico a lo existencial.

La presentación cierra con Dead FIRE, imágenes enigmáticas que develan delicionas sensciones, un ir y venir del movimiento en un mundo indeterminado donde el piso parece no existir y los bailarines vuelan entre una suave niebla de plumas y una luz que sugiere el sol cuando sale al amanecer.

Dead FIRE, un viaje coreográfico que abarca diez años de creación, reunidas en tres breves piezas que revelan el firmamento creativo de Wang Yuanyuan, quien con su arte, la música y el lenguaje del cuerpo delinea escenas sublimes donde el vivir y el sentir representan creación y destrucción, mismas a la que el ser humano se enfrenta en un enterno cuestionamiento sobre el ser o pertenecer.