Por: Susana Fernández — 10 de julio, 2018
Con la belleza, armonÃa y riqueza coreográfica que la ha colocado como una de las agrupaciones más importantes del ámbito internacional, Hubbard Street Dance Chicago conmocionó al público reunido, ayer lunes 9 de julio, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, una función que arrancó por todo lo alto el Danzatlán 2018 Festival Internacional de la Danza.
La actuación de este ensamble norteamericano dirigido por Glenn Edgerton tuvo una acogida por demás cálida por parte de los asistentes que pese a la lluvia y tráfico ocuparon la totalidad del recinto histórico de Donceles. Fue asÃ, que en un acto de seducción la Hubbard Street Dance Chicago nos llevó a una transición por estados anÃmicos que transitaron de la sorpresa a la ternura para culminar en un gran acto catártico donde el público dejó de ser un partÃcipe pasivo para unirse en una gran fiesta dancÃstica que nos mostró que el baile viene del alma.
La noche inició con Grace Engine de la creadora canadiense Crystal Pite. Un juego con el movimiento, el hombre y su correr por la vida, pasos de quien se apresura. AsÃ, el intérprete presta oÃdo a los sonidos de un tren en camino, la velocidad, el tumulto que amenaza con embestirlo…
Grace Engine, son escenas que cobran vida como sombra de la música electrónica de Owen Belton, es la danza que nos lleva por un ritmo veloz y a través un sacudido agitado y hasta alterado cuerpo pregunta: ¿acaso no es asà como vive el ser humano, siempre de prisa? Asà en un juego de imágenes, los bailarines ataviados en traje sastre como metáfora de ese condicionamiento social que exige la homogeneidad de una sociedad predecible, dibujan el ir y venir de Grace Engine, una obra que en su concepto cuestiona ¿cómo vencer lo cotidiano, la rutina y el individualismo?
En la segunda actuación, el lenguaje poético e intimista de la música de Devendra Banhart dio paso a Lickety-Split del coreógrafo español Alejandro Cerrudo, una interpretación sutil donde las parejas mostraban aquello que transforma el amor en diversidad, la necesidad del otro y el establecimiento de lazos de comunicación entre dos personas que en el silente de la danza se hablan.
Lickety-Splites nos ofreció una expectativa escénica que apela a un estado anÃmico provocado por la conjugación de música y expresión corporal, una descarga de movimiento donde la fraternidad y conocimiento del otro encuentra réplica y acompañamiento sin fronteras de raza, unidas por el lenguaje universal de la danza.
Finalmente, para cerrar la noche llegó Decadance/Chicago, una pieza creada por el coreógrafo israelà Ohad Naharin, concebida ex profeso para el Danzatlán que marcó el debut en nuestro paÃs de Hubbard Street Dance Chicago.
Un discurso que surge del imaginario de este artista israelà llamado “el gurú del mundo Gaga”, ese concepto que, en palabras de Elisa Carrillo, “es el lenguaje que revoluciona la danza, es conocer tu cuerpo de una forma totalmente diferente. Cuando haces Gaga, sientes que nunca has bailado…”
Decadance/Chicago, fue la experiencia que admitÃa al espectador como partÃcipe de una catarsis que delineaba fragmentos coreográficos a partir de una traslación electrónica en un pájaro de fuego de Igor Stravinsky, o en el calor musical que surgÃa al compás de un mambo llamado ¿Quién será?, hasta llegar a una cinematográfica exposición de Over the rainbow en un juego de sonoridades y corporalidades que permitÃan descubrir esa mirada intima que caracteriza el lenguaje de Naharin.
El estreno de Decadance/Chicago, fue el gran final de una noche de danza y talento, la gran fiesta de Hubbard Street Dance Chicago que invitaba al público a compartir con ellos, para sentir aquello que permite la danza desde el escenario y en el escenario, un baile que exhortaba a sentir una sacudida del cuerpo y con ello remover los fantasmas que atacan el alma.
De esta forma, Danzatlán logró que el público se rindiera ante ese viaje de sensaciones y emociones, en la expresión de Decadance/Chicago, esa apreciación de aquello que con talento y creatividad puede llegar a suceder en el escenario para cerrar una gran noche de danza.
Una pieza que sin perder el rigor de la disciplina y técnica expresó el sentir del cuerpo a través de un lenguaje donde color, sustancia y música se conjugan para transmitir el mismo mensaje: la danza hermana, sin necesidad de idiomas o razas.
Celebrando el arte coreográfico, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris aún presentará dos invitados más de Danzatlán 2018 Festival Internacional de la Danza, São Paulo Companhia de Dança (viernes 13 de julio) y Les Ballets Jazz de Montrèal (miércoles 11 y sábado 14 de julio), dos protagonistas de esta fiesta que nos permite conocer aquello que se revela más allá de nuestro imaginario ya que como bien dicen: “bailar es soñar con los pies”.
Para más información de horarios, compañÃas y otras actividades que presenta Danzatlán 2018 Festival Internacional de la Danza, consulte en www.danzatlan.com Fotos: Todd Rosenberg y cortesÃa del Cenart.
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