
Por: Roberto Sosa — 15 de agosto, 2011
La fuente de inspiración de un dramaturgo requiere de un estudio minucioso. Además, si se trata de un texto que tiene que ver con el erotismo, y este fue escritó hace quinientos años, toma una connotación que vale la pena detenerse en la revisión para asà entender cómo fue escrito y quién lo realizó.
Durante el periodo de Carlos V en España, todo lo relacionado al sexo y a la vida galante, se consideraba sucio y fuera de todo orden; las prostitutas vivÃan marginadas y eran señaladas por una sociedad “puritana†que vivÃa una doble moral (como hoy).
Francisco Delicado, autor de La lozana andaluza, nos legó este texto escrito a mediados del siglo XVI que versa sobre las aventuras de Aldonza, una bella y sensual mujer nacida en Córdoba que huérfana de madre en su adolescencia y expatriada llega a Roma para ejercer el oficio más antiguo del mundo, además de perfumera y alcahueta.
Claudia RÃos hace la adaptación y dirige la propuesta escénica con el rigor que el lenguaje exige; junto a sus actores realizó esta versión a partir de la décima versión; y con su equipo estudiaron cada uno de los mamotretos, labor que les llevó semanas de trabajo y muchas horas de ensayos.
El resultado es una producción teatral que refleja todo este esfuerzo, una pieza que sin tener escenografÃa pero sà un muy estudiado y bien diseñado vestuario, desarrolla toda la dramaturgia a partir de la excelente interpretación del texto.
AsÃ, el escenario se llena de imágenes que nos muestran la corrupción moral que se vivÃa en las urbes del viejo continente, en este caso la romana, incluyendo a los representantes del clero.
“Es una obra muy erótica, considerada en su momento como inmoral y durante muchos años fue castigada sobre todo porque es protagonizada por una mujer muy liberal… Me parece que es una mujer profundamente contemporánea cuando dice: yo sólo quisiera vivir donde no hubiera vergüenza de ser mujer y de hacer lo que uno quiere para ser felizâ€, Claudia RÃos.
La lozana es un personaje que transita por tres interpretes, tres formas de sentir y expresar a una mujer que representa la sensualidad, el deseo; los hombres de todas las clases sociales se rinden a su encanto. En este sentido, Claudia RÃos decide que tres actrices den vida al personaje central de la historia, es decir, aquà Aldonza puede ser cualquiera, todas son putas, sin embargo quizá en esta dinámica, el personaje pierde fuerza, continuidad, pero gana en variedad interpretativa.
La lozana andaluza es una obra llena de picardÃa y erotismo, que habla de una sociedad y una época en donde el libertinaje estaba más que presente, un comportamiento que trataba de ponerse una máscara; todos deseaban los favores de la andaluza y pagaban por ello, la hipocresÃa la dejaban de lado con tal de tener momentos de placer entre las piernas de la hermosa cortesana. Enredos y aventuras que le ganaron fama y fortuna, pero de igual forma le causaron muchos problemas.
La lozana andaluza, se presenta en temporada en el Teatro Orientación con las actuaciones de Verónica Albarrán, Montserrat Ãngeles, Claudia Bernardi, Ernadeni Durán, Max Flores, Fernando Huerta, Yanet Miranda, Carlos Román, VÃctor Siáñez, Frncisco Silva, Eileen Yáñez y Luis Eduerdo Yee.
Con este proyecto, la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), se constituye como una compañÃa propia con los alumnos egresados de las licenciaturas de Actuación y EscenografÃa, gracias a la labor de Claudia RÃos, actriz, dramaturga, directora y docente de la ENAT.
“Este montaje es el proyecto piloto para arrancar una compañÃa porque nos parece que muestra con mucha claridad cuál es el nivel de calidad de lo que los actores y diseñadores formados en la ENAT pueden hacer. El objetivo es conectar a los muchachos con el mercado laboralâ€, Gilberto Guerrero, director de la ENAT.
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