
Por: Enrique R. Mirabal — 1 de septiembre, 2006
Cuando una obra importada viene precedida de éxito internacional podrÃa decirse que el 50% de la empresa está garantizado pero la otra mitad siempre dependerá del talento nacional que se haga cargo de ponerla en escena. OCESA tomó, sin duda alguna, la decisión correcta al contratar al factor humano que diera vida a la versión mexicana de Visitando al señor Green del norteamericano Jeff Baron, una especie de nuevo Midas en Broadway y más allá de sus fronteras.
José Solé, como bien se acota en el programa de mano, es un director veterano y su experiencia en prácticamente todos los géneros teatrales es garantÃa de un trabajo profesional. Lo cual conlleva taquilla segura. Al menos con el señor Green, por lo que se apreció en la función que nos tocó, va por ese camino. El elenco de sólo dos actores conjuga sendas generaciones en escena: Luis Gimeno y Beto Torres.
La estructura de …Green es lineal y simple, sin pretensiones formales ni rupturas espacio-temporales ni otros recursos gratuitos o justificados al uso. Lo que pesa es lo que se dice, lo que se cuenta y las reacciones de los personajes ante situaciones cotidianas o excepcionales. Todo lo anterior no excluye la integración de otros condimentos dramáticos que dan sabor y emoción a las ideas.
Desde la primera escena estamos prevenidos al conflicto generacional que se expone en el primer diálogo que se cruza entre el señor Green (Gimeno) y el joven visitante, Ross Gardiner (Torres). En lo sucesivo, las ideas, intereses y estilos de vida encontrados irán en crescendo, con la consiguiente catarsis esperada e inevitable desde que los griegos definieron lo que es el teatro. Lo especial aunque no inédito es la encrucijada en que son colocados los personajes al mostrar abiertamente su esencia, sus prejuicios y sus temores.
El universo cerrado de un decadente departamento neoyorquino, donde seres solitarios y, hasta cierto punto divergentes, se dan cita a fines de los 90 del pasado siglo funge como laboratorio en el que se experimentan sentimientos, se combinan frustraciones y emergen culpas, estigmas y… más culpas.
El autor, Jeff Baron, tiene larga trayectoria en los teatros americanos, en la TV de su paÃs (El Show de Tracy Ulman) e inclusive en el cine donde, además de escribir, ha dirigido sus obras. DÃa de las madres y What Goes Around… son dos de las más conocidas, la última, actualmente en cartelera en Nueva York.
Visitng Mr. Green ha sido, sin embargo, la que lo ha proyectado internacionalmente, al extremo de haber sido traducida a diversas lenguas y haberse representado o estar actualmente en cartelera en alrededor de 30 paÃses. En castellano, ha tenido gran éxito en Argentina (la traducción de la puesta mexicana proviene de allá aunque adaptada), en España donde se estrenó este año y ahora en México.
Hay incluso, adaptaciones para la televisión croata. Cuando una obra bien escrita y sincera hurga en la siquis y en lo más sensible del hombre, es muy difÃcil que no encuentre una respuesta positiva en el público de cualquier latitud. Asà sucede con Mr. Green., un huraño anciano que luego de exasperarnos, termina por ganar voluntades y simpatÃas. Mucho tiene que ver, el elenco escogido y, en especial, el señor Luis Gimeno en un papel a la medida de sus cualidades histriónicas y en un momento ideal de su larga carrera teatral.
Visitando al señor Green puede verse en el Teatro Renacimiento del Centro Teatral Manolo Fábregas de jueves a domingo.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.