Teatro

Ultima sesión, trastornos psicológicos a escena

Por: María Teresa Adalid — 1 de febrero, 2008

Ultima sesión, con la actuacción de Griselda Contreras y José Luis Canales se presenta en el Teatro Coyoacán Marcelo es un hombre con trastorno afectivo bipolar, conductas auto-mutilatorias y que ha intentado el suicido en diversas ocasiones. Su matrimonio ha sido un fracaso y guiado por la esperanza, acude en pareja a un centro de atención especializada en depresión y ansiedad. Tras el abandono de su esposa y en una turbulencia de incomprensión y tristeza, el caso de Marcelo es relegado a la doctora Macías, personaje de profunda inestabilidad emocional que viene arrastrando un funesto idilio amoroso con el director de la clínica y el hecho no superado del suicidio de su hermano.

Este es el planteamiento de la obra Ultima sesión, bajo la dirección de Toño Muñiz, con Griselda Contreras y José Luis Canales, que se presenta, sábados y domingos, en el Teatro Coyoacán.

Ultima sesión, bajo la dirección de Toño Muñiz se presenta en el Teatro Coyoacán El tema propuesto es interesante y reflexivo porque parte de la postura de lo humano, convencional y del teatro como aporte, mezclando ficción y realidad aunado al tema de psicología clínica no tan explorado en la marquesina.

En esta narración, se abren heridas no superadas, la culpa se hace presente, y todo el entorno parece destruirse a pedazos, en tanto el entramado se sustenta en hechos reales, como la conspiración del silencio que existe entre médicos que no informan con claridad al paciente acerca de su diagnóstico.

El historial familiar de Marcelo, proveniente de una familia adusta que a través de la ejecución y castigos corporales se imponía la disciplina (y que repercute más tarde en su intento constante por mutilarse), la situación común de aceptar a un paciente en tratamiento y la falta de ética de los responsables -que va contra el detrimento de la psicología-, conduce a un paciente con mal diagnóstico a atentar contra su vida para después convertirse en un auxiliar en la conocida muerte asistida -entendida como acto de amor- y del suicido, -como el derecho a ejercer sobre sí mismo a quitarse la vida-. De este modo, el problema fundamental por el que atravesamos es el dilema ético en la conjetura de esta obra.

Ultima sesión, bajo la dirección de Toño Muñiz se presenta en el Teatro Coyoacán La interpretación de José Luis Canales se rige por la columna del tánatos; lo mismo interpreta al negligente dueño de la clínica, que al paciente, además de haber realizadó la dramaturgia.

Queda clara la diferencia en ambos personajes con distinciones sencillas, (cambio de chamarra, bata, lentes), pero se nota más investigación en la construcción emocional explorada a través de los desórdenes de ansiedad, impulsos recurrentes, angustia, lentitud en movimientos, expresiones pausadas y en los sobresaltos existentes; el foco llama hacia las manos donde los dedos se friccionan con ansia, -lo cual debe de ayudar emocionalmente al actor-.

Ultima sesión, con la actuacción de Griselda Contreras y José Luis Canales se presenta en el Teatro Coyoacán La narración es un cuadro clínico basado en la experiencia de su creador con la psicología, el lenguaje es claro, con tintes melodramáticos y algunas frases conocidas, no obstante también están presentes algunos diálogos simples (muy pocos) con el pretexto de ironizar el decadente entorno, que rompen con la inercia lastimera, pero quedan embonados con calzador.

Griselda Contreras como la doctora Macías ofrece una interpretación que cumple con la labor escénica; la escenografía y la iluminación a cargo de Fabiola Hidalgo se rigen dentro de los parámetros de la funcionalidad mostrando lo decadente del espacio a través de un panel desplegable con el sistema de un díptico que también funciona como teatro de sombras.

Ultima sesión, además de ser una producción independiente, trabaja de manera conjunta con la asociación Ojos que sienten A.C para destinar una cantidad económica recaudada de los ingresos de taquilla (http://www.ojosquesienten.com/).

Ojalá que a la par de la noble labor social que realiza esta producción, contribuya para atraer más público al Teatro Coyoacán de la Sogem, que resulta una opción segura, en un lugar céntrico y con estacionamiento, no obstante, y a pesar de esta obra realizada con compromiso y profesionalismo, su afluencia es aún escasa.

www.astilleroteatro.com.mx

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.