
Por: Josué Romero — 24 de noviembre, 2015
Dicen por ahà que sólo un judÃo puede hacer escarnio de otro judÃo, y cómo no va a ser cierta esta aseveración si sólo ellos saben cómo son y se comportan dentro y fuera de su comunidad.
Porque hasta donde yo recuerdo, en mi condición de chilango guadalupano, no conozco ni un sólo chiste dónde el protagonista sea un judÃo, cosa contraria a los muchos chistes que me sé, sin ánimo de ofender, de gallegos, argentinos o mexicanos.
AsÃ, con estos antecedentes, además de estar medio enterado de que muchos de los judÃos de México viven en Polanco y que en su mayorÃa son buenÃsimos para hacer negocios –algunos, ortodoxos con trajes y sombreros negros y unos extraños caireles, llamados peeot, otros comunes y corrientes–, es que acudà al –cada vez más sorprendente– Foro Shakespeare para descubrir una divertida puesta en escena llamada Sucedió en Polanco, una obra producida por Daniela Yoffe y Ana González Bello, que, para su conocimiento, incluye tres autores, cuatro historias, doce personajes, seis actores y un director.
SÃ, una divertida colección de cuatro cápitulos que bajo la dirección escénica de Alberto Lomnitz retratan la fascinante diversidad étnica y cultural de nuestro paÃs través de hilarantes textos producto de la pluma de los dramaturgos de origen judeo mexicano José Appo, Jacobo Levy y Hugo Yoffe, quienes relatan, de una manera bastante aguda y a la vez crÃtica, una visión de la comunidad judÃa en la Ciudad de México, la cual indudablemente se asocia con el barrio de Polanco.
Ejemplo de ello, es el primero que lleva por tÃtulo La azotea, se trata de un breve episodio que narra el conflicto de dos empleadas domésticas. Una que vive con una familia de judÃos ortodoxos y, la segunda que presta sus servicios con una familia de judÃos “moderadosâ€. Esta historia permite introducirnos, a través de los ojos de “dos simples mortales†a una comunidad, que si bien puede parecer muy unida e incluso hermética, en realidad presenta profundas diferencias internas que conllevan a generar prejuicios y discrepencias.
El favorito, es el nombre de la segunda obra que parte de esta colección de teatro breve, aquà el espectador descubre en el escenario a una familia excéntrica y bastante disfuncional que durante la cena del shabat –una cena familiar que se celebra cada viernes y tiene como propósito juntarse a convivir y dar gracias a Dios por las bendiciones otorgadas. Puede ser equiparable a las comidas del domingo después de misa–, nos confirma que a pesar de la discrepancia, la familia puede mantenerse unida gracias al cariño que se tienen y a las tradiciones heredadas por varias generaciones, mismas que dan fuerza a la comunidad judÃa.
La tercera pieza: La prueba, es un texto que, escrito con una finura y delicadeza que sorprende, nos presenta el escollo insalvable que puede representar el amor entre las parejas que profesan distintas religiones, él es judÃo y ella profesa otro credo, situación bastante conflictiva no aceptada por las tradiciones religiosas y sociales dentro de la comunidad judÃa. ¿Se imaginan, queridos lectores de Interescena cuál será el desenlace?, pues en esta historia puede suceder que el final sorprenda a más de uno.
Para cerrar esta propuesta, Teatro Breve Davar presenta La fuga, una divertidÃsima mini obra donde el amor de una familia judÃa triunfa ante la aparición de la Virgen de Guadalupe en su cocina, porque como toda buena familia judÃa, ante la adversidad, siempre está la oportunidad de hacer negocios y para que no suene tan drástico, diremos que el amor de pareja triunfa aún en las circunstancias más difÃciles…
Los doce personajes de esta delicia teatral son interpretados por Sergio Bátiz, Sonia Couoh, Gabriela Murray, Hamlet RamÃrez, Sergio Rüed y la misma Ana González Bello, todos bajo la dirección de escena de Alberto Lomnitz.
Si entre tus curiosidades esta saber por qué las calles de Polanco se llaman ArquÃmedes, Horacio, Newton, Edgar Allan Poe, Tomás Masaryk o Juan Alfonso de Polanco, y el por qué la comunidad judÃa que vive en la Ciudad de México se encuentra tan arraigada presisamente en Polanco, esta obra es para ti y se presenta todos los jueves hasta el 10 de diciembre en el Shakespeare, allá en el Foro Shakespeare, en la Condesa, otro vecindario de judÃos, aunque ya no tan socorrido como hace varias décadas, se puede decir que en su tiempo fue más importante que Polanco.
No importa que no seas judÃo. Al final ellos, los autores, también se rien con estas situaciones tan particulares que se inscriben en Sucedió en Polanco, una historia donde te reÃste con ellos y no de ellos. Porque al fin y al cabo la risa nos hace más inteligentes. ¿A poco no? Además, a Davar le une el principio del respeto a la diversidad, el repudio a la discriminación y el trascender fronteras a través del diálogo escénico.
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