Teatro

Safari en Tepito… sea usted bienvenido al “Barrio Bravo”

Por: @Sujey Rodriguez — 14 de marzo, 2015

Safari en Tepito , con direccion de Daniel Gimenez Cacho, marzo 2015 Mejor nombre no pudo haber sido mejor, Safari en Tepito porque esto es una verdadera aventura para acercarnos a conocer un lugar que para la gran mayoría es desconocido y que al pensar visitarlo puede causar un poco de temor, pero el viaje bien lo vale, vale mucho la pena.

El sobrenombre de “Barrio Bravo”, Tepito se lo ha ganado a pulso “Aquí te defiendes a madrazos aunque seas mujer” dijo Marina Beltrán cuando la visitamos en su casa. Marina es una guerrera admirable, basta conocer su historia para aprender unos pasos de baile con su esposo José Luis Rubio, para sentir empatía y simpatía por ellos.

A pesar de no ser nacidos ahí, ya son parte del barrio. Con ellos vivió por dos semanas la actriz Úrsula Pruneda, y es que para conocer a fondo a alguien hay que vivir con él (en este caso ellos) y en esta segunda temporada de Safari en Tepito (@safarientepito) así fue la dinámica: convivir al 100% actor y habitante del barrio bravo. El reflejo del ejercicio fue emplear una teatralidad que nos conduce por episodios de la vida tanto del habitante como del actor, lo que se vive es emocional, sensorial, íntimo, recreativo, cultural, vivencial e inspirador.

Safari en Tepito , con direccion de Daniel Gimenez Cacho, marzo 2015 Confieso que entrar a Tepito no me crea conflicto ni me da miedo, pero una cosas es ir y otra muy diferente adentrarse a las vecindades, conocer de cerca a las personas que ahí moran. Y es justo ahí donde radica lo valioso y humano de este trabajo. Juzgar sin conocer es la práctica más recurrente que hacemos pero el descubrir el trabajo, los miedos, alegrías y triunfos de las personas que participan en este propositivo proyecto que nos hace mirar de otra manera a esta legendaria zona y su gente.

Ese es justo el objetivo de Safari en Tepito, quitarle el estigma, romper la división imperante de la Ciudad de México y Tepito, hacer cohesión social, mostrar a los habitantes tan cual son y proponer desde la escena real la igualdad entre seres humanos. Se trata de una iniciativa que arrancó el año pasado bajo la dirección de Daniel Giménez Cacho en el marco del 30 Festival Centro Histórico México, basándose en el concepto Wijksafari, teatro de intervención social diseñado para realizarse en cualquier barrio estigmatizado por las diferencias sociales y culturales, creado por Adelheid Roosen, destacada artista holandesa, y aplicado en Ámsterdam en el barrio musulmán Slotermeer, con gran éxito en 2011 y 2012.

Safari en Tepito , con direccion de Daniel Gimenez Cacho, marzo 2015 Si bien el recorrido por las calles comerciales de Tepito y andar al anochecer en la zona, da un poco de temor y como bien lo escuché: “Vamos protegidos, estamos blindados”. Lo ideal es seguir al 100% las recomendaciones del guía y disfrutar el recorrido, degustar lo que se ofrece en las casas que se visitan y no tenerle miedo a las motos que se abordan. Parte del viaje es a pie y otra sobre ruedas, en las motos y motonetas, conducidas por expertos y habitantes del lugar.

La temporada es breve y son cuatro recorridos distintos, donde en cada viaje se conoce a dos personajes, los recorridos son de jueves a domingo en un horario de 5 a 9 pm, hasta el 29 de marzo. Boletos en la taquilla del Teatro El Milagro (Milán #24, colonia Juárez) o al correo electrónico safarientepito@gmail.com

Safari en Tepito es un acto para adentrarse a las entrañas del ser humano que habita, vive y ama el “barrio bravo”, una experiencia que desde la convocatoria sale de lo habitual (te contacta vía telefónica algún integrante de la producción un día antes de la función para confirmar la cita e indicarle los detalles de la dinámica), es un acto de provocación teatral para acercarnos al otro y darnos la oportunidad de ser bienvenidos en su casa.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.