
Por: Nina Ines Jung — 26 de agosto, 2009
¡Atención damas y caballeros…! El Centro Cultural Helénico y el Grupo Bojiganga tiene el orgullo de presentar (redoble de tambores y platillos)… ¡No, no, no…! No estamos en un circo de verdad, aunque casi parece que sÃ, de repente se escucha por las bocinas del Foro de la Gruta, la voz del director del circo (interpretado por Moisés Palacio): Nos encontramos en la representación de Romina y el Bellini.
El autor y director de la obra, Alejandro Velis, nos cuenta la historia del circo Bellini a través de los ojos del personaje de Romina, interpretada por Verónica Albarrán.
Pronto el espectador se da cuenta que para Romina, el Bellini significa mucho más que un ordinario circo de carpa. Es su vida y en este ámbito encontró –y vivió– su gran amor con el empresario Lucas Bellini.
Durante 90 minutos, Romina nos da una ojeada, entre bastidores del famoso circo Bellini, sobre las circunstancias e incidentes que ella y su “familia†de artistas vivieron. Transformando el escenario en una verdadera arena de circo, de un momento al otro la actriz se transforma en otro personaje, imitándola y contando una anécdota de él.
Bastan unos cambios en la postura del cuerpo y en el tono de voz para que deje de ser Romina y se convierta en Lucas, en una contorsionista china o en Marranela, la mujer más obesa del mundo y una de las mejores atracciones del Bellini, arrancando las carcajadas del público.
Pero no todo es risa. En otro momento el espectador se encuentra con ella en su mÃsera depresión y soledad. Momentos verdaderamente emotivos donde a pesar del entorno festivo es posible conocer el interior de un personaje profundamente humano y reflexivo.
Es asà que la puesta escénica Romina y el Bellini nos presenta un verdadero juego de emociones que entretiene al público con baile, canto, pantomima, acrobacia, chistes, risas, lágrimas, pasión y drama.
Toda la obra es conducida por Verónica Albarrán y su gran presencia en el escenario. Son suficientes una silla, un sombrero, y un paraguas para reconstruir y revivir esos tiempos del gran circo Bellini, todo en el pequeño Foro de La Gruta, donde esta historia se presenta todos los jueves (hasta el 5 de noviembre).
A lo largo de la obra, Verónica Albarrán interactúa continuamente con el público y con la payasa Chanfaya (Nora Lamadrid) que en diferentes ocasiones aparece en el escenario dando a la obra un toque de color y simpatÃa, y al final con el autor de la obra a quien reclama el fin de su historia.
AsÃ, el espectador se queda con ganas de ver y escuchar más… Y Romina nos promete que habrá “más historias†pero que eso será “en otra obra… en otro viajeâ€. Mientras tanto no deje de escuchar una romántica historia de amor en la recién estrenada Romina y el Bellini.
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Excelente! Quiero ver la obra!
Excelente reseña!!!!!