Teatro

Ricardo III (Un sueño): Una muestra de Erando González de aquello que representa el teatro

Por: Arturo Carrasco — 15 de octubre, 2013

Ricardo III (Un sueño), obra de Erando González, se presenta en el Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico, octubre 2013 El escritor norteamericano Thornton Wilder alguna vez afirmó que los dramaturgos son personas que piensan que las acciones de los seres humanos son mucho más interesantes que cualquier cosa que se pudiera decir sobre ellas y el teatro es el mejor lugar para afirmarlo…

Al parecer estaba en lo cierto o al menos así lo dejó ver William Shakespeare quien recogió varios sucesos de la historia de Inglaterra para dar vida a sus famosas tragedias históricas, como la tetralogía en la cual ocupa un lugar especial la Vida y muerte del Rey Ricardo III, una de sus máximas obras.

Reconocida como una de las piezas más sobresalientes de la literatura shakesperiana por su profundidad y fuerza en sus diálogos, Ricardo III nos narra la historia del príncipe Ricardo, hijo del Rey Ricardo de York. Un hombre inteligente e ingenioso y a la vez ambicioso, cruel, despiadado y cínico –quizás por todo ello fascinante- que vivió en el siglo XV y protagonizó la Guerra de las Rosas.

Ricardo III (Un sueño), obra de Erando González, se presenta en el Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico, octubre 2013 Aquel terrible enfrentamiento entre nobles ingleses que siguió a la derrota británica frente a los franceses en la Guerra de los Cien Años (combate entre las casas de York —familia a la que pertenece Ricardo III— y la de Lancaster, que duró treinta años y resultó favorable para ésta última, surgiendo la dinastía de los Tudor).

Erando González nos presenta una nueva versión de este excelente texto shakesperiano en Ricardo III (Un sueño), una adaptación en verso al español donde el actor es el protagonista y además dirige en mancuerna con Silvia Ortega una versión que da un sentido renovado –y perfectamente estructurado– a un personaje de gran fuerza quien en su osadía traza un complejo plan, que incluye la muerte de su hermano y todo aquel que le sea adverso, todo con el fin de llegar al trono de Inglaterra.

Erando González presenta Ricardo III (Un sueño), en el Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico, octubre 2013 Un espectáculo íntimo unipersonal que logra construir González, a lo largo de casi hora y media, interpretando a uno de los “villanos” más infames de todas las obras de Shakespeare a partir de una excelente actuación donde a través de los mejores diálogos descubre a un Ricardo que piensa, imagina, ensaya y construye su propia tragedia…

Porque, Ricardo III, como personaje de la obra original tiene 1,151 líneas… y Erando González ha tomado las mejores –casi todas– para mostrarnos a este villano, a este ingenioso cínico y con esto mostrarnos una actuación solitaria en una obra de arte calientita donde como dice su protagonista: “actor y personaje se invocan y aparecen, asisten y se asisten, se confabulan en la creación y el juego de otras presencias. Juntos deliran de la mano y preparan tres o cuatro cosas, echan mano de otras dos o tres, y se ven juntos en algún punto de su ruta”, Erando González.

Erando González presenta Ricardo III (Un sueño), en el Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico, octubre 2013 Para González la realización de este trabajo es la culminación de un arduo trabajo que le llevó varios años realizar y que finalmente estrenó en el 2008 en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque y que ahora presenta los domingos, hasta el próximo 8 de diciembre, en el escenario del Teatro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Ricardo III (Un sueño) es una propuesta de gran calidad escénica donde para fortuna del público, Erando González ofrece una muestra de su experiencia, la cual se basta por sí sola, y con tan sólo dos o tres recursos pequeños le brinda al público una experiencia riquísima, actoralmente hablando.

Quizás sea gracias a esta capacidad demostrada por el actor que en cierto momento uno llega a sentir cierta empatía por el monstruo que es Ricardo, ¿cómo es posible se pregunta uno?, esto quizás porque a lo largo de la obra jamás oculta lo siniestro del protagonista, sino que, al contrario, da a conocer desde el principio sus intenciones y su descarado cinismo para defender sus intereses, lo cual hace que uno se enganche con este personaje, pues sabemos quién es el Rey y sus defectos. Aun así su fría actitud sin remordimiento aparente, sea quizás aquello que más de uno quisiera tener y es por esto la complicidad que se genera entre público y personaje. Fotos: Yanko Bribiesca.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.