
Por: @Sujey Rodriguez — 26 de febrero, 2015
Para montar a Shakespeare, dramaturgo de dramaturgos, hay que tener un colmillo muy afilado, y sin duda en este montaje, Mauricio GarcÃa Lozano deja claro que lo tiene… La carnicerÃa de esta obra es merecedora de que absolutamente todas las localidades estén agotadas.
Confieso que me anime a ver Ricardo III por las recomendaciones y el ruido que ha causado desde su estreno (en mayo de 2014 en el Teatro Julio Castillo ) este montaje de Shakespeare, y por supuesto del elenco… a minutos de empezar la obra di gracias por estar en el Teatro de las Artes del CENART.
Si bien uno llega con la expectativa de cómo será la representación de este clásico, también uno sabe por los actores que participan y el director que clase de trabajo vamos a ver. Llevar al escenario el breve espacio de vida de Ricardo III no es sencillo pero Mauricio GarcÃa Lozano, lo ha logrado.
La obra, traducida por Alfredo Michel Modenessi, versa sobre la ambición y el poder. Ricardo III, es el hombre que desea la corona de Inglaterra y no vacila en hacer de todo con tal de lograrla. En el camino hacia el poder vemos un Rey que ante muchos se comporta como un hombre de paz, compasivo y buen ciudadano, mientras que en la oscuridad corrompe y asesina.
Carlos Aragón, el protagonista, sopesa el papel de tan polémico personaje. En él vemos el lado perverso y ruin, pero en contadas escenas se puede apreciar el lado amable y carismático de Ricardo III, distinción que le hacÃa tener los favores de mujeres y hombres a pesar de ser una persona nada agraciada fÃsicamente, Shakespeare lo describe como jorobado y deforme. Sobre las tablas vemos a un hombre sin compasión, tenaz en su objetivo y sin juicios sobre el asesinato, lo vemos cogear pero jamás me pareció ver a un ser “feo†visiblemente.
Ricardo III, producción de Teatro del Farfullero, cuenta con un ritmo envidiable, las escenas tienen el peso necesario para que uno no pierda atención, las cuales sumadas dan como resultado tres horas (con intermedio, favor de no retirarse hasta después de la batalla) de actuaciones que uno agradece.
Sophie Alexander-Katz, Paloma Woolrich y Assira Abbate, a mi muy particular gusto sobresalen en su actuación, (¿los dramas le sientan mejor a las mujeres?). Sin duda es GarcÃa Lozano quien saca de cada una de ellas una de sus actuaciones más limpias, entregadas y pasionales. ¡Felicidades a cada una de ellas!
A pesar de las justas (batallas), sangre y cuerpos acaecidos, la dirección apoyada en la escenografÃa diseñada por Jorge Ballina, atenúa el color rojo de la sangre con un recurso tan sencillo como es un plástico semi transparente, un elemento escenográfico que deja atrás escenas violentas o funciona para cambiar de una escena a otra o para simular perfectamente los fantasmas que acechan a Ricardo III. El juego de sombras utilizado, es otro elemento bien empleado para bajarle el morbo de la violencia.
Ricardo III, es parte de mi lista de obras predilectas. Considero que deberÃa permanecer en cartelera por más tiempo o deambular por los teatros más grandes del DF y del interior de la República. En verdad, es casi necesario tatuarse el nombre de Mauricio GarcÃa Lozano y recordar las últimas funciones que se ofrecen en esta temporada en el Teatro de las Artes del CENART: 25, 26, 27, 28 de febrero y 1 de marzo. Fotos: Hector Lara.
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