
Por: Arturo Carrasco — 5 de septiembre, 2011
“Es una de las obras donde más he sentido que la vida está arriba del teatro o que el teatro representa la vida, hay momentos en que vemos a Gertru actuando, pero luego está en su casa y el teatro sigue, todo es una dimensión teatral fuertÃsimaâ€, Otto Minera.
¿Qué ocurre tras bambalinas? ¿Qué pasa después de los aplausos y el reconocimiento por el talento expresado en el escenario? ¿Cuando el actor se desprende del personaje, qué sigue?… estas son algunas de las preguntas que plantea Primavera Salvaje, una obra que nos habla de la vida en el teatro vista desde el teatro.
Dirigida por Otto Minera, esta puesta en escena cuenta una historia de vida que transcurre mientras se escenifica El Rey Lear de Shakespeare interpretada por Gertru (Emoé de la Parra), una actriz madura que mantiene una relación de confidencia con Sam (Gutemberg Brito) un joven de color que trabaja como acomodador de carros en el teatro.
En un principio, la relación entre ambos se desliza sólo como amistad, situación que lentamente se transforma en un ennamoramiento Ãntimo que debate las subjetivas imágenes que tienen de sà mismos. Quince años después, la carrera de Gertru entra en crisis, pero llega un nuevo amor, una relación no correspondida con Dan, un joven gerente de una compañÃa teatral, quien se considera a sà mismo un artista pero en realidad sólo es un emprendedor de negocios.
Con esta historia como base, Primavera Salvaje, obra original del británico Arnold Wesker que se estrenó por primera vez en Japón en 1994, pretende explorar a través de sus personajes el mundo del teatro dentro del teatro, utilizando la actuación como una metáfora de las falsas imágenes que puede tener el ser humano de sà mismo y de las cuales incluso uno puede enamorarse.
Para Otto Minera fue precisamente este poder para hablar de la condición humana, lo que le motivó a traducirla y buscar presentarla en los escenarios mexicanos, buscando mantener la idea original de Wesker.
“Los dos personajes masculinos pertenecen a una minorÃa racial en Inglaterra y el autor dice que donde quiera que se haga esta obra se puede poner a un representante de la minorÃa racial de ese paÃs… nosotros no quisimos ponerla de esta manera en México porque nos pareció que las tradiciones en Inglaterra y en nuestro paÃs no son iguales, hubiéramos tenido que cambiar demasiadas cosas y no nos pareció que valÃa la penaâ€, Otto Minera.
Emoé de la Parra, quien es coproductora de esta producción de ATRACON Atracciones ArtÃsticas Contemporáneas –presentandose los lunes en el Teatro Telón de Asfalto, en una corta temporada para después continuar con sus exitosas presentaciones en otros espacios del paÃs–, comentó que representar a Gertru significo para ella momentos de reflexión sobre la vida de las personas que se dedican al teatro, la cual reconoce como solitaria, pese a que se trabaja rodeada de muchas personas.
Y para Gutemberg Brito, actor brazileño que representa a Sam y Dan, dos papeles principales como lo sugiere el texto original, esta actuación fue todo un reto por lo que le significó representar a dos personajes que pese a sus diferencias de edad, enfrentan fuertes problemas familiares, situación que los acerca más de lo que parecerÃa.
Por su parte, Jorge Kuri, encargado del diseño de iluminación y la escenografÃa, su trabajo recrea un ambiente que invita al espectador a penetrar en un espacio que nos lleva a la intimidad del teatro, entre el vestuario, maquillaje, pelucas, luces y demás elementos escénicos.
“Primavera Salvaje me ofrece un personaje perfectamente bien construido que pasa por momentos culminantes de la vida de una persona, la muerte de un ser querido, un amor no correspondido, una ruptura de pareja, la soledad… para mi el texto es como un complice espriritual, en especial la reflexión que hace sobre el teatro que es universal”, Emoé de la Parra.
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