Poses para dormir o la inevitable certeza de estar solos: un mundo caótico donde cuatro personajes huyen de su entorno para evadir la soledad

Por: Arturo Carrasco — 3 de junio, 2014

“La verdadera vanguardia es la que apuesta por el primer y último gran creador de arte escénico: el actor”, Leticia Huijara.

En escena vemos aparecer dos jóvenes, un hombre y una mujer, que decidieron unir sus vidas de manera prematura y ahora comparten departamento en un país extraño.

El joven, Bruno, es un piloto de reemplazo, buscado por la policia, que por lo pronto ocupa sus días haciendo trabajo de escritorio en la base aérea. La chica, Nadia, es una bella mujer con un pasado oscuro como pirómana fugitiva, que se le acusa de haber asesinado a sus padres tras haber ocasionado un incendio.

La cotidianidad y aburrimiento en el que vive esta pareja, así como una confusión ocasionada por unas cartas mal entregadas, las cuales sirven para desencadenar la trama, les lleva a conocer a sus vecinos del departamento de al lado: Jota-Nadia, un mal escritor de pornografía y su hija, Tao una adolescente que sirve como soldado en un ejercito femenino.

Estos son los cuatro personajes que además de compartir el mismo espacio, comparten la realidad de vivir en un mundo apocalíptico donde lo imaginativo y la realidad se entrecruzan constantemente para revelar los secretos que han cruzado sus vidas.

Es así que se desarrola la trama de Poses para dormir o la inevitable certeza de estar solos, una obra original de la dramaturga argentina Lola Arias, quien sin referirse a un lugar o tiempo en particular, nos presenta un mundo caótico que cobra vida a través de diálogos directos y contundentes que logran conjugar el humor negro y la reflexión para dar a conocer los sueños y anhelos del ser humano.

Para lograr esta finalidad, es la dirección de Leticia Huijara –quien también se desenvuelve como actriz– la que juega un papel muy importante, ya que para lograr el planteamiento escéncio ante todo busca apoyarse en los actores, y así proyectar la historia.

“El objetivo de esta obra es crear un puente sensorial que conecte con el espectador mediante el trabajo actoral”, Leticia Huijara.

La escenografía es otro de los factores que detectan la visión escénica de Huajara, ya que su diseño apuesta a una estética minimalista que contribuye a establecer la perfecta atmósfera para recrear la sensación de que el fin del mundo se acerca.

El diseño sonoro corre a cargo de Diego Seor y cuenta también con la participación de Miguel Hernández quien se encuentra a cargo de los arreglos coreográficos mientras que la iluminación, escenografía y vestuario es reponsabilidad de Carolina Jiménez Flores.

Poses para dormir o la inevitable certeza de estar solos es protagonizada por Tae Solana, Dettmar Yáñez, Edurne Ferrer y Luis Ernesto Verdín, quienes logran caracterizar a cuatro excéntricos personajes que proyectan las dificultades que atraviezan las relaciones humanas y su falta de esperanza, así como sus carencias particulares para expresar sus deseos y obsesiones en medio de una revolución que se desarrolla en las calles.

Toda esta conjunción de factores permite construir una historia que tiene como punto de partida la idea de la soledad ante el inminente fin, los sueños perdidos y el dolor de los personajes.

Es así que entre lo trágico y lo hilarante, lo íntimo y lo provocativo, se desarrollan los momentos de tensión donde conocemos las profundidades emocionales que sufren los protagonistas de este texto de Lola Arias, el cual con ese carácter ambivalente logra un perfecto ir y venir entre lo real y lo imaginario.

Poses para dormir realizará una breve temporada hasta el próximo 5 de agosto, todos los martes, en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico. Una historia escrita a partir de situaciones inverosímiles que se repiten: el fin del mundo, mujeres que se besan, dientes rotos. ¿Los sueños hablan del futuro o del pasado? ¿El futuro es una fotografía de la violencia? ¿La pornografía puede ser una vía para la revolución? ¿El amor es una pista de aterrizaje? Estas interrogantes y más buscan respuesta en el escenario… Fotos: Pamela Rendón.