
Por: Arturo Carrasco — 25 de febrero, 2011
El Teatro la Capilla presenta para todos los chilangos una de las mejores producciones teatrales del interior de la República.
Después del éxito alcanzado con Mestiza Power y Papá está en la Atlántida, La Capilla ha decidido seguir presentando para el público capitalino nuevas producciones de calidad y éxito que den a conocer lo que en términos teatrales se está produciendo en el interior del paÃs.
En esta ocasión toca el turno para Justine y Juliette, una propuesta de Astilla Teatro, dirigida por Rodrigo Carrillo Tripp que les significó dos años de arduo trabajo creativo.
Desde su estreno en 2009 en Xalapa, de donde es originaria, esta puesta dramática ha contado con el gusto del público lo que le llevó a representarse a Veracruz en 2010 en el 1er Circuito de Artes Escénicas Zona Sur organizado por CONACULTA; posteriormente, fue invitada a otros Estados como Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tabasco y Chiapas entre otros.
Realizada por Alejandra Rodrigo y Rodrigo Carrillo a partir de una adaptación libre de las novelas homónimas del Marqués de Sade (La nueva Justine y Juliette y Justine o los infortunios de la virtud), esta historia nos presenta una reflexión sobre el comportamiento humano, sus valores y sus contradicciones, una anécdota escrita en el siglo XVIII que plantea como la relación existente entre dos hermanas muestra los contrapuntos sociales y psicológicos que dominan la sociedad.
Temas como el libertinaje, la virginidad, abuso sexual y parafilias, son llevadas al extremo de la actuación por parte de los dramaturgos. Es asà que Juliette, personaje que gusta de las sensaciones carnales, se muestra tÃmida dentro del mundo que le tocó vivir, infringiendo los estatutos de la vida en los tiempos coloniales, ella concibe su vida cómo un orgasmo y nada más. Por su parte Justine, quien lucha ante tanta decadencia del ser humano termina siendo abusada sexualmente.
Mediante el uso de diversos recursos escénicos que van desde la utilización de tÃteres, danza y mascaras, además de contar con música en vivo a cargo de Paulo Piña –quien con sus melodÃas en vivo y efectos especiales recrea, entre otras escenas musicales, la pasión y angustian de un acto sexual no deseado– y una producción que rememora a la sensualidad de los salones franceses del siglo de las luces, las actrices Alejandra Rodrigo (Juliette) y Jimena Carrillo (Justine) logran un espectáculo dinámico y divertido que confronta al público con sus propias creencias morales.
Para Astilla Teatro, el realizar esta producción basada en la obra del Marqués de Sade significó un doble reto pues por un lado estaba la idea con la que ha sido manejada siempre la obra de este autor francés, lo cual hace difÃcil su exposición literal.
Por otro lado, fue complicado el desarrollar una donde el ejercicio dramático entre vÃctima y victimario no se perdiera, el resultado fue una versión teatral que incluye pasajes nuevos y diferentes a los originales pero que no por esto pierden el cruel humor que identifica al divino marqués.
“Orquestar a los actores de Justine y Juliette, infringe un alto grado de madurez, sin dudar el hombre y el arte en un solo sentido. Podemos adivinar cuáles son las situaciones que va haber, dinamismo y brillantez en escena, por otro lado, creo que eso es mucho mas importante, el hacer una interpretación de estas dos novelas aterrizamos en el tema de la moral, donde cuestionamos al público sobre su propias creencias morales, creo que es el elemento más importante que tiene el espectáculo, provocar una reflexión sobre el comportamiento humano y social”, Rodrigo Carrillo. Fotos: Messe Mereri.
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