
Por: Colaborador Invitado — 9 de junio, 2014
Dos celebraciones importantes son las que llevaron al escenario de Bellas Artes a Ifigenia Cruel, por un lado el 125 aniversario del natalicio de su autor, el poeta, ensayista, narrador, diplomático y pensador mexicano, Alfonso Reyes. El segundo, es el festejo de los 80 años de este icónico escenario donde se llevan a cabo los grandes acontecimientos culturales en la Ciudad de México.
Olvidar el pasado puede ser uno de los infortunios más severos para el hombre y su sociedad, ya que lo deja en un punto de desconocimiento propio y el de su patria.
En esta desgracia se encuentra Ifigenia (Julieta Egurrola), hija de Agamenón y Clitemnestra, parte de la estirpe manchada de sangre. Sin ser conciente plenamente de su identidad en realidad, ella cumple el mandato de la Diosa Artemisia, de ser la sacerdotisa y sacrificadora de extranjeros que llegan a la isla de Táuride.
Empero no es hasta que su hermano Orestes (Andrés Weiss) llega a la isla en cumplimiento de la profecÃa del Oráculo para alcanzar el perdón por el asesinato de su propia madre, cuando como mensajero en un llamado de fraternidad que Ifigenia recupera su memoria. Haciéndola ser consiente de la fatalidad que cae sobre el linaje de los Atridas. En este punto de la historia es donde el gran Alfonso Reyes, comienza su poema dramático, con tientes autobiográficos, retomando los mitos griegos para exorcizar su propios fantasmas.
La representación de Ifigenia Cruel inicia con un documental breve sobre la Decena Trágica, movimiento revolucionario en el que muere el padre del mismo poeta, el general porfirista Bernardo Reyes, y razón por la cual, el mismo Reyes vive en el exilio en España, al momento de escribir esta obra.
Juliana Faesler y Clarissa Malherios son las responsables de la estética de dirección y espacio escénico que transporta su propuesta de esta tragedia griega a los escenarios actuales. Con un cuidado sorprendente de los detalles y los sÃmbolos guardados en cada lugar por donde deambulan de manera coreográfica sus personajes, se crea un lugar de tención y mÃstica.
Toda esta armonÃa va junto con el acompañamiento maravilloso del ensamble del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic),, se trata de música compuesta especialmente para este montaje. Dándole la vitalidad necesaria a cada uno de los momentos de tensión.
La producción y el elenco estable de la CompañÃa Nacional de Teatro (CNT) es el que da vida a esta historia donde Julieta Egurrola ofrece una cátedra de actuación en verso, reflejo de su gran preparación, y volviéndola el imán de la atención de los espectadores.
Además, hay que resaltar la gran frescura de la actriz Ana Isabel Esqueira (coro), quien es la única que tiene una participación cantando, dando un poco de relajación a la obra. Estos elementos aunados a las acreditadas actuaciones de Marco Antonio GarcÃa (Toas), Andrés Weiss (Orestes), David Calderón (PÃlades) y Jerónimo Best (coro) hacen de Ifigenia Cruel un gran montaje y digna celebración para los 80 años del Palacio de Bellas Artes.
Ifigenia Cruel, un reflejo de la interpretación del pasado a través de los ojos de Alfonso Reyes poniendo en tela de juicio aquello que estamos dispuestos a sacrificar para no llegar a olvidar.
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Felicidades maggy, muy bien. Espero leer más de ti. Saludos!