
Por: Claudia Magun — 11 de septiembre, 2015
En esta última parte del año cuando se anuncian cortes de presupuesto, (uno más) pocas serán las nuevas producciones que los adeptos al teatro podrán apreciar, uno de los “garbanzos de a libra†que se estrena en esta temporada es la nueva producción de la CompañÃa Nacional de Teatro, Éramos tres hermanas (variaciones sobre Chéjov) de José Sanchis Sinisterra, un texto a tres voces llevado a escena por Ana Ofelia MurguÃa, Martha Verduzco y Marta Aura.
El perfecto elenco para la representación de esta historia que nos lleva a descubrir un universo femenino donde los personajes, estrechamente vinculados entre sÃ, se enfrentan a la soledad, deplorando el pasado, doliéndose de su presente y examinando la debilidad del futuro; tres mujeres que en su lamento se ven obligadas a reconstruir una y otra vez su historia en un imaginario poco esperanzador que les lleve a comprender él porqué “vivimos, por qué sufrimosâ€, y asà hallarle significado a su vida.
“Son tres grandes del teatro nacional llevando a escena estos personajes que en el texto de Chéjov tienen otra edad. La gran provocación de José Sanchis es proyectarlo 40 años después en una obra que termina en el no cambio. Es decir, desde que empieza la primera escena de la obra es la afirmación de la necesidad del cambio, tenemos que cambiar, esto tiene que cambiar, no puede seguir asà y 11 años después no han sido capaces del cambio y 40 años después sólo recuerdanâ€, Luis de Tavira.
Éramos tres hermanas (Variaciones sobre Chéjov) es un alegorÃa de la vida donde las protagonistas, como si se tratará de huéspedes de una obra de Samuel Beckett, viven una historia de añoranza confrontando ese universo beckettiano en el que todo ya se ha desgastado. Un trabajo de reconstrucción y reestructuración del texto donde el español Sanchis Sinisterra hace una doble lectura, que como él mismo describe “es interesante tanto para el espectador que conoce el trabajo del autor de TÃo Vania, como para el que no está familiarizado con su dramaturgia, a través de una obra no habitual que tiene tanto de Chéjov como de Beckett y de Pinterâ€.
“Chéjov se anticipaba de alguna manera a lo que serÃa la dramaturgia de la mitad del siglo XX y lo que hago es crear una dialogicidad un poco más dinámica de modo que respeto las frases del texto pero las distribuyo en criterios y pautas musicales de variación, repetición y progresividad de la información. Se trata de un experimento formal que hago sobre todo en la primera secuenciaâ€, José Sanchis Sinisterra.
Éramos tres hermanas, estrenada en el Teatro de La AbadÃa en Madrid, además de la autorÃa lleva la dirección de este notable hombre de teatro considerado como uno de los más célebres directores de la escena teatral española –también bastante apreciado en nuestro paÃs–, además de un prolÃfero dramaturgo con 50 textos estrenados, de los cuales de 18 han sido publicados y representados en diversos paÃses europeos, asà como 13 editadas en América Latina.
José Sanchis Sinisterra un invitado de lujo de la CompañÃa Nacional de Teatro que regresa encantado de poder trabajar con “estas tres grandes damas del teatro mexicanoâ€, como él mismo las define, actrices integrantes del elenco estable de este ensamble que dirige el maestro Luis de Tavira, quienes han dedicado su vida Ãntegra a la escena en distintos géneros escénicos.
Una producción de gran altura realizada desde la perspectiva de un visionario que como buen artesano del teatro en cada proyecto ofrece la posibilidad de explorar un territorio nuevo. Un mundo creado por quien fuera director de La Sala Becket en Barcelona, sede de El Teatro fronterizo, quien comenta que la inmersión en el universo chejoviano que hace mediante esta obra tiene una doble lectura, interesante tanto para el espectador que conoce el trabajo del autor de TÃo Vania como para el que no está familiarizado con su dramaturgia. “Éramos tres hermanas (variaciones sobre Chéjov) es una obra no habitual que tiene tanto de Chéjov como de Beckett y de Pinterâ€, José Sanchis Sinisterra.
Para el dramaturgo valenciano, cada proyecto es la posibilidad de explorar un territorio nuevo, por lo que tiene un repertorio infinito de propuestas en las que se realizan acciones fÃsicas en relación con la obra, ejercicios que pasan por prueba y error debido a que el arte no tiene por qué renunciar a lo que la ciencia ha probado, lo que en su opinión es el único modo de avanzar: equivocarse y limpiar.
“La construcción de una obra de teatro deberÃa tener muy presente el modo en que el texto acierta a plantear preguntas que el espectador se lleva a casa y por lo tanto la reflexión continúa después de la representación. Esas preguntas que el autor ha sembrado, nosotros las hemos acentuado con un final interrogativoâ€, José Sanchis Sinisterra.
Enmarcada por la escenografÃa e iluminación de Patricia Gutiérrez, el diseño de vestuario de Estela Fagoaga y la música original de Alberto Rosas, Éramos tres hermanas (variaciones sobre Chéjov) se estrenó la semana pasada en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y ahora llega a la Sala Héctor Mendoza sede la CompañÃa Nacional de Teatro en Coyoacán en una breve temporada del 12 al 27 de septiembre de 2015, de jueves a domingo (Entrada libre). Informes publicos.cnteatro@inba.gob.mx
“Las tres hermanas de Chéjov fundan un canon de personajes femeninos a la altura de las estructuras de carácter dramático más consolidadas, pero en Chéjov están dadas como una trinidad, yo le llamo “la santÃsima trinidad†de las tres hermanas, es decir que se entienden, son cada una absolutamente distinta pero se entienden en esta triadaâ€, Luis de Tavira. Fotos: Sergio Carreón Ireta.
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