Teatro

El teatro, ejercicio de largo aliento

Por: Susana Fernández — 7 de septiembre, 2005

imagen de obra extramundo

Dentro del ciclo Otras latitudes. Cinco voces para el teatro, el maestro Luis de Tavira retoma 10 escenas de cuatro obras del dramaturgo alemán Botho Strauss para realizar su nuevo montaje “Extrañamiento del mundo”, una paráfrasis sobre lo ajeno que resulta este mundo globalizado luego de la caída del Muro de Berlín.

Una obra compleja que disecciona este asombro y sin dirección en el que hoy se encuentra el hombre, cuando de un momento a otro se modifica su realidad.
Conformada por dos partes –que se presentan en dos días-, que el espectador puede ver de forma separada sin que se pierda el discurso, la primera de éstas inicia con una escena de “Coro final”, una alegoría sobre la unificación alemana, en la que se cuestiona qué significa ser alemán una vez que se ha derrumbado el Muro y como superar aquello que creaba una identidad dividida durante el tiempo de la Guerra Fría y de la posguerra que desgarró a Alemania. Así, una simple toma de fotografia colectiva donde todos reclaman la necesidad de su individualidad, sirve para mostrar la premisa existencial: “ser, es ser visto”, necesidad urgente de ser reconocidos y retener la imagen como única evidencia de la existencia.

Frangmento Coro Extramundo

Sobre esta primera viñeta Luis de Tavira añadió que la obra aborda la crisis de identidad: “Qué significa esta nueva Alemania, pero también qué significa para cualquier nación el mundo globalizado”.

Es así, que ante un mundo donde se priorizan las generalidades y se aplican idénticas reglas para culturas y pensamientos diversos, Tavira lleva a la escena un autor que partiendo de la problemática alemana se convierte en universal.
“Con Strauss pasa lo mismo que con los grandes dramaturgos como Lope de Vega y William Shakespeare, que entre más comprometidos están con su realidad más universales resultan. Strauss al estar tan ocupado con sus problemas nacionales resulta más universal, por lo que sus temas son de enorme vigencia para los mexicanos” Luis de Tavira.

“Grande y pequeno”, “Al cuarto y el tiempo”, “Coro final” y la farsa “Kalldewey Farce” son las obras de Strauss que conforman “Extrañamiento del mundo”, una serie de cuadros dramáticos donde prevalece la búsqueda, el cuestionamiento de las relaciones humanas y la necesidad de reconocimiento, por más fugaz que éste pueda ser.

Más allá del ejercicio de introspección que resulta “Extramiento del mundo”, el estreno de esta puesta significa mucho más para el maestro Luis de Tavira ya que en ella participan los actores que se han formado por casi cinco años en la Casa del Teatro y que conforman la generación 2001-2005, la cual es parte ya de su esperanza y orgullo al graduarse con esta obra y con ello saltar al terreno profesional del teatro.

Con una producción del Centro Dramático de Michoacán (CEDRAM) y la Casa del Teatro, con auspicios del CONACULTA, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, y el Gobierno de Michoacán, a través de su Secretaría de Cultura, “Extramiento del mundo” es un ejercicio nada fácil ya que trata los conflictos presentes del ser humano, sin embargo es también en esto donde radica su valor que a través de la adaptación de Luis de Tavira y Stefanie Weis logra mostrar la incertidumbre del individuo que hoy más que nunca necesita de brújula.
La primera parte titulada “Ustedes quieren ser reconocidos”, se presenta los días 3, 8 y 10 de septiembre, y la segunda parte “Busco a alguien” los días 2, 4, 9 y 11.

“El teatro a diferencia del cine y la televisión es un espacio de convivenci. Hay que disponerse a ir al teatro para mirarlo reposadamente; el teatro debe ofrecer otra cosa, que no puede ofrecer la televisión ni el cine en su fragmentación epiléptica, por lo tanto nosotros planteamos un discurso para que el espectador se prepare para un espectáculo de largo aliento” Luis de Tavira.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.