Teatro

El regreso del Samurái, una obra a Contramarea de la historia

Por: Roberto Loera — 1 de febrero, 2010

Contramarea, el regreso del samurái de Irene Akiko Iida se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, febrero 2010 Con la a puesta en escena de la obra Contramarea, el regreso del samurái, el público puede viajar en el tiempo y en el espacio, uniendo a tres países (México, España y Japón), tan distantes y, en algunos momentos, tan distintos, todo ello a propósito de las celebraciones del bicentenario de la Independencia de México, pero también de los 400 años de la amistad México-Japón.

La obra Contramarea, el regreso del samurái, de la actriz mexicano-japonesa Irene Akiko Iida, da cuenta de una historia poco conocida y que involucra a los tres países. Se trata de la historia real de la llegada del primer samurái japonés a México.

En octubre de 1613, Japón envió en una gran misión al samurái Hasekura Tsunenaga a buscar un tratado de comercio entre Japón y la Nueva España (México). Su empresa lo llevó primeramente al Nuevo Mundo. Imposibilitadas las negociaciones aquí por ser la Nueva España una colonia del entonces país más poderoso del orbe, partió a España -con una breve estancia en La Habana- adonde llegó un año después y donde puso en duda sus creencias budistas por aquellas de los europeos al ser bautizado en la fe católica, tan sólo para poder cumplir su deber.

Ahí obtuvo una fallida audiencia con el Rey Felipe III, quien puso obstáculos a su cometido. Viajó a Francia y finalmente llegó a Roma, donde el Papa Paulo V lo recibió con honores y le otorgó las llaves de la ciudad, pero negándole también todo tipo de negociación. En su regreso a España, el rey le volvió a negar cualquier tratado, debido principalmente a la represión que Japón había desatado sobre los católicos.

Contramarea, el regreso del samurái de Irene Akiko Iida se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, febrero 2010 En 1618, luego de cinco años de su periplo, Hasekura Tsunenaga, el samurái, regresó a Oriente sin haber obtenido nada de lo encargado y sí con una gran carga de frustración y fracaso, y confrontándose consigo mismo. Aún más, no volvió a Japón de inmediato sino que se quedó en las islas Filipinas: fue hasta 1620 cuando regresó a Japón. Lo que le ocurrió a Hasekura en sus últimos años es desconocido. Algunas versiones afirman que abandonó el cristianismo, otros que fue martirizado por su fe, y otros que practicó el cristianismo en secreto. Murió en 1622 y su tumba es visible en el templo budista de Enfukuji, en Miyagi.

Asimismo, el shogún Tokugawa Hidetada rompió tratos comerciales con España en 1623 y canceló sus relaciones diplomáticas en 1624. En los años siguientes, Japón entró en un aislamiento (sakoku), el cual duró hasta 1853.

De eso trata la obra Contramarea, el regreso del samurái: del choque de culturas, de ideas, de religiones, de maneras de ver el mundo entonces, lo cual es propicio justamente este año que en México celebramos doscientos y cien años de dos revoluciones que cambiaron a nuestro país.

La Tribu: Alejandro Méndez Rojas y David Méndez participa en Contramarea, el regreso del samurái de Irene Akiko Iida que se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia, febrero 2010 ¿Dónde radica el motivo del fracaso del samurái? La historia puede dar respuestas y siempre llevará a las diferencias del propio ser humano. Habría que recordar que en el siglo XV España busca imponer el catolicismo en Japón, y adueñarse de sus riquezas, como lo había hecho ya con la gran Tenochtitlán y Filipinas.

Al principio, el país del sol naciente apoyó las misiones religiosas (e imperialistas) de españoles y portugueses, pero luego los vio peligrosos. Japón prohibió la religión católica y persiguió a los fieles. En 1597, precisamente el 5 de febrero, en Nagasaki, el shogún Toyotomi Hideyoshi condenó a muerte a veintiséis cristianos, entre ellos un misionero franciscano de origen mexicano: Felipe de Jesús, además de cinco europeos, tres jesuitas y diecisiete laicos japoneses, incluidos tres niños.

Con ello, Japón daba el primer santo mexicano: San Felipe de Jesús, quien fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de junio de 1862. La represión habría de resurgir en 1613, justo cuando el samurái inicia su viaje a Europa y América, y 1637. Hoy, San Felipe de Jesús es patrono de la ciudad de México.

Irene Akiko Iida presenta Contramarea, el regreso del samurái en la Sala Xavier Villaurrutia, febrero 2010 Es a partir de las reflexiones hechas por el samurái en su regreso y tomando como punto de partida la novela El samurai, de Shusaku Endo, que Irene Akiko Iida, japonesa nacida en México, arriba a un cuestionamiento personal e interior, sobre el encuentro y choque de culturas.

Para ella, la obra es también una búsqueda de su propia historia, ya que es hija de padres japoneses pero nacida en México. “Es una búsqueda de muchos ‘yo’ internos, así como Hasekura también buscó muchos ‘yo’ dentro de esa tempestad”.

En su propia búsqueda, la directora, junto con Victoria Gutiérrez, realizó una investigación que la llevó a indagar las múltiples posibilidades del pensamiento del samurái, y encontró que la música era la mejor manera de narrar todo eso, pero además, involucra otras expresiones artísticas de las que es experta: el teatro Noh, la danza Kabuki y las artes marciales japonesas, junto a la música prehispánica mexicana, el canto gregoriano y el cante jondo.

Irene Akiko Iida presenta Contramarea, el regreso del samurái en la Sala Xavier Villaurrutia, febrero 2010 De esa forma, música, teatro, danza, expresión corporal y poesía (hai kú) se combinan en este montaje que narra la travesía del samurai Hasekura Tsunenaga. Cabe destacar la participación de dos de los músicos del grupo mexicano La Tribu: Alejandro Méndez Rojas y David Méndez.

Contramarea, el regreso del samurái es una coproducción multinacional del INBA, el FONCA, el Fondo de Amistad México-Japón, la Fundación Japón en México, la Asociación México-Japón, Artes Plásticas Panorama, Restaurante Daruma, Corporación Oriente y la Compañía de Teatro de Ciertos Habitantes A.C.

El diseño de escenografía, iluminación y vestuario es de Jarmila Dostalova; la música original de Alejandro Méndez Rojas; la producción ejecutiva y asistencia de dirección Mario Eduardo D`León y Pablo Enciso.

Contramarea, el regreso del samurái se presenta en temporada, lunes y martes, del 1 de febrero al 13 de abril en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque. Posteriormente realizará giras internacionales comenzando con Japón en el mes de julio del presente año, por las ciudades de Tokio, Sendai, Nagoya, Fukuoka y Kagoshima.

Sueño o pesadilla, en su viaje a Oriente, el samurái recuerda momentos de su aventura a través de sonidos, canciones y elementos que lo regresan al instante de la experiencia vivida, pero sin saber a ciencia cierta cuál es el resultado. La directora y actriz Irene Akiko Iida piensa: “Haber viajado y conocido otros mundos, no es ningún fracaso”. El viaje del samurái significó el primer contacto de Japón con otros países, entre ellos México, lo cual se celebra con este montaje.

Una respuesta a “El regreso del Samurái, una obra a Contramarea de la historia”

  1. guillermo dice:

    El articulo esta muy bien escrito, y sumamente interesante.
    Si bien el libro de Shusaku Endo no se vende en Mexico, es muy ilustrativa su narrativa.
    Ni hablar!
    Vamos al teatro a ver la obra!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Directorio

Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.

“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.