Teatro

El funcionario Bueno… Cuando la burocracia nos alcance

Por: Aracely Cortés — 25 de mayo, 2011

“Inicia con una reflexión sobre cómo se organiza el sistema de gobierno y cómo se hace política. ¿Qué significa ser funcionario público?…”, Alberto Lomnitz.

Silverio Palacios, actua en el El funcionario Bueno, obra escrita y dirigida por Alberto Lomnitz, que se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, mayo 2011 El funcionario público de antaño podía pasar toda su trayectoria sin ningún contratiempo, y podrían pasar desapercibidas sus ineptitudes y toda clase de faltas administrativas; pero en la actualidad con el cansancio de las personas y la apertura de algunos medios de comunicación es posible denunciar la corrupción o simplemente la incapacidad de quienes dirigen ciertos destinos de una institución o el país mismo.

Tal es el caso que le ocurre al funcionario Bueno, una comedia escrita y dirigida por Alberto Lomnitz sobre las intrigas políticas y el deterioro administrativo, representada por Silverio Palacios, quien en una excelente actuación le da vida a un personaje que intenta cumplir con su trabajo de Subcoordinador Nacional de Teatro, pero un exaltado y ofendido director de teatro caracterizado por Rodolfo Guerrero se interpone en su camino.

Uno de tantos empleados de gobierno que exhiben públicamente la oferta de escribir un diálogo para una obra, que había sido censurada y que siempre sí será presentada en un festival extranjero, pero con ciertas modificaciones.

Rodolfo Guerrero y Pilar Boliver, actuan en el El funcionario Bueno, obra escrita y dirigida por Alberto Lomnitz, que se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, mayo 2011 “Alberto escribe una obra bastante divertida y entretenida pero no menos aguda, no menos puntual, sobre esa naturaleza del mexicano en el ámbito burocrático”, Silverio Palacios.

Todo eso da lugar a un texto que muestra una de las tantas versiones de cómo cada puesta en escena tiene tras de sí una historia que muchas veces el público no conoce; el resto de los personajes muestran los lados oscuros de la burocracia que podemos encontrar en cualquier oficina donde los pretenciosos funcionarios tienen la última palabra, pero que es ésta ocasión con la dirección de Lomnitz las vemos en el mundo del teatro.

“Se trata de una sátira sobre la burocracia escrita desde el punto de vista de un funcionario con una trama sorpresiva y un final agridulce en la que más que plantear soluciones se generan preguntas”, Alberto Lomnitz.

Silverio Palacios y Gabriela Pereznegrete, actuan en el El funcionario Bueno, obra escrita y dirigida por Alberto Lomnitz, que se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, mayo 2011 El funcionario Bueno es una obra escrita en 2008 apoyada por el INBA a través de la Coordinación Nacional de Teatro que en 2009 obtuvo Mención Honorífica del Premio Nacional de Dramaturgia Manuel Herrera otorgado por el gobierno de Querétaro y que actualmente se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.

Cada uno de los actores que aparecen en escena hacen un gran trabajo, en el caso de Rafael Pimentel da vida a otro funcionario público cuyos consejos son llevar las cosas en calma y no entrar en honduras, por su parte la actriz Pilar Boliver representa una simpática secretaria con un poder de convencimiento sobre su jefe, actualizada de todos los pormenores del desarrollo administrativa de la oficina, una sindicalizada que tiene intereses especiales, como el de alquilar un teatro para que algún miembro del sindicato presente un musical infantil a escuelas primarias, sin importar la calidad artística.

El funcionario Bueno, obra escrita y dirigida por Alberto Lomnitz, con la actuación de Silverio Palacios, se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, mayo 2011 Finalmente, hablamos del personaje que resulta el talón de Aquiles del protagonista principal, Gabriela Pereznegrete, quien representa el papel de la encargada del departamento de difusión, una profesional que acostumbrada a trabajar en la iniciativa privada se ve enfrentada al mundo oficial, algo que le parece ajeno ya que de donde viene, afirma que las cosas son diferentes; esa mujer joven y guapa resalta el romanticismo del señor Bueno, quien se enamora de ella y actuando como un adolescente le demuestra y declara su amor, el desenlace es interesante y no menos divertido que el resto de la obra, el público podrá ver reflejado algo que nos parece muy familiar pero que deberíamos empezar a cuestionar en beneficio de las instituciones y de nuestro país.

“No trata de decir lo que es bueno o malo dentro de la burocracia, expone una especie de verdad del autor y esta verdad es sólo lo que él tiene en las manos como experiencia de estar en todos estos lugares que tiene la obra y los distintos personajes que el autor conoce”, Gabriela Péreznegrete.

El funcionario Bueno es irónica y tiene muchos tintes de humor, tal vez como reza en un letrero que aparece en un principio en la escenografía, “cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.