Teatro

El círculo de cal… Luis de la Tavira nos da la esperanza como clave para la transformación del mundo

Por: Susana Fernández — 1 de diciembre, 2012

Luis de Tavira presenta El círculo de cal, una producción de la Compañía Nacional de Teatro, diciembre 2012 Este 2012 ha sido un año convulsivo por múltiples razones políticas y sociales, el teatro reflejo inherente de nuestra sociedad no puede ni debe permanecer ajeno a este estado sintomático, en este sentido el maestro Luis de Tavira, director de la Compañía Nacional de Teatro eligió una obra por demás emblemática para el último estreno de este año, El círculo de cal, basado en la última pieza escrita de Bertolt Brecht, Der Kaukasische Kreidekreis, inspirada en una leyenda china.

Un trabajo profundamente conmovedor que inicia con la discusión entre unos campesinos de la comunidad de Cherán, Michoacán, y una pregunta fundamental ¿De quién es la tierra?, ¿del talamontes aguacatero que la devasta para producir dinero fácil? o ¿de aquellos que a través los siglos han cuidado los bosques y los manantiales para presérvalos en pro de las futuras generaciones?

Es así que al inicio de esta propuesta del maestro Luis de Tavira, el teatro (a través de la aparición en un vídeo de unos actores trashumeantes) irrumpe en este enfrentamiento social y ético buscando proponer una solución a través de la anécdota de Grusha, una humilde cocinera llena de vida y de ilusiones que sucumbe a la bondad de su corazón y trata por todos los medios de salvar a un pequeño –heredero de esa clase dominante–, cuando estalla la guerra, sin saber que más tarde será reclamado por su madre, quien finalmente la llevará a un juicio. Grusha representa la esperanza, una mujer que nos muestra la fortaleza del ser humano cuando se es consecuente con si mismo.

Luis de Tavira presenta El círculo de cal, una producción de la Compañía Nacional de Teatro, diciembre 2012 El círculo de cal es teatro que se mueve en el horizonte de otro realismo, orientado a exponer por virtud de la síntesis poética de una parábola, una historia que nos presenta a los diputados, caciques y mafiosos que pululan en nuestra sociedad –aquí y en otras partes del mundo– y que a costa de los más débiles fincan imperios basados en el terror, la miseria y el abuso de poder.

Imponente texto que nos remite a la formulación zapatista ¿De quién es la tierra?, en este caso ¿De quién es el hijo?, de una forma distinta, a decir del maestro Luis de Tavira: “Hoy en día la pregunta aparece con una nueva luz y un nuevo poder, decidimos a hacer esta versión de la obra de Brech porque toca un problema candente en este momento en nuestro país pero también porque abre una luz de esperanza. Se trata de esta poderosa y hermosa parábola de Bertolt Brech, el poeta despiadado y profundo crítico de esta modernidad que nos llevó a las atrocidades sucedidas en el siglo XX”.

Compañía Nacional de Teatro presenta El círculo de cal, obra de Luis de Tavira, diciembre 2012 Remitiéndose a las tradiciones del teatro, en esta producción la utilización de la máscara es fundamental para acentuar el trabajo gestual y la corporalidad de los 20 actores que aparecen en escena (entre personajes y coro).

Con el vestuario diseñado por Jerildy Bosch y las máscaras concebidas por José Pineda, el espectador puede ver de forma ampliada las virtudes y defectos de cada uno de los personajes a través de deformados y grotescos rostros y cuerpos –cuasi como si se utilizara una lupa– que conjuntamente con la ingeniosa, bidimensional y lúdica escenografía de Philippe Amand logran un concepto de “cómic escénico” que incluyen los ingredientes de la diversidad lingüística del teatro épico de Brech y que logra atrapar al público a través de cada cuadro.

Compañía Nacional de Teatro presenta El círculo de cal, obra de Luis de Tavira, diciembre 2012 “Trabajar con la técnica de la máscara puede ser un proceso muy duro, tratamos de manejarla como una herramienta pero buscando encontrar un balance entre actuaciones poderosamente emotivas y expresivas que develen cosas secretas frente al público a través de la corporalidad”, Citlali Huezo, directora de la dramaturgia corporal.

Es así que El círculo de cal es un texto divertido y ágil (extraño en la producción Brechtiana) donde dos decenas de actores crean 69 personajes con más de cien cambios de vestuario, un espectáculo donde la tambora o el corrido, música original concebida por Rafael Fuentes Orduña “El Gato” y con la dirección y arreglos de Alberto Rosas, se convierte en un protagonista más que va acompañando a cada momento la narración, haciendo una acotación pertinente para crear los efectos del llamado “cómic escénico”.

Luis de Tavira presenta El círculo de cal, una producción de la Compañía Nacional de Teatro, diciembre 2012 En este sentido, los coros son un recurso que sirve para potenciar al personaje del pueblo, esa colectividad que hace el papel de juez, de testigo, de protagonista que tiene el mismo efecto en el público y que el maestro De Tavira logra respetar y realzar al máximo.

“Algo que se planteó con la música de este espectáculo es el distanciamiento de la escena pero para acercarse al espectador a través del corrido como una forma de narrativa”, Alberto Rosas.

En un momento donde la esperanza parece alejarse cada vez más de la realidad nacional, Luis de Tavira recurre al homenaje que Brech hace a la ingenuidad como la clave para la transformación del mundo y nos la presenta a partir de un planteamiento escénico poderoso, divertido y profundamente conmovedor.

Luis de Tavira presenta El círculo de cal, una producción de la Compañía Nacional de Teatro, diciembre 2012 “Creo que este es el momento en que hay que encontrar fundamentos para recuperar la esperanza. Creo que el espectáculo de esta odisea de la bondad es la lección que necesitamos. Ante tanta maldad como la que nos rodea y la codicia desmedida es importante volver los ojos a la generosidad. En esta obra se contesta, finalmente, a una tentación filosófica que nos confundió mucho en Occidente, cuando Nietzsche en el Zaratustra plantea la compasión como una debilidad humana y llama a renunciar a ella, porque ese es un asunto de los débiles. Creo que lo que sucedió en las grandes guerras, lo que vemos aquí, es exactamente lo contrario, solamente alguien muy fuerte y valiente puede ser compasivo”, Luis de Tavira.

El círculo de cal se presenta en corta temporada hasta el 16 de diciembre (y del 10 de enero al 3 de marzo de 2013), con funciones de jueves a domingo en la Sala Héctor Mendoza de la Casa de la Compañía Nacional de Teatro (Francisco Sosa 159, Barrio Santa Catarina, Coyoacán, la entrada es libre por lo que es imprescindible hacer reservación al teléfono 5658-4108 de lunes a viernes de 12:00 a 18:00 horas).

Luis de Tavira presenta El círculo de cal, una producción de la Compañía Nacional de Teatro, diciembre 2012 Una producción de gran calidad histriónica que lleva en el elenco a Rosenda Monteros, Marta Aura, Luisa Huertas, Erika de la Llave, Marco Antonio García, Mariana Giménez, Diego Jáuregui, Tony Marcín, Laura Padilla, Roberto Soto, Enrique Arreola, Eduardo Candás, Mariana Gajá, Héctor Holten, Blanca Loaria, Rodrigo Vázquez, Andrés Weiss, Misha Arias de la Cantolla, Paulina Treviño y a Adrián Aguirre actor invitado.

“Estamos convencidos que el teatro es bueno cuando es capaz de mostrar la realidad, pero hay un teatro todavía mejor, aquel que además de mostrar la realidad es capaz de hacernos reflexionar, pero todavía se nos ocurre que hay un teatro aún mejor, un teatro que además de mostrarnos la realidad y hacernos reflexionar sobre las causas del sufrimiento de las mayorías, es capaz de mostrarnos que es posible cambiar, que el cambio es una ley de la historia y así, el arte del cambio nos devuelve la esperanza”, Luis de Tavira.

El círculo de cal es uno de esos montajes que es imperativo ver, disfrutar y dejarse seducir porque al fin y al cabo “para la ternura siempre hay tiempo”… Fotos: Sergio Carreón Ireta.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.