
Por: Susana Fernández — 18 de junio, 2015
Un texto picante y sabroso para el intelecto, una dirección irreverente que nos deja un buen sabor de boca y tres actores que se combinan con acierto cual si fueran condimentos del mismo guiso… eso y más es Desvenar, puesta escénica escrita y dirigida por Richard Viqueira.
En el amplio espectro de la cartelera teatral de nuestra ciudad he de confesar que cuando el nombre de Viqueira se asocia a un estreno, la curiosidad “pica†y como buen estimulante dan ganas de ir al teatro y ver qué qué se le ocurrió esta vez al autor de Por favor no manden riñones por correspondencia, Punzocortante, Careo y otras tantas, y confirmar si todavÃa conserva el “toque†del buen teatro. Pues bien, después de ver Desvenar, confirmamos que vale la pena ir a descubrir lo que nos tiene preparado en esta ocasión.
Más allá de que pudiera pensarse que la balanza se incline por pura simpatÃa, Desvenar es por derecho propio, una puesta inteligente, divertida y con un ritmo que mantiene el interés del público gracias a la complicidad y buen entendimiento que transmiten en escena Valentina Garibay, Ãngel Luna y, el propio, Richard Viqueira.
Es asÃ, que a partir de la conexión natural que existe entre la idiosincrasia mexicana y el fruto del chile, el también actor explora la polÃtica, lo social, el amor, las relaciones personales, la patria, la historia y de paso se permite jugar con ese arte de ingenio, palabra y obra que es el albur (del que no soy experta y estoy segura que no entendà más de uno).
Desvenar es un juego planteado en un cuasi espacio vacÃo donde solo tres sillas y algunas esferas apoyan en pequeños momentos a los protagonistas… ¡ah! Sin olvidar, el aliento y valor que les producen uno que otro chile toreado, serrano y manzano que a mordidas van consumiendo los actores mientras la obra transcurre y cual chile poblano, se despoja de su interior para dejar al público con esa sensación que nos produce una buena salsa brava: ¡un poquito más pero no mucho, no me vaya yo a enchilar!
Una epopeya a tres voces que hablan y confrontan las propiedades del chile con la condición del mexicano, tres actores que cantan y juegan con los asistentes. Según su autor, Desvenar es como “mole escénico porque conjunta la saturación de ingredientes y dificulta su digestión; una mezcolanza sonora que lo mismo recurre a los múltiples acentos regionales del paÃs, asà como a la elocuencia del merolico de plaza y a la estética kitsch mexicanaâ€.
AsÃ, cual alimento de valientes, en Desvenar descubrimos al chile como sÃmbolo de identidad, pero no hueco o meramente comercial, sino como un igual, con venas y corazón, un chile que suele sacar lágrimas como el amor y también arder contra la injusticia.
Desvenar con el siempre elocuente sarcasmo y sentido escénico de Richard Viqueira es llevada a escena con la producción de Kraken Teatro y la música de Chilli Pop’s, una excelente elección para ver buen teatro, los martes (hasta el 4 de agosto) en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
Desvenar, un acto de disección donde el chile es el vehÃculo para que Valentina Garibay, Ãngel Luna y el propio Richard Viqueira perfilen al mexicano: con su colorido estilo variopinto, su espÃritu ardiente, su sabor y hasta su apariencia engañosa.
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