Descomposición, jóvenes frente a un ámbito cada vez más en decadencia

Por: Susana Fernández — 17 de febrero, 2010

Descomposición… ética, social, económica, moral, eso y más en la obra homónima de Alfonso Cárcamo. En un intenso diálogo dramático –no carente de uno que otro toque de sarcasmo–, dos jóvenes enfrentan realidades distintas de nuestra sociedad.

En una historia que transcurre en diferentes tiempos, Antonio Rojas y Mario Eduardo D’ León muestran las trabas y prejuicios que pesan y determinan el futuro en las nuevas generaciones que hoy se enfrentan a un mundo corrupto y donde sólo cabe la ambición desmedida.

En el pequeño escenario del Foro A poco No –atrás del Teatro de la Ciudad–, nuevo espacio que busca mostrar propuestas alternativas de alta calidad dramática, la dupla de actores muestra exitosamente esta confrontación cultural que presenta a dos jóvenes –de distinta condición social– y sus ambiciones ante la vida, un ejercicio que denuncia la intolerancia –sexual, política, económica– que priva en nuestra sociedad a través de la visión y aspiraciones de Francisco, un joven de clase alta, hijo de un empresario, y de Carlos, un muchacho de clase baja que aspira a integrarse a las fuerzas básicas de la política mexicana (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia).

Con una fuerte crítica dirigida a la clase política de nuestro país, el dramaturgo Alfonso Cárcamo –autor de otros textos como TITUS, Pedro Paramount Pictures y La extraordinaria historia del pájaro azul, entre otros– expone a la corrupción como punto medular de un país cada vez más en descomposición porque “el poder no tiene sentimientos nobles”.

Con una dedicatoria no oficial a los líderes políticos y a la representación popular, Descomposición es una producción del Colectivo Escénico Seres Comunes que refleja dos caras de la corrupción en México, donde tanto en el régimen público como privado se aprecia cada vez más un creciente deterioro moral.

Con el apoyo de unos pocos recursos de utilería, el buen oficio de actuación, una acertada dirección escénica y la intervención sonora de Arthur Henry Fork, Descomposición se presenta de viernes a domingo –hasta el 28 de febrero– en el Foro A Poco No. Teatro Cabaret (República de Cuba No. 49. Centro Histórico), un excelente trabajo que muestra algunos de los aspectos que han contribuido a la putrefacción del régimen político que actualmente impera en nuestra sociedad.

Descomposición fue seleccionada para su traducción al inglés, dentro del Programa de Intercambio México / USA convocado por Lark Play Development Center de Nueva York y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en la modalidad de residencias artísticas, debido al éxito que tuvo a partir de una lectura en atril, realizada en el New York Theatre Workshop y el Lark Play Development Center.

Su estreno en en la Gran Manzana ocurrió en el marco del Ciclo Bare Bones, con actores de Nueva York, bajo la dirección de Tamilla Woodard, en febrero del año pasado. Dado el éxito y aceptación que tuvo en esta capital del teatro, la compañía The Internationalist invitó al Colectivo Escénico Seres Comunes a un intercambio artístico que consistió en una gira por el Bronx, Queens y Manhattan.

Descomposición, un excelente ejercicio escénico que provoca reflexión, la risa nerviosa en cuanto al retrato que vemos de nosotros mismos, que es tan real que asusta y nos obliga a la negación total ante la crudeza de la realidad nacional. ¡No se la pierda! Fotos: Seres comunes