
Por: Aracely Cortés — 28 de agosto, 2008
Original de Alberto Villarreal, esta producción del Dramafest 2008 acerca al espectador a dos sentimientos que han acompañado al ser humano desde siempre: la soledad y el abandono, éstos son el principal tema que refleja cada uno de los personajes.
Una reunión de insomnes en el cuarto piso de un edificio quemado propicia el encuentro de los personajes, donde cada uno va contando sus razones para la soledad y para la tristeza que los embarga. La conversación de los que no duermen gira en torno a la adaptación de algún pez a vivir en la tierra, esto sirve como punto de partida para que hablen del vacÃo de sus vidas.
Los personajes son disÃmbolos entre sÃ, cada uno a través de lo que quieren compartir se van presentando; la escenografÃa de Morgana Ludlow permite al público observar a la mujer con overol que quiere dar y encontrar razones sobre su casa, al matrimonio aburrido y cansado que sueña con cambiar, la mujer madura con aires infantiles, el hombre de barrio que va al salón de baile y el señor anclado en un viaje a Tierra Santa, todos hablan, exponen, pelean, todos solos, todos tristes, nadie escucha. La proximidad da una cierta complicidad, pero no quita del todo la posibilidad de destruir al otro, a lo diferente a lo lejano siempre se le sanciona, los vecinos del sexto piso son llamados canÃbales.
Alguien a la distancia los observa, alguien que parece no convocado a platicar con los que no duermen, pero poco a poco se acerca y llega hasta el fondo de la alberca que es el escenario, reflexiona sobre el pez y la necesidad de vivir en el agua, sobre el humano y la imperante necesidad de tener una vida mejor, se logra transmitir la metáfora de la falta de privacidad y paradójicamente de la soledad en que se vive tanto en el mar como fuera de el.
Los actores FermÃn MartÃnez, Elena de Haro, Fernando Becerril, AÃda López, Juan Carlos Barreto Edwarda Gurrola, Rodolfo Nevarez, y Paula Comadurán hacen un buen trabajo en la actuación y están acompañados del músico Gabriel Lugo. Desaire de los elevadores se presenta de viernes a domingo, hasta el 31 de agosto, en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.
Al trabajo de la directora y dramaturga Tea Alagic, hay que ponerle atención y paciencia, el tema que trata y la forma como lo hace es complejo, no obstante, resulta similar hacer el ejercicio de tratar de entender por qué siendo siete mil millones de seres humanos tenemos que buscar la respuestas en el mar, en las estrellas o pensar en los peces y sentirnos tan abandonados.
Un listado de enlaces a centros culturales, música, teatro, danza, infantiles, festivales y medios y más.
Deja un comentario