Teatro

David Gaitán lleva al espectador a su Simulacro de idilio

Por: Antonio Riestra — 18 de agosto, 2015

David Gaitan presenta Simulacro de idilio. Teatro Helenico, agosto 2015 Nombrar es desnombrar. Ignoro, sin embargo, cómo discurrírmelo, cómo discurrírselo al oído izquierdo que no me advierte, al pequeño antílope de Rousseau que está en mi escritorio.

E insisto, nombrar es desnombrar, una especie de simulacro. Por otro extremo, que radica aquí, gusto de los idilios, de vez en vez, y exijo de la vida tal acto y tal actitud.

Pienso en los héroes, ah qué jodidos debieron andar con eso de adolecer de macizo carácter, inamovible, y laxa manera… Nombrar es desnombrar.

Descifro luego ciertas cosas que han de ocurrir, estoy en continua preparación, en continuo romance con el futuro, y ahora mismo quiero llamarme Rock o David Romero o Milleth Ovalle o Amanda Gaitán. Nombrar es desnombrar.

Estoy hace ocho días, hace dos años, en la sala, qué sala, del Helénico, qué Helénico, mirando cómo Alejandro Gómez, Harif Bravo y Verónica Schmelz, pierden la cabeza, se confunden, y piensan que son una rara especie de juguetes, y que su marionetista responde al pentasílabo poético David Gaitán y que ellos evocan famosos personajes de Sun Tzu y Gaitán los conjura al pronunciar Harif Ovalle, Amanda Schmelz, Miguel Romero, Alejandro Morales, Milleth Gómez, Verónica Bravo… Nombrar es desnombrar.

David Gaitan presenta Simulacro de idilio. Teatro Helenico, agosto 2015 Palacios ama a Graciela, Graciela tampoco y se acuesta con el abogado, con el director quien, asimismo, perdóneseme, se la deja caer a la miss Yola, pero el ganón, Palacios: Julia, oh, Julia, la hermosa Julia, Julia joven, Julia cantante, Julia con nombre de Verónica, con minifalda y sabe si a veces de vaquera… Nombrar es desnombrar.

Despierto y dudo de que sea el whisky… ¿Yo soy un whisky? ¿Pos de dónde o de qué tiempo? Mas no lo olvides, estimado lector, practico meramente, confundirte es lo último que quiero, desvarío. Nombrar es desnombrar.

Termino dicha línea y ya no me hallo en ningún teatro, sino frente al Qwerty negro y blanco que me hace hablar acerca de Simulacro de idilio, ahora sí, nada de sílabas ni confusiones marcianas, del joven director David Gaitán, quien sorprende: logra llevar al espectador, a través de bien delimitadas estructuras dramáticas, hacia diversos tipos de ideales, de ensayos.

Logran, también, los actores, no caricaturizar un personaje, sino personificar una caricatura mediante, ah, qué humor, y eso de veras que debemos agradecérselos. Luego, asistiremos a una función hilarante, empero que despierta nuestra conciencia poco dada a enseñarse alegre. ¿Nombrar es desnombrar?

David Gaitan presenta Simulacro de idilio. Teatro Helenico, agosto 2015 Por encima de nadie, nadie: todos, Harif Ovalle, Amanda Schmelz, Miguel Romero, Alejandro Morales, Milleth Gómez y Verónica Bravo, se acompañan, su actuación es una actuación impecable, pulcra, que deja al observador ávido, con ganas de sentarse a verlos, por lo menos, dos veces más.

Y es que el manejo de lo sagrado que es el escenario, ¿infierno, cielo?, aterriza gracias al desorden ordenado in situ: la obra misma nos lo anuncia desde el principio: estamos ante dos fenómenos extremos, los simulacros, los idilios, que entre más parecen equidistantes, más terminan siendo un solo punto, un puntito, una esfera: nombrar es desnombrar. Desnombrar, por tanto, renombrar. Fotos: Ramona Miranda.

Simulacro de idilio, original y dirección de David Gaitán se presenta los miércoles a las 20:30 (hasta el 2 de septiembre) en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico. Con las actuaciones de Harif Ovalle, Amanda Schmelz, Miguel Romero, Alejandro Morales, Milleth Gómez y Verónica Bravo.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.