Conejo 401…el retorno al interior

Por: Oswaldo Valdovinos — 5 de octubre, 2006

La confrontación entre realidades generalmente implica daños difíciles de evitar, pues a cada paso hay que sortear situaciones sórdidas que aun para el más experimentado viajero obligan a un desenmascaramiento de quien puede llegar a ser el peor enemigo: uno mismo.

Tal hecho radica en la casi imposibilidad del ser humano actual de hacer una revisión a fondo de las pulsiones que gobiernan su entidad primigenia, es decir, el Hombre primitivo despojado de los atavismos que la modernidad, las urbes, la tecnología, el progreso y la vida contemporánea, le proporcionan a manera de armadura prácticamente permanente.

Por eso es común que cuando se llega el momento de mirarse en el espejo el reflejo sea una entidad en la que el metal herrumbroso se mimetiza con la piel escamada, plagada de llaga supurantes y no pocas mutaciones, de tal manera que para observar al Hombre en su desnudez sea necesario llevar a cabo un doloroso proceso quirúrgico, que por supuesto las más de las veces se rehuye.

Desde esta perspectiva es que Teatro del Viento, en colaboración con Tequio México y Jardin ou rieN, presenta Conejo 401, puesta en escena estructurada a la manera de road movie que plantea la crisis como una oportunidad de encuentro del ser humano consigo mismo.

A partir de recuperar la leyenda mexica de los 400 conejos, los cuales representan las pasiones del ser humano, Guillermo León, autor y director, plantea la historia de un hombre europeo, Samuel, quien enfermo de su propia cultura huye a México en busca de un poco de paz, pero sólo encuentra la guerra consigo.

Sin embargo, en esta travesía el encuentro con un niño-conejo significará retomar el rumbo pues, “cada persona debe encontrar su pasión, el motor que lo mueve en la vida para poder tener un rostro y un corazón Una vez que se tiene rostro y corazón se busca el camino florido, es decir, un camino lleno de espinas… Encontrar al conejo implica enfrentarlo, no luchar contra él, porque terminaría ganando. El fin es que cada ser humano encuentre su unidad en sí mismo para estar en contacto y en constante flujo con el universo y consumar su misión.”

Con la Actuación de Pascal Corm, Conejo 4001 se presenta los miércoles de septiembre y octubre, y los jueves de noviembre en La Capilla, y los viernes y sábados de noviembre en la Casa del Lago Juan José Arreola.