Por: Arturo Carrasco — 5 de agosto, 2012
¿A dónde lleva un mundo sobreinformado?
La puesta en escena Caos mental es un texto de carácter experimental, que invita al espectador a pasar un buen rato y a la vez a reflexionar sobre el entorno en el que vivimos y que, como bien dicen los productores, no puede ser entendido de otra manera más que como un caos.
Su tÃtulo que recuerda a la pelÃcula homónima de 1998 protagonizada por Sean Penn, no puede explicarse más que en los mismos términos en que se presenta: como una historia fuerte, con diálogos directos, sarcásticos e incisivos en algunos casos.
Aunque en un primer momento parecÃa que se encuentra uno ante un espectáculo de voces que nunca terminan por conocerse y sólo arrojan una cascada de palabras aparentemente inconexas, la idea poco a poco se va transformando en la metáfora del hombre de nuestro tiempo; un ser al que le es difÃcil reconocerse a sà mismo en medio del caos de la información, un ser que ha sido mutilado por los medios de producción y por las sociedades industrializadas.
Por su lucidez y singularidad, los diálogos que dan vida a los diversos temas que se abordan en esta puesta en escena, producida por la compañÃa Los Bocanegra, recuerdan por momentos a la obra del sociólogo francés Gilles Lipovetsky, La era del vacÃo, pues en cada uno de sus monólogos toca elementos que van de la conmoción de la sociedad, las costumbres del individuo contemporáneo que vive en la era del consumo masificado, hasta la emergencia de un modo de socialización que lo ayude a salir del orden en que vive, dicho esto último con toda intención.
Los monólogos son llevados a cabo de manera soberbia por Mahalat Sánchez y Ricardo RodrÃguez y con la dirección de Ginés Cruz se construyen como disertaciones que, pese a la teatralidad que las enmarco, son propios de personajes del mundo actual al mostrar lo repetitivo de sus vidas, sus preocupaciones, sus miedos y el vacÃo que hay en sus solitarias vidas.
Notas periodÃsticas, pasajes de libros y canciones diversas acompañadas de imágenes entretejen discursos inconexos que en su conjunto nos muestran una crÃtica fuerte a la sociedad actual. Religión, polÃtica y vida cotidiana son parte de los diversos temas abordados por estos actores a lo largo de este Caos mental.
“¿En qué creemos y qué creemos? de la saturación de información que recibimos dÃa con dÃa: tele, internet, periódicos, revistas libros, música, anuncios publicitarios, religión, la calle…â€, Ginés Cruz.
Sin la intención de echar a perder la historia y lo que se descubre en ella, debo confesar, sin embargo, que uno de los momentos que más se disfrutan, al menos para mà asà lo fue, es la escena donde a ritmo de la música de Moby y su tema In this world se desarrolla una graciosÃsima coreografÃa que es acompañada de imágenes que hacen una muy interesante critica a la religión, como institución, y sus acción en la tierra. Esta ingeniosa escena, estoy seguro, le generara a más de uno el deseo de repetir esos divertidos pasos de baile.
Caos mental se presenta en el Teatro La Capilla (Madrid 13, Coyoacán) los dÃas sábados, hasta el 22 de septiembre, y en verdad, créanme, es una obra que bien vale la pena ver no sólo por lo que ella dice, sino también por los sabios consejos que brinda como el por qué no debemos tomar ningún refresco, especialmente los de cola. Caos mental, plantea la imposibilidad de escapar del ruido que se percibe en una cotidianidad saturada de violencia, consumismo, ideologÃas…
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Hoy fui a ver “Caos Mental”. La disfruté mucho. El trabajo actoral me parece espléndido,la dirección magnÃfica, tiene ritmo, una bella coreografÃa. La recomiendo ampliamente. Vayan a verla pues quedan pocos sábados. No se la vayan a perder. ¡Bravo por Ginés, Mahalat y Ricardo!