Por: Roberto Sosa — 20 de junio, 2011
Si a Hugo lo dejarán dirigir una obra de teatro en los cinco continentes, quizá salvarÃa al mundo: Karina Gidi
“Bosques es mucho más rabiosa y profunda a nivel de historia, pues parte desde 1870 en la guerra Fraco-Prusiana, la Primera y Segunda guerras mundiales, para ir a 2006 a la matanza de mujeres en la Escuela Politécnica de Montrealâ€, Hugo Arrevillaga.
En noviembre de 1989, se da la noticia en todo el mundo de la caÃda del muro de BerlÃn, un grupo de amigos en Canadá, festejan el acontecimiento; Amada Lambert le informa a su esposo Bautista su estado de gravidez, dará a luz a una niña a quien pondrá el nombre de Lobo. Luz Davre es madre de Amada y abuela de Lobo, vive en la lejanÃa, apartada de todo y de todos. Lobo pierde a su madre, quien muere al poco tiempo vÃctima de una extraña enfermedad: tiene incrustado en el cerebro, un trozo de hueso de una mandÃbula humana.
Lobo crece al lado de su padre, quien la dejará en manos del paleontólogo Douglas Dupontel para buscar en el pasado, en sus ancestros, la razón de su existencia; el motivo que dio origen al odio heredado, odio que traspasa el tiempo y la distancia.
En la Primera Guerra Mundial un soldado desertor busca refugio en un bosque de Ardenes, Francia y a partir de este acontecimiento, se desarrollan historias que hablan de amor, traición, engaño, rencores… promesas.
“Bosques bien podrÃa ser la historia de cualquiera de nosotros, de aquellos que hemos perdido a alguien, de aquellos a quienes nos han arrancado algo, de aquellos que hemos hecho promesas, de aquellos que hemos sido abandonados de alguna u otra forma. Se trata de una historia profunda, bella, y llena de misterio, ese misterio del cuál nutrimos nuestra existencia y que buscamos insaciablemente durante la vida entera.â€, Hugo Arrevillaga.
Once actores en la escena, conforman un elenco que a través de las interpretaciones dan forma a un texto que habla de la condición humana. Lobo quien representa el odio, la rabia, el vacÃo existencial, le habla al espectador desde su absoluta frigidez que enmascara con una constante agresión hacia todos y contra todos. En medio del bosque donde se refugiaron sus antepasados, nace una esperanza que tendrá que encontrar para emanciparse.
Esta es el génesis de Bosques, una obra del autor libanés-franco-canadiense Wajdi Mouawad que forma parte de la tetralogÃa La sangre de las promesas, la cual está conformada por Litoral, Incendios, Bosques y Cielos. Hugo Arrevillaga ha llevado a escena las dos primeras: Litorales en 2006 e Incendios en 2009, ahora con Bosques realiza la tercera parte de esta monumental obra dramática, quedando pendiente Cielos. Bosques se presenta precedida del gran éxito que fue la puesta en escena Incendios, un fenómeno teatral que dejó huella en el público que tuvo la oportunidad de verla.
¿Qué fue Incendios?, ¿Qué es ahora Bosques?, ¿Cómo autor Mouawad es capaz de mover al espectador desde sus más recónditas emociones? ¿Cómo director, Arrevillaga tiene la afinidad, la capacidad de entender a este dramaturgo, para trasladar al escenario toda la fuerza dramática de sus textos? No es fácil encontrar respuestas. El acontecimiento en el teatro del año anterior, fue sin duda Incendios.
Quizá el error es tratar de ver en Bosques lo que Incendios dejó en nuestra memoria y en nuestras emociones; esa catarsis que puso a llorar a la mayorÃa de los que vimos esta excelente obra. Y le llamo fenómeno teatral, porque nunca antes habÃa visto a tanta gente emocionarse de esa manera durante el desarrollo de una obra, yo en particular, la segunda vez que la vi, salà a la calle con lágrimas en los ojos y ahora que hablo de ella, con solo recordar, se me hace un nudo en la garganta.
Bosques no logra esto, pero no por ello resulta ser una obra mala, al contrario, es una gran pieza, un excelente montaje teatral con un inteligente trazo escénico. Además cuenta con un grupo de muy buenos actores que hacen su trabajo de manera extraordinaria. La comparación es inevitable, el reto es grande; sin duda Bosques tiene los argumentos para lograr el éxito, no con los tumultos que ocasionó Incendios, no con las lágrimas que enjugamos ante tal representación, no con las filas que la gente hizo desde el medio dÃa para alcanzar un boleto, no, no creo que sea asÃ, pero Bosques tiene en el autor y en el director dos poderosas razones para ver una muy buena obra de teatro.
“Cada puesta en escena tiene su propio tiempo y respuesta, aunque cada uno de los miembros de esta nueva producción están trabajando para que el espectador tenga una nueva conmoción y fortalecimiento de su conciencia. Que al salir del teatro tengan una pregunta sobre su vida, es el tipo de teatro por el cuál dan la vida cada uno de los que estamos en la conferenciaâ€, Hugo Arrevillaga.
Bosques, un proyecto de Hugo Arrevillaga con Tapioca Inn, se presenta con: Úrsula Pruneda, Antón Araiza, Concepción Márquez, Pedro Mira, Rebeca Trejo, Jorge León, Raúl Villegas, Sonia Franco, Violeta Sarmiento, Alejandro Reza y Adrián Vázquez. La traducción del texto es de Raquel Uriostegui, el diseño de escenografÃa de Atenea Chávez, la iluminación de Auda Caraza, el vestuario de Mario MarÃn del RÃo y la música –original– es de Ariel Cavalieri. El escenario es el Teatro Benito Juárez.
“Esta idea que lleva dos años en proceso, es parte de un proyecto cuyas tramas tienen su propio tema y abordaje particular que no obliga a ver Litoral o Incendios, para ser entendida, aunque el argumento que traslucida cada una de ellas es esencialmente una recuperación constante de la memoria y búsqueda de identidad: ¿cuáles son nuestras raÃces? ¿de donde venimos? o ¿qué ha sucedido para que podamos estar parados platicando frente a frente?“, Hugo Arrevillaga.
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