
Por: Roberto Sosa — 28 de diciembre, 2010
El espectáculo con tÃteres es por lo general dirigido al público infantil, con historias que son propias para niños. Aullidos es una obra que va dirigida al espectador adulto; una historia contada a través de muñecos de tamaño real, con un relato que transita por lo cómico, el drama, el erotismo y la fantasÃa.
Un cuento infantil con tintes de terror y personajes como salidos de una horrible pesadilla… un escenario tomado por la imaginación con tÃteres que cobran vida por su gran realismo.
Con más de veinte muñecos y casi el mismo número de cambios de escenografÃa, Aullidos impresiona por los elementos que la componen y la excelente manipulación de las marionetas; el vestuario, la iluminación y la música cierran un cÃrculo al que no le falta nada.
Una propuesta diferente que se pone ante el espectador es de un gran profesionalismo que se despliega por el escenario; la técnica que se utiliza en el manejo de los tÃteres es el Bunraku japonés, arte visual idóneo para transmitir emociones como el amor, la ternura, la pasión, el odio y la compasión.
El Bunraku japonés es un arte teatral, es acción escénica, iluminación, vestuario, actuación, música y literatura dramática. La visualidad del Bunraku es pura energÃa, la perfección de su técnica seduce al espectador aún cuando éste no sea capaz de entender el lenguaje hablado; es un nexo que se conecta en el plano escénico a través del sentimiento, quizá esto, es el punto de belleza que más nos vincula con las marionetas.
Es importante señalar los cambios que se aprecian en en escenario, tanto de vestuario, como en la escenografÃa. En unos segundos –cuando se va negro total–, aparece otro escenario, que va desde una habitación de la duquesa, el salón de un castillo en donde vive un ogro, hasta un fondo marino y las criaturas que lo habitan: una sirena, un pez de gran tamaño y una bestia de las profundidades. Una magnÃfica concepción escenográfica que logra un perfecta demostración que impresiona por su creatividad y su autenticidad.
Aullidos nos lleva por la historia de la madre de TalÃa, quien es poseÃda por un demonio, por lo que la Inquisición la condena a muerte; con una lanza, el verdugo da muerte a la madre.
TalÃa quien queda en el desamparo y deambula por la calle, conoce a un joven llamado Hans; otro de los personajes es una duquesa que se lleva a TalÃa como criada a su casa, donde se recibe al rey, que es su amante. El fantasma de la madre duerme a TalÃa para protegerla de la maldad y la lleva al fondo del mar para cuidar de ella…
Es asà que las pasiones humanas alcanzan y transgreden la esencia de las marionetas. El sexo y erotismo como elementos básicos del relato; la maldad, el odio y el amor también son parte importante en el desarrollo de la trama.
Asà tuvimos la oportunidad de apreciar un cuento negro lleno de fantasÃa, un relato oscuro de dolor y risa, un espectáculo visualmente sobrecogedor e impactante, lleno de drama, inspirado en una historia infantil como serÃa La bella durmiente, o un cuento de hadas con un final feliz muy sui géneris donde el héroe termina muntando en bestia, dando Aullidos.
¿Qué es la fantasÃa? ¿Qué son los cuentos de nuestra infancia? ¿De dónde vienen las pesadillas? Los personajes que aquà aparecieron, quizá nos mostraron las respuestas; en Aullidos las alucinaciones se ven en vivo… están en el escenario.
Aullidos es la propuesta que presentó la compañÃa española Teatro Corsario, a principios de este diciembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, bajo la dirección de Jesús Peña y con el apoyo de la SecretarÃa de Cultura del Gobierno del Distrito Federal a través del Sistema de Teatros de la Ciudad de México.
La compañÃa Teatro Corsario, formada en 1982 en Castilla-León, España, tiene una larga trayectoria que se caracteriza por un especial tratamiento de los clásicos en lengua castellana que la ha situado entre las mejores compañÃas de verso del mundo.
Otro de los trabajos por lo que reconocido este ensamble teatral es la producción de novedosos espectáculos de tÃteres de ámbito internacional, como la de Aullidos, que ha obtenido importantes reconocimientos, como el Premio al mejor espectáculo para adultos en la Mostra Internacional de Titelles de la Vall d’albaida; el Premio del Jurado de la Unión Polaca de Artistas de Escena en el Festival Internacional de TÃteres de Torun, Polonia; Mención honorÃfica del festival de Torun por su “magistral técnica de animación†y el Premio a la mejor propuesta interpretativa en la Fira de Lleida.
Además de la presentación de Aullidos, Teatro Corsario presentó La Barraca de Colón, en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque. Un espectáculo de Fernando Urdiales, considerado uno de los grandes profesionales de la escena teatral española, un hombre que llevó hasta su fallecimiento –12 de diciembre de 2010– el mundo de las bambalinas en su corazón a través de una perfecta trayectoria de más de 40 años.
Es asà que pudimos conocer uno de los mejores proyectos de Urdiales –el cual se llevo a escena por primera vez en 2005–, una divertida sátira en torno a Cristobal Colón que se construye sobre una imagen estatuaria a partir de aseveraciones “documentadas” que, por lo general permanecen inamovibles, como los dogmas de fe en el transcurso del tiempo…
Una trama que se ubicaba en el particular territorio de las barracas de feria donde una “troupe†de artistas de circo y variedades, marginales y defectuosos representaban la vida del Almirante a su modo.
Una visión iconoclasta de un Cristóbal Colón que nos acercaba a un perfil más humano en una faceta de engañador engañado. Una chispeante alegorÃa más común sobre un héroe contemporáneo.
“Ese espÃritu, como el de Fernando Urdiales y el equipo de Corsario, bebe de la fuente del cabaret alemán de los años treinta, más concretamente de Karl ValentÃn, admirado por Bertolt Brecht. En ese espÃritu, que supone una potente inyección para el aburrido y adormilado teatro español actual, se fusiona magistralmente lo grotesco y la tragedia, además de huir del conformismo, dando como resultado un magnÃfico trabajo que hizo participar y entusiasmó como nunca al público”, Carlos Toquero. EL MUNDO.
Para los amantes del teatro, Teatro Corsario, un buen postre para cerrar el año… una de las mejores opciones que tuvimos este 2010 en los escenarios capitalinos. Fotos de Aullidos: Alma Curiel. Fotos de la La Barraca de Colón: Luis Laforga
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