
Por: Claudia Magun — 2 de marzo, 2017
“Si eres bibliotecario, como lo es el personaje de esta obra, ves a la persona amada como si fuera un libro, porque cada uno es un lenguaje y en la relación amorosa hay 20 o 30 palabras clave que construyen un código hasta lograr que ambos hablen el mismo idioma…”
La lluvia y el amor son dos palabras que tienen una constancia en la poesÃa de todos los tiempos, su significado ha llevado a muchos de los grandes poetas a crear pasajes profundos sobre la alegrÃa, la tristeza, la amargura, la incertidumbre, la desesperación, la bondad y la maldad, la vida y la muerte y otras tantas circunstancias relativas a la existencia del ser humano.
Para Juan Villoro, quien es uno de los autores más leÃdos en nuestro paÃs, la simbologÃa pluvial y el amor tiene un significado muy especial, tan único que lo inspiraron para pensar en Conferencia sobre la lluvia, un texto que esta ocasión no se lee, no es un libro, es una obra de teatro que descubre a un bibliotecario neurótico, frágil y amante de la literatura.
Un personaje bastante atractivo para cualquier actor que se jacte de ser un profesional del teatro y lleve adelante una enmienda tan difÃcil como es representar un monólogo, particularmente éste que se sustenta en una narrativa bastante complicada, y quien más que Arturo Beristáin, quien con esa personalidad y capacidad histriónica se pinta solo para lograr que el espectador se compenetre con una honda e irónica reflexión sobre los libros y las emociones.
“Quiero sentir el corazón de la persona que está en la tercera fila y en la última latir conmigo. Mis tentáculos de percepción se dirigen a todos y cada uno directamente; es ahà donde se consigue identificación, empatÃa y el universo entero entra en armonÃa”, Arturo Beristáin.
Porque como bien dice su tÃtulo, Conferencia sobre la lluvia, versa sobre la lluvia, la poesÃa amorosa y la lectura, pero más allá de esto es un diálogo entre el teatro y su relación con el arte literario y con la vida. Asà que descubrir a un bibliotecario que en el vértigo de la improvisación habla de sà mismo mientras a su mente acuden los poetas y de manera fascinante mezcla dos formas del discurso: la conferencia y la confesión, no es fácil, lo contrarÃo, se requiere de un dominio para sostener la fuerza de un personaje que sólo habla, habla y habla.
La conferencia… es un monólogo donde la palabra es el sustento, no hay más, hay que conquistar al público con la actuación para que descubra el texto, un texto profundo, no fácil, al contrario, es un ejercicio que necesita de un espectador atento para compenetrarse con el sentido que el escritor pretendió dar “a una historia de amor en la que el protagonista ve a la mujer que aparece en su vida como un libro escrito en una lengua extraña que no logra descifrar”.
Son las palabras de Sandra Félix –directora de escena–, para quien “la narrativa en el teatro implica un desafÃo porque puede tanto aburrir al público como llenarlo de imágenes maravillosas” y dirigir la obra de Villoro es, “una confesión personal y una conferencia sobre la lluvia, y la poesÃa amorosa que reflexiona sobre lo que podrÃa suceder con los libros ante la posibilidad de que sean leÃdos en un monitor o una pantalla”.
Desde su estreno en agosto de 2013 en el Foro polivalente Antonieta Rivas Mercado, al interior de la Biblioteca México, y después de exitosas temporadas en diferentes escenarios, Conferencia sobre la lluvia ahora se presenta en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, con funciones de jueves a domingo (hasta el 26 de marzo).
Una invitación a la lectura de un texto profundo a partir de la actuación de Arturo Beristáin, un hombre que ha dedicado su vida al teatro, al mismo tiempo que ha hecho de la literatura un cómplice en la construcción de cientos de personajes que él ha dado vida como protagonista de historias que llevan al espectador a una experiencia que le descubre una introspección con su yo interno.
“El monólogo, es un género peculiar que puede consagrar a algunos actores al darles la posibilidad de desplegar la capacidad de sus registros en tanto mantienen todo el peso de la obra. En este caso el bibliotecario ante el compromiso de dictar una conferencia tiene mucho de actor”, Juan Villoro.
Conferencia sobre la lluvia, una más de las producciones que el maestro Luis de Tavira dejó como legado de su gestión al frente de la CompañÃa Nacional de Teatro, una obra que se recomienda como ese fascinante ritual del teatro, aquel donde el espectador no puede chistar ni parpadear, que tiene que estar atento a esa ceremonia que le permite engolosinarse con el arte de la dramaturgia, el desarrollo escénico y el trabajo de un actor que le lleva a descubrir una loca confesión personal sobre el amor, la lluvia y la lectura.
“El monólogo como género teatral, es un tour de force para el intérprete, que debe ser conducido por el director de modo que ambos puedan salir avante en un océano de palabras y emociones”, Sandra Félix.
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