Por: Roberto Loera — 27 de noviembre, 2012
Una de las obras maestras de la literatura universal de todos los tiempos, se lleva al escenario en una adaptación y dirección de Alejandro Bichir y la participación de integrantes de la CompañÃa Teatro Clásico XXI. La escenografÃa e iluminación es de Mario Alcántara, vestuario de Cecilia GarcÃa y producción de MarÃa Teresa Guerrero.
La madre se presenta en una breve temporada que correrá del 29 de noviembre al 2 de diciembre en el Teatro Benito Juárez, con el apoyo de la SecretarÃa de Cultura del Gobierno del Distrito Federal a través del Sistema de Teatros de la Ciudad de México.
El elenco lo integran Elsa Jaimes, Alfredo Barrera, Joel Rangel, Wlises Mendoza, Floribel Alejandre, Saandra Cobián Bichir, Sara Zuñiga, Marcela Alejandre, Marcela Feregrino, Jesús Goitia, Ken Lueders, Leonardo Villa, Giovanni U. Palatto, Abel Montelongo, Jorge Monter, Iván Acosta, Lui F. EnrÃquez, Esbeide Stefanoni, Santiago Torres y José Yasdegardo, 20 actores –egresados principalmente de las escuelas de teatro del INBA y de la UNAM– que interpretan 40 personajes distintos para llevar a escena un texto fundamental en la literatura universal, una novela de amplio contenido social, ubicada en los albores de la Revolución Rusa.
Se trata de la historia de una mujer de nombre Pelagia Vlasov –viuda de un obrero y madre de otro obrero– quien ve con inquietud, casi con miedo, cómo su hijo se reúne en la clandestinidad con sus compañeros de la fábrica donde trabajan.
Al ser testigo de esas reuniones, poco a poco Pelagia se va involucrando con ellos hasta dejar de ser sólo un testigo y convertirse en la madre todos aquellos jóvenes revolucionarios. Pero aún más, ahà escucha ella los principios de “un nuevo orden social que transforma al ser humanoâ€.
Asistimos aquà a la transformación de una madre cuando, después de una manifestación obrera y la detención de su hijo Pavel por la policÃa zarista, aprende a leer, deja el barrio y se traslada a la ciudad donde ayuda a otros obreros a liberarse de sus miedos y a sacarlos del oscurantismo y tomar como propios los ideales libertarios de su hijo.
“¿Será posible que atormenten a la gente?†–pregunta la madre a su hijo, refiriéndose a los policÃas– ¿Que desgarren el cuerpo, que rompan los huesos? Cuando pienso en esto, Pavel, querido mÃo, ¡me da horror!†El joven responde: “Rompen el alma… eso duele más: el que desgarren el alma con sus manos sucias…â€.
Máximo Gorki (Alexéi Maximovich Pieskov 1868-1936), autor de Los bajos fondos y Los pequeños burgueses, entre otras obras, concibió la novela La madre en 1902, a raÃz de la manifestación del Primero de Mayo en Sórmovo, barrio obrero de Nizhni Novgorod, y conoció personalmente a muchos de los participantes en aquellos acontecimientos.
En 1906, estando en Estados Unidos, Gorki comenzó a escribir esta novela de la prerevolución, para terminarla en la ciudad de Capri, Italia, ese mismo año. Pronto, esta novela empezarÃa a difundirse en América, Europa y Asia.
La prensa obrera, principalmente la alemana, se apoderó de ella y empezó a divulgarla en forma de suplemento de los periódicos o de folletines, en millones de ejemplares. Es asà como La madre se convirtió en el libro predilecto de los proletarios europeos y de otros continentes.
Esta adaptación al teatro se debe a Alejandro Bichir, director escénico egresado de la Escuela de Arte Teatral del INBA en 1964. En 1969 dirigió La madre, de Bertolt Brecht (basada en la novela homónima de Máximo Gorki) y recibió el Premio Xavier Villaurrutia; en 1972 estrenó Intizitezcatl o El espejo encantado, de Salvador Novo, obra seleccionada para presentarse en el Primer Festival Internacional Cervantino.
En 1973 llevó a escena El pequeño Malcom y su lucha contra los eunucos, con los jóvenes Héctor Bonilla, Fernando Balzaretti, Octavio Galindo, César Bono y Rosalba Brambila, obteniendo el Heraldo al Mejor Director por la mejor puesta en escena del año y de la Agrupación de CrÃticos y Cronistas de Teatro el Premio al Mejor Director; en 1974 montó Santa Juana de los Mataderos, de Brecht, como director huésped de la CompañÃa Nacional de Teatro.
Ha dirigido también con gran éxito y reconocimientos: Hombre y muchacho, de Terence Ratigan; El niño y la niebla, de Rodolfo Usigli; El ultimo preso, de Slawomir Mrozek, y Con la frente en el polvo, de Luis G. Basurto, entre muchas otras.
En otras actividades del ámbito artÃstico, destaca su actividad (1977-1982) como jefe del Departamento de Teatro Foráneo del INBA, convocando y coordinando concursos, festivales y muestras de teatro, y en 1983-1985 como jefe de Teatro y Literatura de la SubsecretarÃa de Cultura de la SEP
Formó parte del Consejo Cultural en la SecretarÃa de Cultura del D. F. en 2001-2003 y de 2003 a 2006 se desempeñó como director general de Cultura en la Delegación Coyoacán. Es, además, conferencista, comentarista y jurado en eventos nacionales e internacionales, y cabeza de una destacada familia de actores mexicanos de renombre internacional.
“Es una obra muy actual que invita a la conciencia, la razón, donde cualquiera se puede sentir reflejado y no por dolor, sino porque se le conmina con este texto a la razón, a que lea y se concientice, además de conmoverse. La obra es muy importante porque fue inspirada en el combate revolucionario Ruso de esa épocaâ€, Elsa Jaimes, intérprete de Pelagia (La madre). Fotos: Alma Curiel.
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muy buena obra, y excelentes actores. 100% recomendable