
Por: Colaborador Invitado — 12 de marzo, 2008
Alguna vez escuché decir a un hombre sabio, con un gesto de preocupación bastante humano, que existen personas con un miedo constante a la vida. Yo apostarÃa por no angustiarnos demasiado, pues el temor a permanecer vivos generalmente es empujado por una pasión desbordante, la cual propicia el desarrollo de una percepción muy peculiar del cosmos y nos encamina al hecho mismo de crear.
Precisamente este fenómeno sucede en A-mar en fuga, espectáculo unipersonal -producido por La Cuarta Teatro – escrito y dirigido por Marco Vieyra, donde nuestro único personaje es una joven que experimenta una depresión trágica un tanto auto-construida.
Triste mujer a quien no pude evitar relacionar con el personaje Amelié de la cinta Amelié, no sólo por haber escuchado un tema del soundtrakc de esta pelÃcula francesa, sino porque además en su personalidad se dilucida algo del encanto inocente de la francesita. Sin embargo, con sus veintitantos, la inocente sonrisa de esta protagonista es desde un principio trastocada, y después severamente trastornada, por la dolorosa realidad que implica una pérdida constante.
Desde un inicio la mujer espera sentada en un baúl, con una escalerilla en sus piernas; mira de frente al público, mientras da la bienvenida a los asistentes con una agradable sonrisa. Una vez que el público toma asiento, comienza a relatar su historia desde el interior de una especie de instalación escenográfica, la cual va desenvolviendo poco a poco mientras llena el espacio con diversos elementos, que al parecer, simbolizan los trozos de vida con que escénicamente narra su particular manera de percibir el mundo.
A modo de una declaración escalonada, subiendo, bajando y flotando, el personaje interpretado por Isabel Piquer, cuenta su historia, pasando de preguntas a definitivas respuestas. Nos enteramos del amor que se va y deja a su paso un rechazo frecuente; se acentúa el deseo exacerbado por el sexo; sabemos del abandono, del fanatismo por la escatologÃa; conocemos recetas de cocina y limpieza poco averiguables; la noticia de los cientos de peces muertos provoca desconcierto y cierta identificación que nos lleva directo entender su sentido de la pérdida.
El sentimiento de incomprensión es evidente, al igual que la presencia de una muerte constante; un alma deseosa de elevarse permanece encendida durante casi toda la puesta. Implica todo un reto subir dos escaleras al mismo tiempo, lo que hace más culminante el grito desesperado a través del cual nos explica por qué se corta la oreja de Van Gogh todos los dÃas.
De vez en cuando somos interrumpidos por el nerviosismo y la falta de credulidad por parte de la actriz -un poco más de ritmo no le caerÃa mal-; nos recuperamos un poco cuando nos muestra sus pequeñas alitas pintadas en su traje de combate y trata de sonreÃr relajadamente.
AsÃ, la vemos ir desde una faceta onÃrica plagada de dulzura hasta quedar sometida al sublime deseo de nacer de las entrañas de un cerdo, mientras nos recuerda una y otra vez la asquerosa manera en que fue rechazada, justificando de este modo su siempre segura determinación.
La escenografÃa a manera de instalación es ingeniosa, sintetiza y aprovecha un pequeño espacio que no sólo contiene sorpresas inesperadas en su interior, sino también la posibilidad de extenderse a las alturas. La actriz posee agilidad y dominio del cuerpo y espacio, aunque no pasa lo mismo con el texto. Los detalles existenciales de la historia, que en coloración pasan de rosado a rojo rápidamente, la hacen extrema e interesante, sin embargo a veces no mantiene una continuidad en el ritmo.
Amar en fuga, espectáculo de Marco Vieyra que se presenta en el Teatro La Capilla, todos los jueves, es recomendable para todos aquellos románticos que se sientan incomprendidos y miserables en su existencia; aquellos que se regocijan en su miedo a vivir. Por supuesto a los curiosos y amantes de los detalles y las preguntas que casi nadie se hace o que tal vez nadie recuerda constantemente.
No es muy apta para aquellas personas prácticas que no abundan mucho en detalles o detestan la cursilerÃa y prefieren el periódico matutino a un buen poema de algún autor callejero, o a quienes hace mucho se cansaron de tanta autorreflexión y han desistido del suicidio.
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Estimado Marco: No sé si me recuerdas, soy Ale Mazza(pelón) integrande de la Damanthal Klinike, estuvmos hace unos 3 años chambeando en Df, elen C:C: Helénico, me gustarÃa saber tu mail,para poder contactrme contigo. un abrazo
Esa obra la vi y no sabes
lo ke me encantooo es simplemente genial saludos
esta puesta en escena la vi en guadalajara hace como un año me encanta tus obras te aviso que te voy a esxponer en como director mexicano , pues yo estudio artes escenicas para la wexpresion teatral en guadalajara me gustaria conoceete y estar en un curso tuyo soy de puerto vallarta y nunca he tenido la oprtunidad de participar pero he visto, asfixia, imrovisados y medio, amamos el futbol y amar en fuga de verdad estoy muy interesada en saber de ti bueno suerte
[…] queretana como conservadora o retrograda. AsÃ, pudimos apreciar una propuesta interesante de teatro-instalación “A-mar en Fuga” un monólogo construido con textos de Chuck Palahniuk y Angélica Liddell, evidentemente […]
Tengo un track para ustedes, por favor contacto a la brevedad.