
Por: Claudia Magun — 28 de octubre, 2008
Como un mundo muerto, inamovible, fugaz, sin variaciones de ningún tipo, El despoblador (Le Depeupleur) de Samuel Becket muestra la exploración estética y evolución literaria a la que se entregó este ufano irlandés que nació en las cercanÃas de Dublin, el 13 de abril de 1906, bajo el signo de Aries.
En el marco del Encuentro de Artes Escénicas México, Teatro UNAM presenta la puesta en escena El Despoblador, bajo la dirección de Alain Françon, un enigmático monólogo sobre las condiciones de vida, códigos, leyes, reglas y clasificaciones de un poblado de humanos o de hormigas que se ocupan de subir las complicadas escalas en busca de un desenlace que parece bello, casi salido de un caos.
El despoblador, caracterizada por Michel Didym, representa un trabajo donde el actor no busca reinterpretar un texto que él ofrece con toda su pureza y se interna en la profundidad de un cilindro cerrado donde los habitantes de una extraña ciudad, reducida a una confusa masa de cuerpos que persigue frenéticamente la más vana y antigua de las creencias: una salida, la salvación.
Didym, actor y director de escena, egresado de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático de Estrasburgo, Francia y reconocido por su éxito en la dirección de sus últimas obras: “Face de cuillère†de Lee Hall y “Oreilles tombantes, groin presque cylindrique†de Marcelo Bertuccio, caracteriza esta inversa utopÃa en la cual destaca la calma y la inmovilidad aprisionada en un espacio sometido a las estrictas reglas: “me encuentro al interior de un cilindro rebajado que ostenta cincuenta metros de perÃmetro y dieciséis de altura, un espacio de palabras negras, pero no desprovistas de humor rabioso y bromista, tampoco de alegrÃa….â€
Por su parte, Alain Françon, autor, director de escena y desde 1996, director del “Théâtre National de la Collineâ€, en ParÃs, lleva a escena este cuestionamiento escénico, escrito en 1970, por el destacado dramaturgo del teatro del absurdo y galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1969 –mismo que no quiso recibir-, en una producción de la CompañÃa Boomerang, en la cual todo es claro y cientÃficamente enunciado, y sin embargo nos lleva a preguntarnos ¿quién es ese despoblador, demiurgo o creador? ¿destructor o pacificador? ¿qué sentido le da a este mundo (a nuestra existencia)?
El despoblador se presenta en dos únicas funciones -28 y 29 de octubre- en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, con el trabajo escenográfico de Jacques Gabel, el diseño de iluminación de Joel Hourbeigt y el vestuario a cargo de Danick Hernandez.
El despoblador, un universo de la contradicción que prohÃbe toda certeza en este mundo que se convierte en el juego eterno de la repetición hasta una lenta anulación de sus pobladores…
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