
Por: Claudia Magun — 1 de octubre, 2007
Con lazos que le acercan afectivamente desde niño a la historia de la música orquestal en nuestro paÃs, Carlos Miguel Prieto llega al atril de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) para construir una nueva etapa con ésta institución a la que lo une, además de su compromiso con la música, la familiaridad surgida a través de su abuelo, miembro fundador y presidente del organismo establecido por el compositor Carlos Chávez de quien también fue amigo entrañable.
Educado en el seno de una familia melómana, la fila L de la sala principal de Bellas Artes fue testigo de la constancia del niño Carlos Miguel por su gusto y pasión por la música. Ahora, este mismo recinto lo recibe como el director artÃstico del mismo organismo que tantas veces lo tuvo como invitado.
Con más de 30 años como músico, un gran número de éxitos como solista, haber dirigido a la Orquesta Juvenil de las Américas, a la Filarmónica de la Ciudad de México, y a la Sinfónica de Xalapa, además del gran éxito que obtuvo como titular en la pasada Temporada de la Sinfónica de MinerÃa, ahora para Carlos Miguel Prieto el compromiso será enriquecer el futuro de la Sinfónica Nacional.
En el inició de la II Temporada 2007, con toda su simpatÃa y su poco tiempo, después de un ensayo, el maestro tuvo la amabilidad de charlar con Interescena.
¿Cuáles serán las principales lÃneas de trabajo en su gestión al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional?
En realidad mi manera de pensar es que el trabajo del director es a largo plazo pero también es una labor a corto plazo. Me gustarÃa ir trabajando paulatinamente para lograr que la Orquesta poco a poco logre ver una cierta obra del repertorio e instintivamente reaccione en cuanto a cómo tocarla según sea el estilo.
A que me refiero, por ejemplo, vamos a hablar del periodo clásico, del siglo XVIII; es totalmente diferente tocar una obra de Mozart que tocar una sinfonÃa de Haydn en su periodo medio o en el periodo inicial.
Lo que quiero es que los músicos de la Orquesta estén conectados conmigo e instintivamente capten estas diferencias. Lo que es muy común con las sinfónicas es que saben tocar bien el repertorio Romántico, como las sinfonÃas de Brahams o las de Tchaikovsky, lo qué es difÃcil es traducir esto 50 años antes.
Con esto me refiero a que es un trabajo a largo plazo porque significa estar constantemente estudiando el repertorio hasta que se logre la confianza de la Orquesta y una reacción natural al tocar las obras de cierta manera.
Siempre he tenido la filosofÃa que una orquesta sinfónica que ostenta tal nombre debe poder tocar desde el Barroco hasta nuestros dÃas, y eso es algo tremendamente difÃcil. Hay orquestas que se dedican nada más al Barroco, en el caso de esta Orquesta queremos que pueda tocar desde el Barroco hasta los lenguajes más complejos de hoy. Por eso mi propuesta de repertorio es muy amplia y no se frena en ningún periodo.
¿Cuáles serÃan los hilos conductores de esta Temporada?
Para ser muy especÃfico, son tres. El primero, es seguir la idea del periodo clásico, y hago tanto énfasis en éste, porque es el periodo que le da origen a la orquesta. En ese época se desarrolla la orquesta sinfónica y empieza a adquirir una vida independiente de la música eclesiástica o de la música de ópera.
Por eso, una de las lÃneas conductoras de esta Temporada son las sinfonÃas de Haydn, que abren cada uno de los programas. Por ejemplo, vamos a tener una sinfonÃa muy temprana que se llama El Atardecer y unas sinfonÃas poquito más tardÃas, como la 38, la 60, la 85 y la 94.
Ahà está el panorama de un compositor desde el principio hasta su más alta madurez, con obras completamente diferentes. Pero existe el hilo conductor, además cada sinfonÃa tiene un nombre: El atardecer, El filósofo, otra es la SinfonÃa Eco, El distraÃdo o La reina y otra La sorpresa.
El segundo hilo conductor es la presencia de pianistas y de obras de piano, vamos a hacer los conciertos de Beethoven en este orden: 5, 4 y 3, también el Concierto de Tchaikovsky para piano, el Concierto de Ponce y el Concierto de Ricardo Castro. En fin, hay seis conciertos de piano y seis pianistas invitados.
Finalmente, el tercer hilo conductor, son las obras que terminan los programas, representantes claros de una corriente musical especÃfica.
En el caso de la primera semana, la Tercera SinfonÃa de Copland representa un sinfonismo en el medio del siglo XX que empieza a tener apogeo en Estados Unidos. Un poco como la herencia de Mahler, Shostakovich y otros compositores representada en esta Temporada.
También vamos a tener obras de la relevancia de Cuadros de una exposición de Mussorgsky, SinfonÃa fantástica de Berlioz, La noche de los mayas de Revueltas, Danza sinfónica de Rachmaninov. Cada una con su peculiaridad, obras grandes, importantes que incluyen a toda la Orquesta.
Actualmente existe una cantidad de directores jóvenes que están al frente de diferentes organismos, ¿esto quiere decir que existe un movimiento orquestal joven en México?
Habla de que ya no somos tan jóvenes. Cuando el maestro Diemecke empezó en esta Orquesta era más joven que yo que tengo 41 años, y me considero joven pero ya llevó treintaitantos años metido en las cuestiones musicales, dirigiendo ciertos años y como lo hago sin tregua, no tengo muchos descansos, ya tengo bastantes kilómetros.
Independientemente de la edad, lo de joven puede ser una arma de dos filos porque hay gente que habla de joven como “falta de experiencia†y hay gente que habla de joven como “promesaâ€. No considero que yo tenga esa caracterÃstica pero si tengo entusiasmo y tengo un amor enorme por lo que hago y tengo ganas de hacer bien las cosas.
¿En que momento de su vida llega la oportunidad de dirigir al máximo órgano orquestal de nuestro paÃs?
Llega en un momento donde estoy entrando a una etapa de más madurez. Después de estar seis años en Xalapa y hacer muchas aventuras –algunas de las cuales tuvieron éxito, otras no–, este nombramiento llega en una etapa donde creo que sà puedo darle algo a la Orquesta y darle algo al público, además de, lo digo con humildad: hacer algo para mi paÃs.
Entusiasmado por iniciar un nuevo ciclo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Miguel Prieto hace una invitación para que el público asista esta Temporada sin poses ni preocupaciones de saber o no saber, tan sólo que asista por el solo placer de disfrutar la música.
“Ojala la gente se quite ciertos prejuicios de que hay que saber algo o de que hay que venir vestido de cierta manera, y se aventure aquà con nosotros al Palacio de Bellas Artesâ€, Carlos Miguel Prieto. Fotos Carlos Miguel Prieto: Peter Schaf
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