Virtuosismo al estilo de Stanley Clarke y George Duke

Por: Claudia Magun — 1 de noviembre, 2006

Clarke Duke Project se presenta en el Teatro de la Ciudad

Genio y figura hasta… En este día de muertos, podremos celebrar una nostálgica noche de jazz, donde se dejará sentir el arte de estos dos grandes consagrados, que desde hace varios años se encontraron en un paralelo donde la música es protagonista de dos diferentes perspectivas que al unirse en un solo sus cuerdas se vuelven el lenguaje del escenario.

La guitarra de Stanley Clarke en el Teatro de la Ciudad Clarke Duke Project es una de las nuevas propuestas que Music Frontiers nos presenta en el Teatro de la Ciudad… Este año, el público de Europa, África y Medio Oriente y ahora la Ciudad de México, son testigos del retorno a escena de este proyecto de dos pioneros que en la década de los setenta unieron su talento en el jazz-fusion y con esto crearon una corriente que ha revolucionado el estilo de un género que fue sembrado en los campos de algodón.

Pero, quiénes son estos dos personajes que igual brillan en solitario, y al mismo tiempo admiran el talento que cada uno posee… Stanley Clarke apareció en escena siendo muy joven en 1971. Procedente de la Escuela de Música de Filadelfia, el bajista llegó a Nueva York y de inmediato empezó a colaborar con las bandas de grandes músicos como, Horace Silver, Stan Getz, y en aquel entonces, con el prometedor compositor Chick Corea, con quien posteriormente grabó ocho álbumes.

El piano de George Duke se presenta en el Teatro de la Ciudad A lo largo de su carrera Clarke ha revolucionado la técnica del bajo eléctrico y fue uno de los primeros artistas de color en encabezar giras a nivel mundial, convirtiéndose en una “leyenda” a la edad de 25 años. Actualmente es anfitrión de un programa de televisión y compone para producciones teatrales y cinematográficas.

Por su parte, el californiano George Duke desde los cuatro años quedó embelezado con el talento de Duke Ellington, y empezó a estudiar piano a los siete, absorbiendo las raíces de la música negra en una iglesia de su comunidad. A principios de los sesenta, estudió en el Conservatorio de Música de San Francisco donde aprendió composición y ejecución de trombón y contrabajo. Su talento, lo ha llevado compartir escenarios a lo largo de su carrera, con grandes figuras como Dizzy Gillespie, Al Jarreau, Frank Zappa, Quincy Jones, y con el grupo de Julian “Cannonball” Adderly, donde conoció a Stanley Clarke.

El virtuosismo de Clarke Duke Project Así pues, el alma de estos dos músicos de corazón que en 1981, lanzaron su primera producción como Clarke Duke Project, titulada Sweet Baby –misma que, en aquel entonces, no tendría la aprobación de su disquera, por considerarla una visión “too white” (muy blanca) para su imagen, pero finalmente les valdría una nominación al Grammy y dos discos más en el 83 y en el 90-, se estrenan en el Metropólitan en un cálido concierto, donde el bajo de Stanley Clarke y el piano de George Duke emanan la sensibilidad de dos almas emergentes del jazz que acompasan sus notas en una mezcla, particular de ellos, que surge del jazz fusionada con otros estilos, especialmente rock, funk y músicas étnicas que nos remontan al origen de un híbrido surgido del sentir africano.

Clarke-Duke Project se presenta en el Teatro de la Ciudad el jueves 2 y sábado 4 de noviembre -teloneados por la síncopa nacional de Diego Maroto Trío-, en un concierto donde el jazz se retroalimenta sin perder ni un ápice de la fuerza interpretativa de hombres como Louis Armstrong, Duke Ellington o Charlie Parker, entre otros compañeros de estos dos virtuosos de las cuerdas.

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“Uno no debe permitirse salir al escenario sin estar preparado en cuanto al conocimiento del personaje que se interpreta, si el ballet tiene una historia hay que contarla y vivirla lo mas real posible. Como intérprete, el reto es hacer llegar y entender al público la historia solo con los movimientos del cuerpo”, Raúl Fernández, diciembre 2009.